Espa?a paga la siesta

Una Espa?a de dos marchas dej¨® escapar el acceso a la siguiente fase al cometer un pecado capital: echarse la siesta. Despertaron tarde las Guerreras ante Ruman¨ªa (24-21), pero lo hicieron demasiado tarde, a destiempo, y ahora todo aboca al ¨²ltimo compromiso de la fase de grupos, contra Angola, este domingo. Si vencen, el objetivo estar¨¢ cumplido.

Estaba Espa?a sobre aviso, porque en los tres duelos previos del torneo Cristina Neagu ya hab¨ªa dejado huella, de zarpazo en zarpazo. Sin desatender el resto del colectivo, era ella a la que se deb¨ªa frenar y fijar. Sin embargo, pudo maniobrar con relativa soltura en el primer periodo, y de este modo Ruman¨ªa abrir brecha. El equipo de Tomas Ryde agradeci¨® la benevolencia de la defensa espa?ola y comenz¨® a manejar rentas de dos y tres goles (12-9). Sin ning¨²n tipo de cors¨¦, Neagu perfor¨®, percuti¨® y habilit¨®, as¨ª que las chicas de Jorge Due?as tuvieron que ponerse las pilas e ir corrigiendo sobre la marcha.

La situaci¨®n requer¨ªa de mano sabia, de ah¨ª que diese un paso al frente Marta Mangu¨¦. La veterana (33 a?os) mir¨® a los lados y llam¨® al orden. Intensidad, intensidad, intensidad, reclamaba una y otra vez. Se ech¨® el equipo a la espalda y poco a poco sus compa?eras se entonaron. Due?as mene¨® el esquema y apost¨® por una defensa en avanzado, con el objetivo de dificultar las continuas filtraciones de Neagu (cinco goles de ocho lanzamientos en el primer periodo, nueve en total) y Melinda Geiger, esta ¨²ltima otro cuchillo.

El marcador fij¨® una ventaja de dos tantos (13-11) para Ruman¨ªa al bocinazo. Mal menor, en todo caso, porque Espa?a estuvo demasiado tierna en ese primer periodo y mantuvo esa l¨ªnea err¨¢tica en el segundo. Hubo reacci¨®n tras el descanso, pero fue incompleta. Y en la primera media hora, Neagu hab¨ªa campado a sus anchas e hizo estragos, penetrando desde el centro y produciendo meteoritos con su derecha. La diferencia no solo disminuy¨®, sino que aument¨® escalonadamente hasta el 17-11. Tard¨® siete minutos y medio Espa?a en batir a Paula Ungureanu, inspirada adem¨¢s bajo palos.

Parcial de 8-1... y remontada est¨¦ril

Ese gol de Elizabet Ch¨¢vez espole¨® a las de Due?as, que por fin vieron algo de luz entre las sombras. El faro fue Nerea Pena, la jugadora espa?ola m¨¢s a tono en este campeonato. Al toque de corneta de la pamplonesa se cuadr¨® Cabral, poderosa en al salto y el bombardeo, y Eli Pinedo, la r¨²brica perfecta al incremento del ritmo y el contragolpe. ¡°?Ida y vuelta y les pillamos, ida y vuelta y les pillamos! ?Pero, por favor, no bajemos la intensidad¡±, arengaba el seleccionador durante un receso.

Parcial de 8-1 a favor de las suyas y 19-18 en el electr¨®nico. Espa?a, por segunda vez en el partido, otra vez por delante. Y Neagu, ahora s¨ª, bien bloqueada; teniendo sus m¨¢s y sus menos con Mangu¨¦, excluida por desenvolverse demasiado al l¨ªmite. Pero a Ruman¨ªa la sostuvo entonces su portera, Ungureanu, con el pelo oxigenado y manos, piernas, pies, hombros; cualquier zona de su cuerpo para repeler casi todo. Para detener incluso un franco mano a mano con Pinedo, aunque no as¨ª para la rosca diab¨®lica de Carmen Mart¨ªn desde el extremo. Inmensa, en cualquier caso.

Su escudo (14 paradas) frustr¨® a Espa?a, que fue entreg¨¢ndose hasta el definitivo 24-21. Pese a la derrota, era important¨ªsimo no dejarse ir y mantener la compostura, por eso de la diferencia de goles y la calculadora. No dejarse caer en manos ajenas para certificar el pase. Ahora, batir a Angola es fundamental; si lo hacen, las Guerreras tendr¨¢n un billete. Contra las africanas, prohibida la ciclotimia. Nada de siestas.