Un 10.000m para acabar con todos los anteriores
La et¨ªope Almaz Ayana bate por 14s un r¨¦cord del mundo de 23 a?os en una final ol¨ªmpica en la que las cuatro primeras bajan de 30m
Cuando Wang Junxia dej¨® el r¨¦cord del mundo de los 10.000m en unos a¨²n incre¨ªbles 29m 31,78s, Almaz Ayana no hab¨ªa cumplido a¨²n dos a?os. Ocurri¨® en septiembre de 1993 en Pek¨ªn, y la marca de Junxia dio lugar a millones de habladur¨ªas, de rumores y de leyendas en torno a la figura de su tir¨¢nico entrenador, que fustigaba a sus atletas mientras fumaba sin parar y las alimentaba con sangre de tortuga. Con la marca, y quiz¨¢s con las leyendas, acab¨® el viernes de una manera atronadora Ayana, nacida en noviembre de 1991 en una provincia de Etiop¨ªa vecina a Sud¨¢n y al valle del Nilo, lejana de la metr¨®polis, Addis Abeba. Lo hizo rebaj¨¢ndola en 14s (la dej¨® en 29m 17,45s) en la primera final ol¨ªmpica del atletismo en el estadio de Engenhao, que se entrena a lo grande.Lo hizo en una carrera t¨¢ctica, sin liebres, lo que aumenta su car¨¢cter extraordinario.
Fue una carrera tan alucinante que la keniana Vivian Cheruiyot, la segunda clasificada, a la que Ayana hab¨ªa dejado corriendo lejana a mitad de carrera y termin¨® a 15s, lej¨ªsimos, bati¨® el r¨¦cord de su pa¨ªs con la tercera mejor marca de la historia. La tercera, la campeona en Londres, Tirunesh Dibaba, un prodigio intocable hasta que se cas¨® y fue madre, termin¨® en 29m 42,56s, la mejor marca de su vida a los 30 a?os. Y, sin embargo, Ayana le sac¨® casi media pista. Despu¨¦s de tirar de la Carrera durante los primeros 5.000m, la keniana Alice Nawowuna termin¨® cuarta, pero sus 29m 53,51s habr¨ªan sido hasta la fresca ma?ana de viernes en R¨ªo, la segunda mejor marca de todos los tiempos. Si no se hubiera anunciado antes el g¨¦nero de las participantes, podr¨ªa haberse pensado perfectamente que se trataba de una carrera masculina.
En solo un a?o, Etiop¨ªa ha acabado con el rastro de Ma Junren, y su armada de atletas sospechosas, en los libros de r¨¦cords de distancias ol¨ªmpicas. El verano pasado, Genzebe Dibaba, la hermana peque?a de Tirunesh, ya acab¨® con el de 1.500m.
El r¨¦cord de R¨ªo, alcanzado en la carrera de 10.000m que har¨¢ olvidar todos los 10.000m anteriores, certific¨® no solo la capacidad de Ayana en su sola segunda carrera en la distancia, sino tambi¨¦n la teor¨ªa de que el negative split (una segunda mitad m¨¢s r¨¢pida que la primera) puede con todo. Despu¨¦s de un primer 5.000 a tren, a ritmo de la espigada Nawowuna, de piernas interminables y finas en 14m46s, Ayana cambi¨® el ritmo y la carrera explot¨®. Cada una de las contendientes corri¨® lo que pudo en soledad, adelantando trenes de rivales rezagadas que regaban la pista azul. Ninguna pudo alcanzar a Ayana, que corri¨® los segundos 5.000m en 14m 31s, la que habr¨ªa sido la 17? mejor marca de la historia en la distancia.
Como Kenenisa Bekele asumi¨® la herencia de Haile Gebrselassie derrot¨¢ndolo con respecto y timidez en los Juegos de Atenas, as¨ª se ha producido tambi¨¦n el relevo en la cima de la larga distancia femenina tambi¨¦n entre atletas et¨ªopes. Ayana ya venci¨® a Dibaba en su estreno en los 10.000m, a finales de junio en Holanda, y en R¨ªo aspira a reeditar el doblete 5.000m-10.000m que su antecesora consigui¨® en Pek¨ªn 2008.
La carnicer¨ªa del 800
R¨ªo de Janeiro no es Londres, donde cuando llov¨ªa en los Juegos llov¨ªa de verdad y el p¨²blico bailaba en las tribunas llenas a reventar desde bien temprano en las ma?anas. En el estadio ol¨ªmpico sin llama de Engenhao llueve tan fino que el agua parece filtrarse por las tribunas y empapa silenciosamente, como sin querer, los asientos donde poquito p¨²blico asiste a la gran carnicer¨ªa del atletismo, su prueba m¨¢s salvaje. Son las primeras series de 800m: 56 atletas compiten, entre ellos tres espa?oles; solo 24 pasan, ninguno espa?ol. Eliminados todos como v¨ªctimas de una maldici¨®n.
Kevin L¨®pez, la figura de la prueba en casa, lleg¨® lesionado y bajo de forma. Termin¨® cojeando. Una fascitis plantar le ha fastidiado un a?o ol¨ªmpico que en Londres, hace cuatro, se hab¨ªa prometido que ser¨ªa grande. Lleg¨® a R¨ªo so?ando con un milagro, y sabiendo que no dejaba a nadie sin plaza. A los debutantes ?lvaro de Arriba y Daniel And¨²jar les sobr¨® timidez. Les falt¨® valent¨ªa en la fase caliente de la carrera, del 500 al 600, lo que lamentaron en la ¨²ltima recta, que encararon muy retrasados. Ambos la hicieron magn¨ªfica para terminar solo cuartos.
La ma?ana del 800m fue la del retorno de David Rudisha, el campe¨®n de Londres en una carrera ¨²nica en la que dej¨® el r¨¦cord del mundo en 1m 40,91s. Despu¨¦s de unos a?os duros, de lesiones y bajas formas y de peleas con su entrenador, el atleta keniano se afirm¨® en la pista de R¨ªo con el mejor tiempo (1m45,10s) en unas series que se corrieron a gran velocidad. Destacaron tambi¨¦n la fortaleza del norteamericano Boris Berian y del canadiense Brandon McBride, y la velocidad del yibut¨ª Ayanleh Suleiman, que se entrena en Sabadell con Jama Aden. Musaeb Balla, otro de los atletas del sulfuroso t¨¦cnico somal¨ª detenido en una redada antidopaje de los Mossos d¡¯Esquadra, estaba anunciado en las listas de salida, pero no corri¨®. A Balla le encontraron EPO en la habitaci¨®n, y la IAAF ya hab¨ªa anunciado que no le dejar¨ªa participar.
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