Pedrosa y la historia de una ca¨ªda en el Red Bull Ring

Fino como pocos al manillar. Con una sensibilidad ¨²nica encima de la moto, a veces exasperante incluso para sus mec¨¢nicos, a quienes no les pasa ni una. Dani Pedrosa siente hasta el m¨ªnimo detalle de su Honda. Y su estilo, tan peculiar, tan admirado, ha formado a los fans m¨¢s fieles. Precisamente por todo ello ahora ni encuentra la forma de llevar esta nueva Honda m¨¢s adecuada para el pilotaje agresivo de tipos como M¨¢rquez (y tampoco, pues con mucho esfuerzo logra guiarla por la l¨ªnea que ¨¦l quiere), ni consigue hacer trabajar esos neum¨¢ticos Michelin, a menudo demasiado duros para ¨¦l, 160cm de estatura, siendo generosos, y 51kg de peso.

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La combinaci¨®n est¨¢ resultando fatal en este 2016, su peor a?o en cuanto a resultados: lleva dos terceros puestos en nueve carreras, un balance solo comparable al del curso pasado (un tercero y un segundo puesto), cuando su inicio de curso se vio diezmado por la en¨¦sima operaci¨®n de s¨ªndrome compartimental y su posterior recuperaci¨®n, que le hicieron plantearse la retirada del motociclismo.

Este curso es distinto. Se le ve motivado. Y contento. Pero no hay manera. La realidad le niega. As¨ª acab¨® este viernes en el rapid¨ªsimo Red Bull Ring. Por los suelos, con su moto encima de las protecciones del circuito despu¨¦s de una tremenda pirueta y renunciando a salir a la pista los ¨²ltimos 12 minutos de sesi¨®n. A la segunda moto no le pasaba nada. Y ¨¦l estaba entero tras la ca¨ªda (la quinta del curso, m¨¢s que en todo el a?o pasado, casi tantas como en los anteriores: de 2012 a 2014 sum¨® seis en total), pero no ten¨ªa el cuerpo. La confianza se hab¨ªa esfumado.

En una situaci¨®n normal, explicaba ¨¦l acabados los entrenamientos, uno no se debe caer ah¨ª: en un punto muy r¨¢pido (pen¨²ltima curva), cuando iba en quinta y justo al tocar el freno. ¡°Me he ca¨ªdo por falta de temperatura. Hac¨ªa demasiado fr¨ªo (9?C) este viernes para la fuerza que yo genero en la moto. Hay mucha recta en este circuito y por mis caracter¨ªsticas he sufrido m¨¢s, he intentado provocar m¨¢s temperatura en el neum¨¢tico, pero me he ca¨ªdo¡±, concedi¨®. Tuvo suerte de que no hubiera grava en la escapatoria, sino asfalto. Eso le permiti¨® deslizarse limpiamente. ¡°He entrado a tanta velocidad¡­ si no, hubiera empezado a dar volteretas como otras veces. Es lo primero que he pensado: ¡®A ver cu¨¢ndo empiezo a voltear¡¯. Pero me he ido frenando y eso me ha aliviado¡±. Porque, sin volteretas, los huesos no sufren.

Su accidente de la ma?ana le dej¨® tocado para la segunda sesi¨®n, en la que termin¨® 19?, cuarto por la cola. ¡°He perdido confianza; cada vuelta que hac¨ªa era peor: normalmente, a cada vuelta ganas confianza porque creas mejores sensaciones con el neum¨¢tico; a m¨ª me pasaba al contrario. He hecho mi mejor tiempo en la primera tanda, con los neum¨¢ticos m¨¢s bien nuevos, sin embargo, despu¨¦s, con las paradas en boxes y haciendo cambios para mejorar con cada giro iba bajando de temperatura: eso ocurre porque yo rodaba cada vez m¨¢s despacio y porque para crear temperatura tienes que ir r¨¢pido, aunque sin sensaciones es imposible hacerlo¡±, se confesaba el espa?ol.

La preocupaci¨®n por la seguridad del trazado austriaco, en el que los pilotos de MotoGP compiten este fin de semana por vez primera, es may¨²scula. Se trata de un trazado corto, con poca curva y mucha recta, dise?ado para los f¨®rmula uno, demasiado r¨¢pido y con las escapatorias pensadas para los coches, no para las motos.