Rafa Nadal y Marc L¨®pez ganan el oro en dobles

Marc L¨®pez y Rafa Nadal, Rafa Nadal y Marc L¨®pez, tirados por el suelo de la Pista Central del Parque Ol¨ªmpico coronaron de la manera m¨¢s espl¨¦ndida y gratificante su amistad y su compenetraci¨®n, fuera y dentro de una cancha de tenis. Ganaron la medalla de oro tras superar por 2-6, 6-3 y 4-6 en una intensa y apasionante final a una pareja de acreditados especialistas, los rumanos Florin Mergea y Horia Tecau, n¨²meros 14 y 10 en la clasificaci¨®n mundial.

El doble espa?ol se impuso porque fue m¨¢s fuerte en el momento decisivo, en los intensos e igualados toma y daca en los que derivaron los ¨²ltimos juegos del tercer set. En ese tiovivo, en ese juego de alternativas, plane¨® la excelencia competitiva de Nadal. Los rumanos, muy bien compenetrados, lograron romper el servicio de Marc L¨®pez y pusieron el 4-3 que pon¨ªa a Espa?a contra las cuerdas. A partir de ah¨ª, cada bola ard¨ªa, cada intercambio provocaba la taquicardia. Devolvi¨® el break Espa?a y a partir de ah¨ª siempre domin¨® los dos ¨²ltimos juegos, igualmente igualados, pero siempre rematados por Nadal y Marc L¨®pez.

El doble espa?ol se hab¨ªa llevado de calle el primer set, a pesar de que empez¨® perdiendo el primer juego. El quinto juego marc¨® un punto de inflexi¨®n. Lo gan¨® en blanco el d¨²o hispano, con una gran dejada de Marc L¨®pez como remate. Pero Mergea y Tecau reaccionaron y dominaron con solvencia en la segunda manga.

Tras su victoria en el torneo individual de Pek¨ªn 2008, Nadal conquist¨® en R¨ªo su segunda medalla de oro. El jugador mallorqu¨ªn jug¨® la final solo dos horas despu¨¦s de haber superado en un duro partido de cuartos al brasile?o Tomaz Bellucci. Comi¨®, intent¨® descansar lo que buenamente pudo, f¨ªsica y mentalmente, y volvi¨® a la central junto a Marc L¨®pez. Nadal mantiene su idilio especial con los Juegos Ol¨ªmpicos. Hace cuatro a?os se le qued¨® una espina clavada cuando solo una semana antes tuvo que renunciar a los de Londres y, de paso, a ser el abanderado de Espa?a. Una lesi¨®n en la mu?eca izquierda llen¨® de dudas y, apenas cinco d¨ªas antes de empezar el torneo, el escepticismo sobre su estado f¨ªsico le hizo declarar: ¡°Vamos a ver qu¨¦ puedo hacer¡±. La respuesta, de momento es una segunda medalla de oro ol¨ªmpica en su carrera y un billete para las semifinales individuales en las que se enfrentar¨¢ al argentino Juan Mart¨ªn Del Potro.

Una medalla ol¨ªmpica de oro siempre atesora mil y una historias, de esfuerzo y de superaci¨®n. En el caso Nadal, no por repetida deja de ser menos sorprendente. Su capacidad para reinventarse, para volver al primer plano mundial, sin importar los malos momentos de forma o las lesiones. A sus 30 a?os regresa a la cima, o es que tal vez no se ha ido realmente nunca.

El oro es reconfortante para Nadal y culminante para Marc L¨®pez. El tenista catal¨¢n, a sus 34 a?os, ha cuadrado la temporada. No quer¨ªa retirarse sin conquistar un Grand Slam. Tras dos finales perdidas en 2014, lo consigui¨® en Roland Garros haciendo pareja con Feliciano L¨®pez. El remate del oro en los Juegos supone para ¨¦l un colof¨®n incre¨ªble, seg¨²n sus propias palabras.