Nadal pierde ante Nishikori y se queda sin la medalla de bronce
El jugador espa?ol, fundido al principio y respond¨®n despu¨¦s, se queda sin premio tras su notable periplo en R¨ªo
Kei Nishikori sufri¨® lo que no est¨¢ escrito para doblegar la resistencia de Rafa Nadal y colgarse la medalla de bronce al cuello. Nadal estuvo a punto de ser arrollado, pero se repuso y acab¨® dignificando su derrota y dando mayor m¨¦rito al juego y a la consistencia mental del jugador japon¨¦s. El n¨²mero siete en el ranking mundial cerr¨® el marcador con un 2-6, 7-6 (7-1) y 3-6 tras casi tres horas de batalla.
Nishikori le priv¨® del ¨²ltimo pellizco de gloria a Nadal en R¨ªo. Pero Nadal es un rival temible en la victoria y en la derrota. Cuando parec¨ªa que deb¨ªa entregar la cuchara en un par de sets, en poco m¨¢s de hora y media, decidi¨® que de eso nada. Que si perd¨ªa, no iba a ser as¨ª. Sac¨® ¨¢nimos y juego de no se sabe d¨®nde y tuvo en vilo a Nishikori, que tard¨® otra hora y media en rematar a un rival indomable.
El duelo certific¨® el desplome f¨ªsico y an¨ªmico de un jugador que sal¨ªa de dos meses sin entrenarse y que se dej¨® toda la energ¨ªa en las 21 o 22 horas de competici¨®n que acumul¨® durante ocho d¨ªas en R¨ªo. El desgaste f¨ªsico y emocional de sus partidos, especialmente la semifinal contra Juan Mart¨ªn Del Potro, le pas¨® factura al jugador mallorqu¨ªn.
Nishikori, espl¨¦ndido, casi infalible, marc¨® el paso desde el segundo juego que se anot¨® en blanco. Manej¨® el primer set con tal solvencia que no permiti¨® decir ni mu a Nadal. No lograba sacar su derecha, no ten¨ªa opciones apenas para los passings, con Nishikori siempre bien colocado y afirmado sobre la cancha, dominador de los intercambios. El japon¨¦s, en su l¨ªnea de sobria excelencia, sac¨® golpes ganadores inesperados, de donde no parec¨ªa haber nada. Con su drive abri¨® ¨¢ngulos insospechados, que dejaron petrificado a Nadal. El mallorqu¨ªn cedi¨® ante un rival con un servicio m¨¢s consistente y que no cometi¨® apenas errores no forzados. El partido, en contraste con la semifinal del d¨ªa anterior, careci¨® de carga ambiental. Los aficionados japoneses, mayor¨ªa en la pista n¨²mero 1, es decir la segunda en discordia, celebraban sin estridencia la cadencia victoriosa de los golpes de su compatriota.
Los espa?oles aguardaron expectantes a que Nadal diera con el punto de inflexi¨®n que tantas y tantas veces le ha servido para remontar partidos o situaciones en las que estaba contra las cuerdas. Pero a Nadal ya no le quedaba de donde sacar. Estaba exhausto, sin ritmo, sin sensaciones. La brecha fue abri¨¦ndose de manera inexorable. Tras el 2-6 abrumador del primer set, el segundo empez¨® con un 1-3.
El partido empez¨® a decantarse. M¨¢s aun cuando Nishikori se situ¨® con un 2-5. Pero Rafa se resisti¨® a una muerte dulce. Porfi¨®. Le rompi¨® el servicio al japon¨¦s, mantuvo el suyo y puso el 4-5 en el marcador. Nishikori lo ten¨ªa todo para rematar en el d¨¦cimo juego de la segunda manga. No lo consigui¨®.
Nadal, una vez m¨¢s, se creci¨® en la adversidad. Sac¨® buenos golpes de derecha, subi¨® a la red. Nishikori fall¨® el globo y firm¨® el empate a cinco con una doble falta. M¨¢s a¨²n, concluy¨® con un intento de dejada el decimoprimer juego y la bola, tras tocar en la red, cay¨® de su lado. 6-5 para Nadal. ¡°Hay partido¡±, se oy¨® desde la grada. Lo hubo. Nadal forz¨® la muerte s¨²bita y ah¨ª, con bolas muy ajustadas, cono dos revisiones de jugada que confirmaron siempre en beneficio del mallorqu¨ªn, barri¨® por 7-1 e igual¨® a uno el partido. Unos minutos antes lo hab¨ªa tenido todo en contra.
Enfado de Nadal
Nishikori se retir¨® al vestuario. Nadal empez¨® a hacer estiramientos, esperando la reaparici¨®n de su rival. Estir¨®, habl¨® con el juez de silla. Fue aclamado durante el inesperado entretiempo. El tercer volvi¨® por los derroteros del primero. Un break y a continuaci¨®n un juego en blanco con su servicio pusieron al japon¨¦s otra vez con todo a favor, 1-4. Esta vez no fall¨®.
A sus 30 a?os, Nadal se tom¨® el viaje a R¨ªo como algo mucho m¨¢s que un reconocimiento, un honor o un torneo m¨¢s del circuito, que tambi¨¦n. Asumi¨® con determinaci¨®n la responsabilidad de abanderado del deporte espa?ol, literalmente en el desfile de apertura en Maracan¨¢, pero tambi¨¦n simb¨®licamente, por aclamaci¨®n de la inmensa mayor¨ªa sino todos los ol¨ªmpicos espa?oles. Gan¨® el oro en dobles, se retir¨® del mixto abrumado por la agenda, perdi¨® una semifinal de alt¨ªsimo voltaje emocional ante Del Potro. Pero el torneo ol¨ªmpico reserva un ¨²ltimo combate. Nishikori quer¨ªa la gloria de una medalla, aunque fuera la de bronce. La consigui¨® ante un Nadal que dej¨® constancia de qui¨¦n es, en la victoria y en la derrota.
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