Wayde van Niekerk: un r¨¦cord del mundo en 400 metros para borrar a Michael Johnson
El atleta surafricano deja los 400m en 43,03s, rozando la barrera de lo imposible
Michael Johnson era unas zapatilla doradas en Atlanta 96, una zancada casi de pato y una noche calurosa de Sevilla en 1999 en la que bati¨® el r¨¦cord del mundo en La Cartuja con unos 43,18s que hab¨ªan llegado para quedarse d¨¦cadas. Tambi¨¦n ten¨ªa entonces el r¨¦cord de los 200m, 19,32s. No hab¨ªa nadie como Johnson. Su grandeza se demuestra con un hecho. Para que cayeran sus dos r¨¦cords en dos distancias tan complicadas han tenido que pasar dos d¨¦cadas, pr¨¢cticamente, y ha sido necesario el esfuerzo de dos atletas. Uno fue Usain Bolt, que acab¨® definitivamente con los 200m de Johnson en dos fases, en Pek¨ªn 2008 y en Berl¨ªn 2009 para dejarlos en 19,19s, el paso previo, sigue diciendo el jamaicano gigante, para bajar de los 19s, su gran aspiraci¨®n vital. El 400m tuvo que esperar m¨¢s. Le cupo el honor de hacerlo pasar a la historia quiz¨¢s el atleta m¨¢s inesperado. Un surafricano que no tiene pinta de gran cosa, una fachada normal que esconde unas piernas extraordinarias, y un coraz¨®n. Se llama Wayde van Niekerk, tiene 24 a?os y 31 d¨ªas y en la noche m¨¢s calurosa de los Juegos, dej¨® el r¨¦cord del mundo de los 400m en 43,03s. El calor es dios para los velocistas, y R¨ªo h¨²medo, su profeta. El p¨²blico en chanclas y camiseta de tirantes, hechizado por la velocidad de un b¨®lido loco por las inmensas curvas de la calle ocho, hasta olvid¨® durante unos minutos que hab¨ªa ido al campo del Botafogo a ver a Bolt, que actuaba 25 minutos m¨¢s tarde.
Correr por la calle m¨¢s abierta del estadio un 400m, dicen los atletas, es una tortura. El 400m es una carrera de ritmo y de c¨¢lculo, de saber vaciar el dep¨®sito a la velocidad precisa para gastar la ¨²ltima gota dando la ¨²ltima zancada. Para ello, para saber si se va muy deprisa o muy despacio, si no se tiene un metr¨®nomo en el cerebro, un conocimiento extraordinario de la sinfon¨ªa interna del cuerpo, hace falta una referencia. En las pruebas de curva, de salida escalonada, la referencia son los atletas que van delante. Delante del de la ¨²ltima calle no va nadie, solo hay un vac¨ªo desolador que Van Niekerk afront¨® a tal velocidad que no hab¨ªa quien pensara que as¨ª llegar¨ªa hasta el final. Los que le vieron hace un a?o ganar el Mundial de Pek¨ªn (43,48s), recordaban una salida igual, un segundo 100 a¨²n m¨¢s r¨¢pido y as¨ª hasta el 300m, donde, s¨²bitamente, lleg¨® el declive. Aquel d¨ªa, Van Niekerk, un surafricano de 23 a?os, corri¨® a velocidad de r¨¦cord los primeros 300m. Lo hizo as¨ª, plante¨® as¨ª su primera gran final, su primer gran t¨ªtulo, porque ten¨ªa miedo de que le alcanzara Kirani James por detr¨¢s y que no se le escapara Merrit, al que ten¨ªa por delante.
En la final de R¨ªo en la que dej¨® a Johnson en el recuerdo, ante ¨¦l, Van Niekerk solo ten¨ªa el vac¨ªo, el absoluto. A por ¨¦l fue. Sin dudarlo. Sin tambalearse. Acelerando incluso en los ¨²ltimos 100m, mientras sus dos rivales de siempre, Merrit en la cinco, James, en la seis, se enzarzaban primero en su peque?a batalla de egos y luego, en la recta, se rend¨ªan en la observaci¨®n estupefacta del chaval que corr¨ªa por la ocho, que se alejaba, que se alejaba, un metro, otro metro, sin sucumbir al ¨¢cido l¨¢ctico que quemaba sus venas, sin descomponerse, sin dejar de avanzar acelerado hasta gasta su ¨²ltima gota de energ¨ªa. James, campe¨®n ol¨ªmpico en Londres, termin¨® segundo con unos 43,76s que habr¨ªan sido espl¨¦ndidos si no le hubieran dejado a m¨¢s de siete d¨¦cimas, m¨¢s de seis metros, del ganador, un hueco espectacular; un metro m¨¢s all¨¢, Merrit fue tercero con 43,85s. ¡°Soy feliz simplemente habiendo sido un participante en esta carrera que pasar¨¢ a la historia¡±, dijo James. ¡°Hemos puesto a este deporte en un pedestal¡±.
Johnson: "Puede ser la pr¨®xima gran estrella"
Aunque al final rebaj¨® la marca de Johnson en 15 cent¨¦simas, los 300 primeros metros, Van Niekerk los corri¨® 66 cent¨¦simas m¨¢s r¨¢pido que el tejano en Sevilla 99: 31s clavados frente a 31,66s. En el paso por el 200m la distancia que le sacaba Niekerk, uno que solo sabe correr acelerando desde el principio, era m¨¢s grande a¨²n, 72 cent¨¦simas (20,50s frente a 21,22s). Por el 100m Van Niekerk pas¨® en 10,70s, 40 cent¨¦simas m¨¢s r¨¢pido que Johnson.
Solo se recuerda un antecedente de un atleta que haya batido un r¨¦cord mundial de 400m por la calle ocho. Fue la alemana Marita Koch. 48,60s en 1979. ¡°Dios m¨ªo¡±, exclam¨® en sus comentarios en directo para la BBC Michael Johnson, espectador de su propio fin. ¡°Bien hecho, chaval¨ªn. Wayde ejecut¨® una masacre. Los despedaz¨®. Merrit solo pod¨ªa mover la cabeza pensando, ¡®no hay quien pueda con eso¡¯. Van Niekerk es muy joven. ?Qu¨¦ puede hacer? ?Puede bajar de los 43s? Es algo que yo cre¨ªa que podr¨ªa haber hecho, y nunca lo hice. Bolt se retirar¨¢ pronto, Esta puede ser la pr¨®xima gran estrella del atletismo¡±.
Seguramente Van Niekerk, al que entrena en Bloemfontein una t¨¦cnica de 74 a?os, Anna Soffia Botha, baje de los 43s. Necesitar¨¢ una carrera tan perfecta como la de R¨ªo. La temperatura ideal. El estado de ¨¢nimo activado. El objetivo claro y unos rivales que obligan a correr deprisa. En edad est¨¢ y condiciones tiene. Y mucha velocidad. Es el ¨²nico atleta que ha bajado de los 10s en los 100m, de los 20s en los 200m y de los 44s, casi 43s, en los 400m, algo que el tejano nunca logr¨®. Johnson bati¨® su ¨²ltimo r¨¦cord a los 32 a?os. M¨¢s complicado es que el joven de naturalcalmado y afable, casi t¨ªmido, pueda convertirse en el showman de las pistas que es Bolt. Quiz¨¢s aprendi¨® algo de ¨¦l la pasada primavera, cuando estuvo unas semanas practicando en Kingston con el gigante y con su entrenador, Glenn Mills.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.