Oro blanco
Es complicado expresar lo que significan estos Juegos Ol¨ªmpicos para el baloncesto femenino espa?ol. Somos muchas las afortunadas que hemos tenido la oportunidad de vivir su transici¨®n y es imposible no sentir orgullo por c¨®mo han cambiado las cosas en este deporte.
En el baloncesto hemos conseguido que se est¨¦n dando los pasos adecuados rumbo a la igualdad, aunque sea poquito a poquito. No se trata tanto de una cuesti¨®n de salarios, porque tambi¨¦n hay que tener en cuenta lo que se genera, como de otras facetas que ayudan a un deportista su trabajo. Puede que no generemos el retorno econ¨®mico del baloncesto masculino pero lo que s¨ª creamos es ilusi¨®n, lo hemos visto en R¨ªo y por ah¨ª se comienza a construir. De la ilusi¨®n al inter¨¦s hay un paso y as¨ª hemos crecido y seguiremos creciendo.
Espa?a ya no es el ¡®ej¨¦rcito de Pancho Villa¡¯. Ahora somos referencia mundial y un modelo a seguir
Hoy no puedo evitar acordarme de la primera vez que fuimos a unos Juegos Ol¨ªmpicos, en Barcelona ¡®92. Aquello signific¨® un antes y un despu¨¦s. Por aquel entonces la Liga espa?ola era semiprofesional y las jugadoras apenas se pod¨ªan pagar sus estudios con lo que ganaban jugando, pero todo empez¨® a cambiar con la aparici¨®n de los patrocinadores. En aquel momento tanto Dorna como Bex apostaron por el deporte femenino y, como coincidieron en el tiempo, se gener¨® una rivalidad en la Liga que acabar¨ªa arrastrando a otras ciudades. Muchos equipos vieron lo que supon¨ªa fichar a grandes jugadoras y, l¨®gicamente, subi¨® la competencia y el nivel deportivo.
La llegada de for¨¢neas de calidad y el mejor reconocimiento de las espa?olas la profesionalizaci¨®n. Tanto los clubes como la selecci¨®n empezaron a competir en Europa, nos abrimos al mundo.
En mis ¨²ltimos d¨ªas como jugadora cog¨ª el gusto a contar historietas del pasado a nuestras hero¨ªnas y subcampeonas ol¨ªmpicas. Ellas no pod¨ªan ni imaginar el sufrimiento de jugar frente a Rusia, Yugoslavia, Checoslovaquia, China¡ Salt¨¢bamos a la pista sabiendo que ten¨ªamos muchas papeletas para perder. La cuesti¨®n era intentar que fuera por 10 en vez de por 30. Nosotras mismas nos llam¨¢bamos el ej¨¦rcito de Pancho Villa. As¨ª nos ve¨ªamos. Frente a las esbeltas jugadoras del este, un grupo de peque?as jugadoras, fuertes y con curvas, pero tambi¨¦n con un car¨¢cter y una furia que empez¨® a definir nuestra identidad.
Con esa rebeld¨ªa de no querer quedar por detr¨¢s naci¨® el hambre de ganar y, adem¨¢s, empezaron a surgir enormes talentos que se fundieron con ese esp¨ªritu que nos ha llevado hasta esta plata ol¨ªmpica. Para m¨ª es como un oro. Oro blanco. Espa?a ya no es el ej¨¦rcito de Pancho Villa. Ahora somos referencia mundial en el baloncesto, un modelo a seguir.
Eso s¨ª, en lo que rodea nuestro deporte no todo ha sido color de rosa y es que este metal tiene a¨²n m¨¢s m¨¦rito si observamos el contexto de los ¨²ltimos a?os de crisis econ¨®mica. Pasamos de tener la Liga m¨¢s competitiva de Europa a un torneo en el que los clubes intentan sobrevivir sin m¨¢s ayuda que la de algunos valientes patrocinadores a los que hay mucho que agradecer. Como consecuencia de esta falta de poder econ¨®mico el 89 por ciento de las jugadoras de esta selecci¨®n se han tenido que marchar fuera de nuestro pa¨ªs y hoy por hoy la vuelta se antoja complicada. Es justo aplaudir a una Federaci¨®n que, en su momento, supo ver el futuro de esta generaci¨®n, invirti¨® en ellas y ahora, tanto en la absoluta como en categor¨ªas inferiores, no deja de cosechar grand¨ªsimos resultados verano tras verano. Nuestro modelo es el que quieren seguir muchos pa¨ªses y eso es gratificante. ?Qui¨¦n nos lo iba a decir?
Se acaba el sue?o ol¨ªmpico. Ya es realidad y poco importa el resultado de la final aunque s¨ª el haber visto a nuestras jugadoras intentando jugar de t¨² a t¨² frente a las intocables estadounidenses. Ojal¨¢ lo que hab¨¦is hecho signifique el empuj¨®n definitivo que necesita nuestro deporte para que volvamos a disfrutar del m¨¢ximo talento en nuestro pa¨ªs. Repito, esta plata es oro y hay que saber aprovecharla.
Gracias amigas por hacernos cumplir un sue?o y por permitirnos ver c¨®mo un pa¨ªs entero se emociona con nuestra selecci¨®n femenina. Sois historia con may¨²sculas y que nadie olvide que en 2018 tenemos una grand¨ªsima cita con el Mundial de Espa?a. Entonces lo podremos disfrutar de cerca, entonces tendremos al lado a las jugadoras que convirtieron el baloncesto en oro blanco. Felicidades de coraz¨®n.
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