Pau Gasol vuelve al cole

¡°Nervios y mucha emoci¨®n¡±. Pau Gasol no recuerda cu¨¢ndo jug¨® su primer partido de baloncesto, pero s¨ª mantiene viva la sensaci¨®n que experiment¨®, y est¨¢ seguro de que se disput¨® en una cancha de Sant Boi. Jugaba con el equipo del Colegio Llor de su ciudad natal. Aquel ni?o de siete a?os, que llevaba el n¨²mero 14, el mismo que luc¨ªa su padre, Agust¨ª, cuando formaba en el equipo de la UE Gaud¨ª, regres¨® ayer, 29 a?os despu¨¦s, al patio del colegio donde todo empez¨®. A sus 36 a?os, con dos anillos de campe¨®n de la NBA, un Mundial y tres Europeos en su extenso curr¨ªculo, Gasol experiment¨® una inmensa sensaci¨®n de felicidad por compartir unas horas con 150 chavales que ahora estudian y juegan en el colegio donde ¨¦l anot¨® sus primeras canastas.

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El p¨ªvot, a punto de regresar a Estados Unidos para enrolarse en las filas de su nuevo equipo, San Antonio Spurs, aprovech¨® un resquicio en su agenda para inaugurar la remodelaci¨®n de aquella cancha del colegio Llor, costeada por Gasol Foundation, Nike y la Fundaci¨®n Llor. El acto qued¨® deslucido por el enorme retraso con el que compareci¨® y la tromba de agua que cay¨® en Sant Boi y que apenas dej¨® resquicio para que se hiciera unas fotos con los chavales y anotara unas canastas para certificar la inauguraci¨®n de la cancha. Luego, todos tuvieron que abandonar la instalaci¨®n a la carrera para evitar la cortina de agua.

Pau, que de peque?o se decantaba por las asignaturas de ciencias y matem¨¢ticas y hace unos a?os empez¨® la carrera de medicina, record¨® la an¨¦cdota del pupitre a medida que tuvieron que montarle debido a su estatura, 1,35 metros, ya entonces muy por encima de la media. Saltaba a la vista que su posici¨®n natural era la de p¨ªvot, pero era un jug¨®n y le gustaba actuar como si fuera un base, subir la bola, pasar, bot¨¢rsela por entre las piernas, ordenar la jugadas del equipo... Y era espabilado, un poco sobrado, recuerdan algunos de sus profesores. Llu¨ªs Carbonell, el de matem¨¢ticas, se qued¨® de piedra cuando aquel chaval le solt¨® un d¨ªa: ¡°Un d¨ªa jugar¨¦ con Michael Jordan¡±. Carbonell, y sobre todo sus padres, Agust¨ª y Marisa, le subrayaron que la prioridad eran los estudios. Se trataba de hacerlos compatibles con su afici¨®n al ingl¨¦s y a tocar el piano y con su potencial y ambici¨®n en el deporte.

Todos pusieron su grano de arena, empezando por Josep y Angel Soriano, responsables de la Escuela Deportiva; Ricard Farr¨¦s, su profesor de biolog¨ªa y luego tambi¨¦n director deportivo de la instituci¨®n, o Miquel Vallhonesta, uno de sus primeros entrenadores. Pau jug¨® en el colegio hasta 1993. Con 13 a?os, cuando ya empezaba a adivinarse de manera muy incipiente su potencial, se fue a jugar a un equipo de m¨¢s entidad, el Cornell¨¤. ¡°No quiero perder nunca el apego a mis ra¨ªces y ese amor por mi cultura¡±, escribe en su libro Pau Gasol Vida. Lo demostr¨® en un acto emotivo, con los ni?os que ahora encestan donde todo empez¨® para ¨¦l.