El eterno e insufrible debate
Dijo Xavi que entre Messi y Cristiano no hab¨ªa comparaci¨®n posible y se arm¨® la mundial
Si a usted lo que le gusta es el f¨²tbol y no las memeces que le rodean, ya puede buscar una isla solitaria en la que recogerse y desconectar del mundanal ruido, al menos hasta que pasen las Navidades. Viene esta perorata a cuento porque ya han arrancado los millones de debates que de aqu¨ª a entonces se van a producir en torno al c¨¦lebre Bal¨®n de Oro, ese trofeo que a quien esto firma le importa una higa pero que tiene un enorme prestigio en cuanto debate televisivo, radiof¨®nico o escrito se precie. Si usted tiene algo que ver con esto del bal¨®n y sale una ma?ana de casa no se asuste si un viandante cualquiera le espeta: ¡°?Qui¨¦n es el mejor jugador del mundo, Messi o Cristiano?¡±. Hace unas fechas a Xavi, jugador que disfruta de una merecid¨ªsima prejubilaci¨®n en Qatar, le hicieron esa pregunta. Y contest¨® lo que le vino en gana: ¡°No hay punto de comparaci¨®n salvo que seas del Madrid¡±. La que se arm¨®. Tronaron las cornetas del apocalipsis futbol¨ªstico despellejando al autor de tama?a afrenta. Y a tan ilustres jinetes se uni¨® el propio CR, recordando que ¨¦l tiene tres Balones de Oro, Xavi ninguno ¡°y juega en Qatar, creo¡±. El problema es que cualquier aficionado madridista, salvo que le d¨¦ al pimple, cambiar¨ªa los tres Balones de Oro de Cristiano por las ocho Ligas y las cuatro Champions que en 15 a?os gan¨® el tal Xavi con el Bar?a. La duda es: ?los cambiar¨ªa tambi¨¦n Cristiano?
Uno considera, aunque lo que considere uno es lo de menos, que no hay jugador en el mundo como Messi ni goleador como CR. El primero es el ¨²nico futbolista conocido capaz de hacerlo todo, y todo bien, en un campo de f¨²tbol. El segundo es un se?or que se hurga la nariz por la ma?ana y se le cae un gol. Pero sobre gustos, los colores. Pongamos un ejemplo: tiene el Real Madrid una televisi¨®n propia, que se puede ver en abierto gracias a la concesi¨®n de un Gobierno que piensa que el Madrid es un bien de inter¨¦s general. Y en sus programas no hay redactor o contertulio que no a?ada al nombre de Cristiano la coletilla ¡°el mejor jugador del mundo¡±. Y como no les obligar¨¢n a ello, pues habr¨¢ que colegir que as¨ª lo piensan, adultos como son. En la otra orilla, un peri¨®dico del Barcelona (el del est¨¢ bien puesto) public¨® un art¨ªculo titulado ¡°Las ocho razones por las que Cristiano no debe ganar el Bal¨®n de Oro¡±. Una de ellas es que su Eurocopa fue pobre. Otra, que no brill¨® en la final, de la que se retir¨® lesionado al inicio: ¡°Desde fuera del campo Cristiano vio c¨®mo la selecci¨®n portuguesa se convert¨ªa en campeona de Europa y que eso suced¨ªa sin que ¨¦l fuera relevante¡±, se asegura. Ah¨ª es nada: CR convertido en el primer jugador de la historia que no es relevante sentado en el banquillo. ?Es o no es insufrible el debate?
Y as¨ª and¨¢bamos cuando Ra¨²l Gonz¨¢lez, ¨ªdolo que fue, es y ser¨¢ del madridismo, y que hoy ejerce de embajador de la Liga en EE?UU, acudi¨® a una fiesta que el Bar?a organiz¨® en Nueva York. Y all¨ª se hizo unas fotos con los emisarios del club azulgrana, entre ellos Hristo Stoichkov. Fue este un extraordinario jugador que alguna vez pis¨® a un ¨¢rbitro y que siempre que es preguntado por el Madrid responde con una soplapollez (perd¨®n por el t¨¦rmino, pero este columnista no encuentra otro m¨¢s ajustado). El grito en el cielo pusieron los defensores de los valores del madridismo, que opinan que, saludando a ese individuo, Ra¨²l cometi¨® un delito de lesa humanidad. Y a uno, as¨ª, a bote pronto, se le ocurre esta definici¨®n de madridismo: 16 temporadas, 741 partidos, 323 goles, tres Copas de Europa, seis Ligas, dos Copas Intercontinentales... En una palabra, Ra¨²l.
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