Argentina cae en casa ante Paraguay y se retira con silbidos (0-1)

Al parecer ocurrir¨¢ con Edgardo Bauza lo mismo que ocurri¨® con Gerardo Martino. Al igual que en el proceso anterior, el equipo sufre mucho cuando no tiene a Messi. El entrenador que ganara 2 veces la Copa Libertadores tuvo que encarar la preparaci¨®n del partido ante Paraguay con varias ausencias, entre ellas, una con una relevancia hist¨®rica. Los embates de Paolo Guerrero y sus compa?eros, en Lima, llenaron de tarjetas amarillas la zaga defensiva de Argentina. Entonces, tuvieron que ingresar Gabriel Mercado por Pablo Zabaleta, Mart¨ªn Demichelis por Nicol¨¢s Otamendi y Mateo Musacchio por Ramiro Funes Mori. El temor en la previa pasaba por como iba a responder Demichelis, inactivo desde el 1 de mayo, al punto que ni siquiera pudo debutar en su nuevo equipo, Espanyol de Barcelona, al cual lleg¨® como agente libre.

El presente de Mateo Mussachio es bien diferente dado que atraviesa una buena temporada en Villarreal. Mil¨¢n de Italia y Chelsea de Inglaterra ya se han enterado del trascender del zaguero argentino y le pretenden. No obstante, el joven defensor apenas ten¨ªa 3 partidos con la albiceleste. El caso de Mercado es bien diferente dado que era el lateral derecho preferido de Martino luego de la trascendental victoria argentina ante Colombia en Barranquilla y mucho m¨¢s luego de anotar frente a Chile y Bolivia, por Eliminatorias. Con estas dudas Argentina encar¨® un partido clave ante Paraguay. Pero el que fall¨® fue el n¨²mero puesto. Marcos Rojo, el ¨²nico de los defensas titulares, nunca pudo acertar en la marca sobre Derlis Gonz¨¢lez y por all¨ª lleg¨® el desnivel de la visita. A los 18 minutos, un pase de Angel Romero hace que el atacante del Dinamo de Kiev despegue y corra unos 30 metros para disparar violentamente hacia la red.

El tango que llora Bauza tambi¨¦n incluye a Lucas Biglia y Augusto Fern¨¢ndez, lesionados en sus respectivos clubes antes de disputar los partidos ante Per¨² y Paraguay. El segundo, incluso, tendr¨¢ una larga inactividad producto de la rotura de ligamentos de una de sus rodillas. Es por eso que el entrenador prob¨® con Mat¨ªas Kranevitter ante Per¨² y con Ever Banega ante Paraguay pero ninguno pudo suplir a sus compa?eros. El tercero que se gan¨® un lugar fue Paulo Dybala, pero tampoco hizo pie. Con todo, Gonzalo Higua¨ªn y Sergio kun Ag¨¹ero quedan absolutamente desconectados del equipo y, en suma, las pocas buenas chances que tienen las malogran. ¡°Cuando nos vayamos nos van a extra?ar¡± dijo a la prensa en la semana el atacante del Manchester City. Tras malograr el penal que le toc¨® patear en el inicio del segundo tiempo (y que hubiese sido el empate argentino) no hubo lugar para nostalgias y casi todo el estadio pidi¨® su salida, pero Bauza le dio cr¨¦dito y lo mantuvo hasta el final.

Claro est¨¢ que la gran ausencia es la del mejor jugador del mundo. Cuando Lionel Messi no se pone la celeste y blanca, Argentina se parece a un dj que s¨®lo programa baladas. Ni Dybala, ni Ag¨¹ero, ni Lamela, ni Gait¨¢n, ni Correa. Ni siquiera Di Mar¨ªa. Tampoco ninguno de los que se puedan nombrar de aqu¨ª a futuro pueden aportar ese cambio de ritmo que deja a toda la defensa rival congelada. Ni Biglia, ni Banega, ni Kranevitter. Ni siquiera Mascherano pueden meter esos pases veloces y con precisi¨®n de cirujano para dejar a los atacantes de cara al arquero de la contra. Por ¨²ltimo, ni Higua¨ªn, ni Ag¨¹ero, ni Pratto pueden mandar tantas pelotas a la red como el astro del FC Barcelona. Entonces, la historia se repite y el rompecabezas es ahora la inquietud de otro entrenador.

Al igual que bajo la gesti¨®n de Martino, la selecci¨®n argentina sufre m¨¢s de lo necesario cuando Messi no puede jugar (y eso que hasta se ha pagado billetes de avi¨®n para poder participar). El equipo pierde conectividad entre l¨ªneas, no dispara al arco y las intenciones se pierden en individualidades sin sentido como disparos de Di Mar¨ªa desde lejos y patriadas de Mascherano que sobresalen no solo por la estirpe del capit¨¢n sino tambi¨¦n por el escaso ¨ªmpetu con el que marcan sus compa?eros. Al equipo, incluso, se lo ve abatido y sin motivaci¨®n cuando las cosas no le salen, fallas que son atribuibles al cuerpo t¨¦cnico.

Argentina queda lejos de las primeras posiciones de la eliminatoria sudamericana y en noviembre deber¨¢ visitar a Brasil en Belo Horizonte. El cl¨¢sico rival y nuevo puntero. Resta saber si Bauza empe?ar¨¢ su futuro en este grupo de jugadores o si se la jugar¨¢ por jugadores con mucho m¨¢s para ganar que para conservar como pueden ser, por caso, los que participan en la liga argentina. Tambi¨¦n est¨¢ la otra opci¨®n: que regrese Messi y los problemas de siempre queden sepultados bajo la alfombra para que exploten en otro momento.