Un guardaespaldas en la fiesta de Messi
Umtiti se grad¨²a con ¨¦xito en un duelo con el City que le oblig¨® a jugar varios papeles
Agotados una vez m¨¢s los merecidos elogios a Messi, el duelo con el City dej¨® una huella luminaria para el Bar?a. Pese al en¨¦simo monocultivo de La Pulga, en la trastienda del choque se elev¨® por encima de todos un guardaespaldas inesperado: Samuel Umtiti. Reci¨¦n llegado de puntillas, sin apenas cartel, con la mochila del mal fario azulgrana con los centrales fichados en las ¨²ltimas d¨¦cadas y con la sombra infinita de tanto jerarca alrededor de Leo, el franc¨¦s se gradu¨® con sobresaliente ante los de Guardiola. Y no en un encuentro cualquiera, sino en una jornada de enjundia en la que las circunstancias le obligaron a jugar muchos partidos al mismo tiempo. Sin ruido, a los 22 a?os, este muchacho de origen camerun¨¦s sali¨® m¨¢s que airoso de todos los retos que se le plantearon. En el f¨²tbol no hay ma?ana, se suceden los desmentidos y los cometas fulgurantes, pero quiz¨¢ este jovenzuelo est¨¦ en disposici¨®n de exorcizar del imaginario cul¨¦ a los Christanval, Bogarde, D¨¨hu, Chigrinsky, Vermaelen¡
En su sexto partido de Champions, el segundo con el Bar?a, a Umtiti le lleg¨® su primer encuentro de gala con los barcelonistas. Una prueba de fuego para quien aterriz¨® en el club sin pompa alguna, m¨¢s bien bajo sospecha tras tanto central de saldo. Un exigente examen para reaparecer tras 23 d¨ªas lesionado. Y m¨¢s severo aun cuando se fueron a la enfermer¨ªa Jordi Alba, su colega en el costado izquierdo de la zaga, y Piqu¨¦, el jefe del barrac¨®n. Al galo le toc¨® asumir los galones que a¨²n no le han dado y no tirit¨® jam¨¢s. Ni un parpadeo de angustia, ni una mueca de p¨¢nico. Ni siquiera cuando, zurdo como es, le toc¨® custodiar el lado derecho de la defensa para que Mathieu, otro siniestro cerrado, impusiera su veteran¨ªa para jugar m¨¢s c¨®modo, en su h¨¢bitat natural. La expulsi¨®n de su paisano hizo que Umtiti mutara de nuevo en el ¨²ltimo tramo del choque. Ni as¨ª se raj¨®. El bleu se despleg¨® con la misma madurez que ya demostrara con Francia en la reciente Eurocopa, donde debut¨® el pasado 3 de julio antes de alistarse incluso en la final. Por lo visto, un veterano prematuro que no nota las sacudidas de los altos vuelos.
Pocos centrales del planeta est¨¢n m¨¢s expuestos que los del Bar?a, que deben dar carrete al juego a partir del portero y que tantas veces se ven obligados a arrestar a los rivales en inferioridad num¨¦rica, a campo abierto. Facetas nuevas para Umtiti, que ni pesta?e¨® cuando tuvo que dar 15 pases a Ter Stegen o cuando el City le encapsul¨® con su presi¨®n alta. El central enganch¨® con todos sus compa?eros salvo con Luis Su¨¢rez, el ¨²nico que no recibi¨® un pase del exjugador del Lyon. Y lo m¨¢s importante, acert¨® en 64 de los 68 toques de bal¨®n (94 %). De los siete futbolistas de campo que disputaron todo el partido nadie tuvo m¨¢s acierto que ¨¦l. Para colmo, no hizo una falta.
El galo jug¨® con un aplomo extraordinario. ?Y si el Bar?a por fin tiene ojo para los centrales?
Aplicado en los cruces, con im¨¢n para los rebotes, efectivo para cabecear por las nubes, con pie delicado para la circulaci¨®n de la pelota y una visi¨®n cenital del juego, Umtiti dej¨® un aplomo extraordinario. Tanto cuando tuvo que enfrentarse a un rival sin un referente ofensivo claro, lo que incordia sobremanera a los de la retaguardia, como cuando Guardiola impuso una diana fija como Ag¨¹ero. Umtiti respondi¨® ante todas las tretas del duelo, que fueron muchas.
Solo es un advenedizo a punto de llevar a la reserva a Mascherano. La historia le juzgar¨¢. Lo que ya sabe el Bar?a es que el chico no solo tiene las condiciones por las que pag¨® 25 millones en fijos, sino que carece del mal de altura que pudo con tantos de sus predecesores en el puesto. ?Y si resulta que en el Bar?a por fin tiene ojo con los centrales? Umtiti, con mucho menos rodaje que sus antepasados pinta mejor que ninguno, incluso que el r¨ªgido y err¨¢tico Stones del Camp Nou, el del City, el zaguero m¨¢s caro de la historia. Tampoco los ingleses han sido catedr¨¢ticos para los centrales. De momento, en el d¨ªa de Messi y Guardiola se matricul¨® con nota. Y sin decir ni que dijeran ni mu. Como parece jugar de forma enga?osa, a lo Busquets, sin gaitas. A Piqu¨¦ le toca ahora apadrinarle como hiciera Puyol con ¨¦l. No se vislumbra mejor eslab¨®n tras a?os y a?os de defensas sin defensa. Veremos.
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