Opositar a Iniesta

Ni siquiera nueve jugadores para tres puestos, el overbooking del Barcelona en la medular de este curso, parece excesivo ahora que Andr¨¦s Iniesta est¨¢ lesionado de seis a ocho semanas por la rotura parcial del ligamento lateral externo de la rodilla derecha. Definido por Luis Enrique como ¡°patrimonio de la humanidad¡±, al t¨¦cnico no le queda otra que improvisar a la carrera porque ya no se trata de darle un relevo puntual para tenerle siempre a punto sino que es un cambio exigido. Y opositar a Iniesta, presente en todos los duelos capitales, como los venideros ante el Manchester City, frente al Sevilla en el Pizju¨¢n e incluso contra el Madrid en el Camp Nou, no es sencillo. Pero queda un abanico de recursos por m¨¢s que las lesiones castiguen al equipo, toda vez que en esta temporada solo siete de 22 (Busquets, Denis, Luis Su¨¢rez, Neymar, Alc¨¢cer, Digne y Masip) no han pasado por la enfermer¨ªa.

No hay una l¨ªnea que rote m¨¢s que la del centro del campo azulgrana, aunque se d¨¦ por sabido que Busquets es el eje y la palanca del equipo al tiempo que Rakitic e Iniesta act¨²an de volantes. Imprescindible el croata para componer y completar el tri¨¢ngulo con Sergi Roberto y Messi por la derecha, porque cubre en la transici¨®n rival defensa-ataque los espacios que genera Leo, adem¨¢s de las espaldas del lateral, queda por ver qui¨¦n toma el relevo del 8, del capit¨¢n. Entre otras cosas porque Iniesta es el desequilibrio con el bal¨®n entre los pies, tambi¨¦n quien enlaza con la delantera por sus movimientos de entrel¨ªneas y sus pases definitivos, adem¨¢s de un trabajador incansable que se adapt¨® desde el inicio al mandamiento de Luis Enrique de ser medios de ¨¢rea a ¨¢rea, entregados a las idas y venidas. Descontado Sergi Roberto porque atr¨¢s se ha hecho fuerte y le ha ganado la partida a Aleix Vidal, son cuatro jugadores los que se postulan para el interior izquierdo: Arda Turan, Denis Su¨¢rez, Andr¨¦ Gomes y Rafinha.

Dec¨ªa el anterior director deportivo, Andoni Zubizarreta, que no se trataba de clonar a Xavi o Iniesta porque era tarea imposible, que la transformaci¨®n consist¨ªa en evolucionar la idea aprovechando las caracter¨ªsticas de los que llegaran con la idea de ser reconocibles en el juego y saltar el list¨®n. Pero no queda otro guardi¨¢n del estilo azulgrana m¨¢s evidente que el 8 y Luis Enrique lo tiene claro: ¡°Andr¨¦s es un jugador ¨²nico, que tiene ojos en la nuca y que pone la calidad al servicio del equipo¡±. Y sin ¨¦l, toca el cambio. Algo que ya pod¨ªa intuir el Barcelona, que en los dos ¨²ltimos veranos se ha gastado 72,5 millones en reforzar el centro del campo (34 por Arda; 35 por Andr¨¦ Gomes; y 3,25 por Denis Su¨¢rez), y que cuidaba Luis Enrique porque reserv¨® a Iniesta durante el curso anterior en los partidos menores y en este, superada su primera lesi¨®n ¡ªtambi¨¦n en la rodilla derecha¡ª, repet¨ªa con firmeza la ecuaci¨®n ante la inconformidad deportiva del jugador de mantener el tipo y el f¨²tbol sobre el c¨¦sped.

Parece el momento para Arda Turan, futbolista que se encall¨® en la temporada anterior pero que en esta va con el turbo, al menos cerca del ¨¢rea contraria porque suma cinco tantos y cuatro asistencias. En medio, en cualquier caso, pone m¨¢s pausa que agitaci¨®n y le cuesta correr hacia atr¨¢s, necesidad de un Barcelona que presiona arriba y que, de ser superada la primera l¨ªnea del acoso, debe cerrar l¨ªneas y ponerse cuanto antes entre la pelota y la porter¨ªa de Ter Stegen. Otro candidato es Andr¨¦ Gomes, que fue el primero en coger el relevo en la Supercopa de Espa?a, futbolista con recorrido por m¨¢s que su ritmo no sea demasiado alto. Hace las entregas f¨¢ciles, preocupado en definirse por el juego de posesi¨®n y no por un mal pase, circunstancia que tambi¨¦n le avala como mediocentro ocasional cuando a Busquets le toca descanso.

El paso atr¨¢s de Messi

Rafinha, multiusos por decreto porque Luis Enrique lo utiliza de carrilero o de extremo, de falso nueve o interior, es otro que pide turno. Con cuatro tantos en otras tantas titularidades, es el m¨¢s completo en lo f¨ªsico y mezcla de primeras sin titubeos, jugador con llegada y facilidad para el corte. Pero de momento ocupa las parcelas de la derecha porque juega a pierna cambiada para exprimir el recorte hacia dentro y el disparo, como bien ejemplific¨® ante el Legan¨¦s. Quiz¨¢ el m¨¢s parecido a Iniesta sea Denis Su¨¢rez, con el librillo del Bar?a en las botas y la cabeza, con desequilibrio y conducci¨®n, tambi¨¦n el ¨²ltimo pase. Empez¨® como un tiro el curso ¡ªtitular en los tres primeros encuentros¡ª, pero perdi¨® peso y protagonismo tras el descalabro ante el Alav¨¦s, la derrota en el Camp Nou. A favor tiene el buen entendimiento con Messi (como demostr¨® durante la pretemporada), que no actuar¨¢ de Iniesta pero que puede aparecer por el medio sin problemas para trasladar el esf¨¦rico al ¨¢rea opuesta, tambi¨¦n para fabricar f¨²tbol en las zonas determinantes. O concluirlo porque seis de los ¨²ltimos 11 tantos del equipo son suyos, aderezados por el tridente (dos de Luis Su¨¢rez y uno de Neymar) y completados por Rafinha, que le hizo dos tantos al Deportivo.

Iniesta, campe¨®n del mundo y capit¨¢n del Bar?a, nominado de nuevo al Bal¨®n de Oro y santo y se?a azulgrana, deja un hueco enorme hasta al menos el cl¨¢sico (3 de diciembre), que es cuando el futbolista aspira a regresar. Desde el club no ponen plazos y se sisea que quiz¨¢ no juegue hasta el a?o pr¨®ximo. Sustitutos hay, pero Luis Enrique debe decidir a qu¨¦ quiere jugar con uno u otro.