El tridente olvida a ¡®Busi¡¯

Hay un jugador que sale se?alado en cada derrota del Bar?a y no es un cualquiera sino que se trata de Busquets. Alguno de los goles encajados y ocasiones concedidas han llegado despu¨¦s de que el mediocentro perdiera el bal¨®n por la presi¨®n del rival, como se vio ante el City. Hay veces incluso en que el centrocampista cede m¨¢s pelotas a sus defensas (24) que a los interiores (20) y a los delanteros (11), como constat¨® El Peri¨®dico en el Etihad. Muy exigido por su equipo, porque no tiene sustituto, Busquets se ha convertido en la diana de los contrarios, que le atacan sin descanso, sabedores de que si fuerzan su error llegar¨¢n hasta Ter Stegen.

Ante tal afrenta, Busquets no solo necesita ponerse en forma, sino que precisa de l¨ªneas de pase, la colaboraci¨®n de los laterales y volantes y sobre todo el esfuerzo de Messi, Su¨¢rez y Neymar. Hasta cierto punto sorprende que el futbolista m¨¢s solidario, y tambi¨¦n el que m¨¢s defiende al colectivo sea el que menos ayuda recibe de su equipo, entregado al tridente, una f¨®rmula tan resolutiva como comprometedora para el estilo del Bar?a. El f¨²tbol barcelonista no ha salido siempre desde el puesto del 4, la demarcaci¨®n de Milla, Koeman y Guardiola y tambi¨¦n de M¨¢rquez o Edmilson, sino que la fuente de alimentaci¨®n tambi¨¦n se ha situado en la demarcaci¨®n del 6 y del 8, dos puestos hoy agotadores y por tanto los m¨¢s afectados por las rotaciones de Luis Enrique.

El juego se simplific¨® tanto en favor del tridente, habitualmente decisivo ¡ªMessi suma 15 goles; Su¨¢rez, 10 y Neymar, 6; 31 de 49 goles¡ª que cuando se pierde, se mira a Busquets. Los delanteros actuaron como jugadores de equipo en el Etihad hasta el 0-1 y fueron solistas a partir del 1-1. Y, con o sin evoluci¨®n, hay dos principios irrenunciables en el Bar?a: pasarse bien el bal¨®n y ser generosos en la defensa de lo que significa Busi.