El Atl¨¦tico castiga la endeblez de Osasuna
El equipo de Simeone se impone con facilidad en un estadio sin el alma de siempre


El Sadar era otra cosa. Un enjambre de ruido que acompasaba al f¨²tbol espasm¨®dico y vertical de su equipo. Casi nada de eso ofreci¨® Osasuna, que le concedi¨® una victoria c¨®moda al Atl¨¦tico desde un perfil de conjunto blando que hizo demasiadas concesiones. Y se las hizo al equipo que mejor rentabiliza los errores del contrario.
La destituci¨®n de Mart¨ªn y las formas han generado un desencanto generalizado entre el osasunismo que se palp¨® en ese exceso de silencio. La pancarta instalada en el grader¨ªo sur que reivindicaba la figura del t¨¦cnico que logr¨® el ascenso y revitaliz¨® a un club judicializado por los ama?os explicaba ese d¨¦ficit de decibelios. La pancarta de tributo a Fidel Castro, ¡°Hasta la victoria siempre¡± y las agitadoras canciones de AC/DC, Barricada o Rosendo que tronaron por la megafon¨ªa fueron un mero envoltorio sin apenas acompa?amiento del equipo y de la grada. Dur¨® Osasuna en pie lo que tard¨® el Atl¨¦tico en centrarse. Tuvo un arranque timorato el equipo de Simeone reflejado en que cedi¨® a saque de esquina en el primer bal¨®n del partido. El descontrol en los primeros coletazos del partido se?al¨® que la fragilidad defensiva del equipo tiene menos que ver con la posici¨®n de Koke que con la falta de concentraci¨®n y concesiones individuales. Otros d¨ªas han sido God¨ªn, Gabi o Juanfran. En El Sadar fue Gim¨¦nez, que volvi¨® a cometer un penalti tan juvenil como innecesario. Empuj¨® a Oriol Riera en un centro lateral con el colegiado como espectador privilegiado. Mateu Lahoz no dud¨®. Tienen los penaltis de Gim¨¦nez una curiosa relaci¨®n con los que para Oblak. En M¨²nich, Eindhoven y en Pamplona el meta esloveno detuvo los lanzamientos por las penas m¨¢ximas protagonizadas por el central uruguayo. Esta vez Oblak se tir¨® a su izquierda para despejar el golpeo de Roberto Torres.
Antes de la concesi¨®n de fallar el penalti, Osasuna ya le hab¨ªa regalado medio gol al Atl¨¦tico. Un despeje de Fla?o rebot¨® en la cabeza de Tano y propici¨® un pase de Lucas para que Gameiro solo tuviera que empujarlo. Sucedi¨® que el delantero franc¨¦s no se atrevi¨® a definir con la izquierda y con la derecha no gir¨® el tobillo. Desaparecido ya Osasuna, su portero Nauzet transmiti¨® la debilidad y la inseguridad que ahoga a su equipo. La grada le silbo varios desplazamientos f¨¢ciles con el pie que mand¨® a saque de banda y tambi¨¦n se escuch¨® un runr¨²n inquisidor en un cabezazo franco de Gim¨¦nez en la frontal del ¨¢rea peque?a tras un saque de esquina. Ese bal¨®n debi¨® ser suyo. Igual que origin¨® el primer gol del Atl¨¦tico. De nuevo, un saque de esquina desde la izquierda que sobrevol¨® la raya del ¨¢rea peque?a de Nauzet sin que este lo interceptara. Tan parado en la raya de gol como sus defensas en la marca, observ¨® c¨®mo le superaba el testarazo limpio y centrado de God¨ªn.
La otra gran d¨¢diva de Osasuna se intu¨ªa que llegar¨ªa desde el planteamiento de Caparr¨®s. Valiente, decidi¨® que su equipo se instalara con la l¨ªnea defensiva muy adelantada para tratar de encajonar al Atl¨¦tico. Era cuesti¨®n de tiempo que un bal¨®n a la espalda explotar¨ªa la velocidad de Gameiro o de Correa. El argentino, antes del gol de God¨ªn, ya hab¨ªa profundizado por ese agujero, pero le falt¨® temple para superar a Nauzet, que realiz¨® su ¨²nica intervenci¨®n de m¨¦rito sacando el pie. Igual que en esta acci¨®n sali¨® ganador, del siguiente mano a mano con Gameiro sali¨® malparado. El franc¨¦s se plant¨® ante el meta osasunista tras otro pase filtrado por arriba a la espalda Fla?o y Unai Garc¨ªa. Nauzet hinc¨® la rodilla en el suelo para ese recurso tan de los porteros argentinos de hacer el cristo, pese a la distancia que le separaba a¨²n de Gameiro. El disparo de este le pas¨® a un palmo de su brazo, pero se conden¨® por arrodillarse antes de tiempo.
M¨¢s que desde el juego, las diferencias se marcaron por la enorme diferencia de efectivos. El 0-2 del descanso acab¨® con el partido. Carrasco, ya al borde del final, volvi¨® a evidenciar en otro error de Unai Garc¨ªa la flacidez de un equipo y un estadio irreconocibles.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
