Mark Taim¨¢nov, ajedrecista ruso represaliado por perder con Fischer
La URSS hizo de ¨¦l un paria tras su derrota ante el maestro estadounidense en 1971
El periodismo es a veces injusto con personajes de gran inter¨¦s, como Mark Taim¨¢nov (1926-2016) fallecido el lunes en San Petersburgo. Nacido en J¨¢rkov (Ucrania), fue uno de los mejores ajedrecistas del mundo a mediados de siglo, y un eminente pianista, y actor, y dec¨ªa que las mujeres eran su gran pasi¨®n. Pero se hizo famoso por las dram¨¢ticas consecuencias de perder por 6-0 ante el estadounidense Bobby Fischer en cuartos de final del Torneo de Candidatos de 1971 en Vancouver (Canad¨¢).
¡°En el Kremlin estaban convencidos de que me hab¨ªa dejado ganar por Fischer. Y el castigo fue dur¨ªsimo, como ajedrecista y pianista. No pod¨ªa viajar al extranjero, escribir art¨ªculos, dar conferencias o conciertos o clases o entrevistas en televisi¨®n ni exhibiciones; me quitaron el sueldo mensual y las condecoraciones. Pas¨¦ de ser una gloria nacional a un paria, que viv¨ªa de la caridad de sus allegados¡±. EL PA?S tuvo la suerte de entrevistar a Taim¨¢nov en enero de 1988 en el Club de Escritores de Mosc¨². Hasta entonces, el gran maestro nunca se hab¨ªa atrevido a hablar con un periodista extranjero sobre el episodio m¨¢s duro de su vida, pero el esp¨ªritu de la glasnost (transparencia informativa) propugnado por Mija¨ªl Gorbachov le hab¨ªa quitado el miedo.
Para las autoridades de Mosc¨² era inconcebible que una de las estrellas de la URSS (donde el ajedrez era una pasi¨®n nacional) pudiera perder por goleada ante nadie, y menos a¨²n frente a un ¡°enemigo¡±. Por fortuna para Taim¨¢nov, Fischer gan¨® en semifinales tambi¨¦n por 6-0 al dan¨¦s Bent Larsen: ¡°Alguna mente preclara del Kremlin debi¨® de pensar en la improbabilidad de que un sovi¨¦tico y un dan¨¦s coincidieran en dejarse ganar por un estadounidense. Y entonces me aliviaron un poco las sanciones, y al menos ganaba dinero para comer¡±, nos cont¨® el represaliado con una sonrisa ir¨®nica.
Su aterrizaje en el ajedrez fue a trav¨¦s de la m¨²sica y el cine. A los 11 a?os, cuando ya tocaba bien el piano, le propusieron ser el actor principal de la pel¨ªcula Concierto de Beethoven, para lo cual tuvo que aprender a tocar el viol¨ªn a marchas forzadas. Ese brillo polifac¨¦tico le vali¨® una invitaci¨®n especial para estudiar lo que quisiera en el Palacio de los Pioneros de Leningrado (actual San Petersburgo), donde los ni?os con talentos especiales acud¨ªan por las tardes. Eligi¨® el ajedrez, y su primer entrenador fue nada menos que Mija¨ªl Botv¨ªnik, multicampe¨®n del mundo y gran patriarca de la explosi¨®n popular del ajedrez en la URSS.
As¨ª empez¨® una carrera larga y muy brillante, s¨®lo lastrada por su falta de instinto asesino y el trauma de la derrota ante Fischer. Pero con muchas compensaciones en otros campos, como los innumerables conciertos a d¨²o con la primera de sus cuatro esposas, Ljubov Bruk, incluidos por Philips Classics en su colecci¨®n Los mejores pianistas del siglo XX. Todo ello no le impidi¨® casarse cuatro veces, en plena coherencia con una de sus frases m¨¢s significativas: ¡°Las mujeres son la mayor pasi¨®n de mi vida¡±.
Taim¨¢nov fue el ejemplo perfecto de lo que dijo otro grande del ajedrez, Siegbert Tarrasch, hace un siglo: ¡°El ajedrez, como el amor y la m¨²sica, hace felices a quienes lo practican¡±.
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