La inercia le da la victoria al Baskonia frente al Barcelona
El trabajo de los bases de Sito Alonso sofocan el esfuerzo y el acierto de Tomic
Los partidos que nadie merece ganar los puede ganar cualquiera. El asunto se liquida por actuaciones personales o circunstancias coyunturales, imprevisibles, Lo gan¨® el Baskonia (65-62) como lo pod¨ªa haber ganado el Barcelona, que vivi¨® la mitad del encuentro por delante en el marcador, pero se desinfl¨® cuando el Baskonia ajust¨® un poco su debil¨ªsima defensa y, sobre todo, apareci¨® la inspiraci¨®n de sus dos bases, Larkin y Beaubois, acostumbrados a acompasar el coraz¨®n con la cabeza.
Baskonia, 65 - Barcelona, 62
Baskonia: Larkin (14), Beaubois (19), Hanga (9), Tillie (2), Diop (3) ¡ªcinco inicial¡ª; Prigioni (-), Voigtmann (7), Blazic (-), Shengelia (5), Budinger (2) y Luz (4).
Barcelona Lassa: Rice (15), Koponen (13), Claver (-), Doellman (7), Tomic (18) ¡ªcinco inicial¡ª; Holmes (2), Dorsey (2), Navarro (2), Vezenkov (3), Eriksson (-) y Renfroe (-).
Parciales:?9-16, 15-14, 23-15, y 18-17.
?rbitros: Rocha (POR), Latisevs (LET)?y Zamojski (POL). Sin eliminados.
Pabell¨®n Fernando Buesa Arena. 14.236 espectadores.
Dif¨ªcil encontrar un partido de m¨¢ximo nivel con tantos lanzamientos que no tocaban el aro, tantas p¨¦rdidas, tantos errores en el pase, tanto atolondramiento, Dif¨ªcil saber qui¨¦n contagi¨® a qui¨¦n para poner guarismos de una pobreza singular. El Baskonia, tan volc¨¢nico, cerr¨® el primer cuarto con nueve puntos en su casillero por 16 del Barcelona. Lo primero se deb¨ªa al car¨¢cter err¨¢tico de todos los jugadores del equipo vitoriano, lo segundo al acierto de Tomic y Koponen, uno por dentro, otro por fuera. Baloncesto cl¨¢sico que le hac¨ªa so?ar al Barcelona con quebrar su mala racha como visitante y su taciturno deambular en la Euroliga.
El Buesa Arena, con la respiraci¨®n contenida por el rendimiento err¨¢tico del equipo, respir¨® cuando debut¨® Prigioni. Al menos ten¨ªa un argumento emocional al que agarrarse aunque el base argentino, santo y se?a del Baskonia, necesita tiempo para entender a su equipo y su aparici¨®n fue simb¨®lica. Ni una canasta pudo lograr en sus escasos minutos, aunque lo intent¨®. Era el tiempo de bases mas j¨®venes pero tan atrevidos como ¨¦l. Sobre todo, el tiempo de Beaubois, un percutor que no desfallece por el error. Dif¨ªcil encontrar un Baskonia que agote medio partido sin anotar un triple, 0 de 10 en la primera parte, al que sin embargo lleg¨® con un 24-30, que le permit¨ªa respirar el aire sofocante de los continuos errores. El Barcelona daba la impresi¨®n de ser un equipo al que le falta la grasa que hace funcionar las piezas. Rice reaccion¨® tarde y todo reca¨ªa en Tomic, acertad¨ªsimo en el rebote y, sobre todo, en los tiros libres.
Pero el Baskonia ya hab¨ªa encontrado un sendero en un partido frondoso. Aunque solo consigui¨® ponerse por delante en el marcador en las postrimer¨ªas del tercer cuarto. Beaubois tuvo mucho que ver en ello. Hay triples que valen m¨¢s que tres puntos. Cuando el franc¨¦s lo consigui¨®, ya en el tercer cuarto, al Baskonia le dio un subid¨®n que no mejor¨® su juego, pero increment¨® su ilusi¨®n, su fe. Se perdieron las noticias de Koponen, Dorsey alternaba errores y aciertos y el resto acompa?aba a Tomic como una segunda vez casi imperceptible. Era Tomic contra el Baskonia.
Hasta que llegaron los momentos decisivos. Y entonces se miraron a los ojos Larkin y Rice. O tu o yo, se dijeron con la mirada. Con el partido en el alambre, anot¨® un tripe Larkin y le respondi¨® con otro Rice para empatar a 60 puntos. Y anot¨® un triple Larkin y le respondi¨® Rice con dos tiros libres (63-62). Y entonces surgi¨® Beaubois para cobrarse una personal que sentenci¨® el partido. Pudo ganar cualquiera y gan¨® el Baskonia. Las tendencias, a veces, ganan los partidos. Y la del Barcelona no es buena.
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