Albert Llovera, cuando correr ya es ganar
El piloto de Andorra, parapl¨¦jico desde los 18 a?os, afronta su quinto rally Dakar, el segundo consecutivo en camiones
En octubre de 2015 Albert Llovera (Andorra, 50 a?os) ya se hab¨ªa hecho a la idea de que ese a?o, a diferencia de los dos anteriores, no se subir¨ªa en un avi¨®n rumbo a Buenos Aires el 26 de diciembre. El piloto de Andorra no iba a participar en el Dakar solo unos meses despu¨¦s de terminarlo por primera vez en su tercera participaci¨®n, la segunda consecutiva a los mandos del buggy de MD Ralley Sport. "Me qued¨¦ sin copiloto y los de buggy se quer¨ªan ir al ?frica Race. Yo me negu¨¦ porque no ten¨ªa repercusi¨®n. Negoci¨¦ con Ford, pero al final se lo llev¨® Xevi Pons. Ten¨ªa claro que no iba a ir", asegura Llovera.
Entonces, cuando ya no ten¨ªa esperanzas, a 12 d¨ªas de que muchos veh¨ªculos embarcaran rumbo a Argentina, recibi¨® una llamada que lo cambi¨® todo. "Era el coordinador de Tatra. Se lesion¨® uno de sus pilotos y buscaban a alguien. Me pregunt¨® si quer¨ªa correrlo en un cami¨®n y en cuanto me dijo que no era de asistencia, que era de carreras, le dije: 'nos vamos". Era la primera vez que se sub¨ªa a uno y logr¨® terminar la prueba en la posici¨®n n¨²mero 35. Iba a todo trapo, pisando a fondo unas m¨¢quinas limitadas a 140 kil¨®metros por hora. En 2017 ser¨¢ su segunda experiencia.
Llovera se subi¨® este lunes, otro 26 m¨¢s, a un avi¨®n rumbo al Dakar sin miedo a nada. Ni a los espasmos, ni a la anemia, ni a su insomnio y, ni siquiera, a las consecuencias que le suponga a su cuerpo competir, una vez m¨¢s, en el rally m¨¢s extremo del mundo. Solo quiere correr. Lo hace desde que a los 18 a?os qued¨® parapl¨¦jico en un accidente mientras esquiaba con el equipo ol¨ªmpico de Andorra, con el que hab¨ªa competido en los Juegos de Invierno en Sarajevo en 1984.
Poco despu¨¦s de quedarse en silla de ruedas descubri¨® la velocidad, la adrenalina, su pasi¨®n. Disfruta con ella, ya sea en un coche, en un buggy o en un cami¨®n y en cualquier prueba. Tambi¨¦n en el Dakar, rally que poco se asemeja a lo que a ¨¦l le gusta. "Mi jefe de equipo me dice que no sabe por qu¨¦ voy, siempre me suelta: 'T¨² eres muy poco conservador, eres un depredador nato'. Es la verdad, por eso me gusta m¨¢s la prueba de Argentina porque soy m¨¢s racing¡±. Como buen depredador, lo que le va es la adrenalina. "La descargo antes de ir al Dakar", afirma, "este a?o he corrido cuatro etapas del rally cross, que no tiene nada que ver. Esto es adrenalina pura y en el Dakar la tienes que ir dosificando porque si no, no duras ni una etapa. Aqu¨ª tienes que ir tranquilo, pensando todo el d¨ªa. Hay que estar muy atento", asegura Llovera.
"Me mataban los espasmos"
En el Dakar, adem¨¢s de disfrutar, sufre m¨¢s de la cuenta, especialmente en la altura de Bolivia. "Cuando iba conduciendo me mataban los espasmos. Se me mov¨ªan las piernas unas 16 o 18 horas al d¨ªa. En el cami¨®n me quedaba aer¨®bico porque me trabajan todos los m¨²sculos del cuerpo. Me estaban consumiendo", asegura el piloto, sin sensibilidad de los abdominales hacia abajo. "Adem¨¢s, ten¨ªa anemia, no com¨ªa nada. Ten¨ªa el plato delante y no pod¨ªa. Todos me dec¨ªan: 'Albert, come algo que vas a petar'. Com¨ªa y lo vomitaba todo, no me entraba nada. Si aguant¨¦ fue por la prote¨ªna que me daban", cuenta.
Pese a todo eso, y a lo maltrecho que pueda volver a estar, volver¨¢ a sentarse en su cami¨®n el pr¨®ximo d¨ªa 2 de enero en Asunci¨®n, desde donde arrancar¨¢ el Dakar. "En mi vida me habr¨ªa pensado que subir¨ªamos por sitios as¨ª con un cami¨®n. Adem¨¢s, hay mucho pique pero cuando uno de ellos se golpea, el otro se para. Es la ley de los camiones. Esto en los coches no pasa, si no hay sangre no paras", asegura Llovera, que volver¨¢ a revivir todo, el sufrimiento y la pasi¨®n del Dakar, en apenas seis d¨ªas.
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