Carlsen recuerda que es humano

La ausencia de disciplina que el noruego reconoce en su r¨¦gimen de entrenamiento ¨C¡°No tengo horarios fijos, pero siempre estoy pensando en el ajedrez¡±- se ve tambi¨¦n en su llegada a los escenarios. Hoy ha entrado a toda prisa justo cuando sonaba el gong de inicio de la ronda (en este torneo no hay tolerancia cero); y, tras saludar a Giri, rellenar la planilla y hacer las primeras jugadas r¨¢pidamente en unos segundos, ha vuelto a la peque?a habitaci¨®n donde los jugadores comen y beben durante las partidas para recuperar una bolsa que hab¨ªa dejado all¨ª con tres botellas de agua; ha dejado dos en la nevera y se ha llevado una a la mesa.

Pero, en lugar de volver a sentarse, ha preferido pasear por el escenario para ver las aperturas de las otras partidas, mientras el holand¨¦s pensaba. De los diez minutos reglamentarios para que los fot¨®grafos hagan su trabajo, Carlsen s¨®lo ha posado uno, el ¨²ltimo, porque le tocaba jugar y necesitaba pensar. Al parecer, el campe¨®n del mundo no quiere entender que facilitar esas fotos deber¨ªa ser una de sus obligaciones con los organizadores y patrocinadores que tan bien le pagan.

La partida no es nada atractiva para el aficionado de nivel medio o bajo, porque consiste en una fin¨ªsima exhibici¨®n t¨¦cnica del noruego para lograr una peque?a ventaja e ir doblegando la defensa del muy correoso holand¨¦s. Ese tipo del aficionado hubiera disfrutado del remate, pero Carlsen ha fallado con estr¨¦pito justo ah¨ª, lo que le ha obligado a volver a empezar, esta vez sin ¨¦xito. Adem¨¢s, es posible que el cansancio acumulado durante siete horas le pase factura ma?ana al noruego, cuando tenga que ganar con negras a Richard Rapport.

El campe¨®n sigue en la estela de So, quien no ha tenido ninguna oportunidad de doblegar con blancas a Eli¨¢nov, como s¨ª ha hecho Sergu¨¦i Kariakin a Lev¨®n Aroni¨¢n, aunque tambi¨¦n es cierto que el subcampe¨®n del mundo ha omitido un truco bastante f¨¢cil en la jugada once que le hubiera permitido ganar una pieza con muy poca compensaci¨®n para el armenio.

De las otras cuatro partidas, el varapalo de Yi Wei Van Wely es sin duda lo m¨¢s interesante. Aunque, a diferencia del combate feroz que gan¨® ayer a Rapport, Wei hab¨ªa preparado en casa el sacrificio de pieza, la victoria sirve para que el joven chino vuelva a cotizar al alza tras un par de a?os m¨¢s bien grises, si se comparan con su mete¨®rica progresi¨®n anterior. Todo indica que el resto del torneo ser¨¢ una carrera entre Carlsen y So, pero Yi Wei y Eli¨¢nov pueden tener una oportunidad de aprovechar que los dioses del deporte son humanos.