La mutaci¨®n de Cristiano Ronaldo

Cristiano Ronaldo no es de los que disimulan. Sus gestos hablan por s¨ª solos. Si la grada le pita, resopla, mueve la cabeza de un lado a otro y suelta alguna que otra palabrota. Cuando no marca suele desquiciarse y no siempre se queja por su fallo sino por los de sus compa?eros, porque interpreta que tal bal¨®n no le ha llegado como deb¨ªa. En las noches m¨¢s aciagas, con la porter¨ªa tan cruzada que el bal¨®n no entra ni con un mando, directamente se le ha visto desconectar del juego. Nada de eso pas¨® el mi¨¦rcoles en la victoria del Madrid contra el N¨¢poles (3-1) en la ida de los octavos de Champions. El portugu¨¦s no marc¨®, no estuvo l¨²cido en el remate, pero s¨ª en crear juego y asistir a sus compa?eros. Sin muecas ni resoplidos por no ser el centro de atenci¨®n.

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Como si hubiese asumido que lo puede ser tambi¨¦n de otra forma y no necesariamente marcando. Todas las ocasiones de gol que tuvo Benzema en la primera parte nacieron de las botas de Cristiano, con quien el franc¨¦s combina muy bien. Los pases llegaban desde la izquierda y desde la derecha. En esa banda empez¨® Cristiano la segunda parte en un intercambio de posiciones con James. Recuper¨® una pelota en el campo del Madrid, enfil¨® la banda, lleg¨® hasta el fondo, recort¨®, levant¨® la mirada y vio a Kroos con los brazos en alto pidi¨¦ndole el bal¨®n. El alem¨¢n marc¨® el 2-1. Poco antes de esa jugada, Cristiano ped¨ªa a los suyos que salieran del ¨¢rea.

El pase de gol del portugu¨¦s a Kroos es el quinto en la Champions. Es el m¨¢ximo asistente del Madrid en Europa. Una se?al m¨¢s de lo que parece estar siendo una mutaci¨®n. Una mutaci¨®n, por cierto, no tanto planificada sino dictada por el paso del tiempo y tambi¨¦n por la rivalidad que vive con Leo Messi.

Elogios de Zidane

La rapidez del portugu¨¦s no es la del jugador que lleg¨® a Chamart¨ªn en 2009. Cristiano tiene ahora 32 a?os y ha debido aprender a dosificarse. Tambi¨¦n para evitar el desgaste en las rodillas y en los cart¨ªlagos que le han dado la lata en los ¨²ltimos a?os.

Por eso Zidane le ha incluido en las rotaciones, para que llegue en plenitud a los ¨²ltimos tres meses de temporada. Consciente de que ya no puede marcar 50-60 goles por a?o ¡ªen los ocho que lleva en el Madrid, salvo el primero, que estuvo fuera varias semanas por lesi¨®n, nunca ha bajado de los 50¡ª, Cristiano se ha dado cuenta de que puede aportar otras cosas. En paralelo a la evoluci¨®n que, por ejemplo, ha tenido Messi al que se le est¨¢ valorando mucho pese a bajar su rendimiento goleador, ha visto que existen otras facetas adem¨¢s del gol.

Todo es cuesti¨®n de asimilarlo porque ¨¦l siempre ha vivido del gol y del protagonismo que dan los goles. El mi¨¦rcoles pareci¨® sentirse a gusto por primera vez. Normalmente, si Cristiano se queda sin marcar, a Zidane siempre se le pregunta por c¨®mo est¨¢ de ¨¢nimos el portugu¨¦s. Despu¨¦s de la victoria contra el N¨¢poles, fue el t¨¦cnico franc¨¦s el que sac¨® el nombre de Cristiano. Lo hizo cuando le preguntaron por Benzema. ¡°Tambi¨¦n quiero destacar el partido de Cristiano, ha sido muy bueno¡±.

Al portugu¨¦s se le ha visto jugar de nueve en varios partidos, pero es una posici¨®n en la que no se siente c¨®modo. Siempre tiende a caer a banda porque es su h¨¢bitat natural. En la Champions, lleva dos goles, menos de la mitad que pases de gol. Son 9 tantos menos, por ejemplo, que la campa?a pasada a estas alturas. Han bajado sus registros goleadores, pero ha descubierto que puede aportar m¨¢s cosas.