Irlanda deja a Inglaterra sin Grand Slam

Inglaterra conjuga el verbo perder 17 meses despu¨¦s. Han revalidado el t¨ªtulo del Seis Naciones pero se quedan sin la doble guinda. La primera, el Grand Slam: los ingleses quer¨ªan ser el primer equipo que repet¨ªa el galard¨®n ¨Cganar todos los partidos- por primera vez desde 1992. La segunda, superar el r¨¦cord de victorias consecutivas de los All Blacks, que solo logran igualar (18 triunfos). Irlanda, la justicia po¨¦tica del rugby, fue el que dej¨® a Nueva Zelanda en 18 en noviembre pasado y la que, nadie es m¨¢s que nadie, ha dejado al XV de la Rosa en la misma cifra. Les toc¨® recibir el trofeo con caras mustias a los de Eddie Jones, que ve truncada en Dubl¨ªn su secuencia perfecta como seleccionador por una meritoria Irlanda, incapaz de pelear el t¨ªtulo pero orgullosa hasta la el ¨²ltimo aliento.

Inglaterra, que empezaba el torneo lamentando sus lesiones, ha exhibido fondo de armario. Escocia e Irlanda no han tenido tanta suerte, quiz¨¢s por una mera cuesti¨®n de efectivos. Bajas estelares como las de Conor Murray, Rob Kearney y Jamie Heaslip son m¨¢s dif¨ªciles de cubrir con una base de jugadores ¨Cunos 200.000- que apenas representa una d¨¦cima parte de la que disponen los ingleses. Las bajas irlandesas mermaban todas sus l¨ªneas, pero el foco estaba en el 9. Murray, un medio-mel¨¦ que cumple en todos los registros como escudero de Jonathan Sexton. Si Inglaterra iba a perseguir Sexton sin piedad ¨Cya lo dej¨® claro Jones el a?o pasado-, ten¨ªa una raz¨®n de m¨¢s. As¨ª lo hizo Maro Itoje, que se lanz¨® al hombro del 10 irland¨¦s en la primera secuencia a campo abierto.

La respuesta irlandesa fue categ¨®rica. Sexton se levant¨® y pate¨® a touche el golpe de castigo. Percutir¨ªa su ataque, constante pero incapaz de romper la gran¨ªtica zaga inglesa. Lleg¨® otro golpe, ya en el 22 rival, y los irlandeses volvieron a rechazar los tres puntos. Ah¨ª estaba Sexton, aplaudiendo con vehemencia mientras sus compa?eros se preparaban en la banda. No solo buscaban el ensayo; era un mensaje de fortaleza, de orgullo. Y lo plasmaron con su maul, la plataforma m¨¢s trabajada del torneo. Henderson aprovech¨® su estatura y despu¨¦s logr¨® escabullirse para posar.

El ensayo dio la batuta a Irlanda, m¨¢s presente en campo rival con su delantera pero incapaz de canjear sus incursiones. Desparecido en ataque ¨Csu mejor atacante sumaba 13 metros ganados- el XV de la Rosa se march¨® al descanso con mejor marcador (10-3) que rendimiento. Bastaba un peque?o detalle para que Inglaterra cambiara su inercia, y los locales lo sab¨ªan. En un gran gesto defensivo, desmontaron el maul irland¨¦s y la torpeza de Jack McGrath le dar¨ªa una patada centrada a Owen Farrell: tres puntos. Irlanda adelantaba los cambios mientras Sexton segu¨ªa acumulando moratones: otro golpe de Itoje, un placaje a d¨²o que firm¨® Farrell y un retardado de Wood. Se quejaba Best, pero no hubo amarillas. Ni con esas desorientaron a Sexton, que esgrimi¨® resistencia y estir¨® el marcador con el pie.

Otra vez llegaba Inglaterra perdiendo al ¨²ltimo cuarto de hora, deseando que Irlanda pagara su agotadora batalla en Cardiff. Volver¨ªa a recortar distancias Farrell, las camisetas blancas no hab¨ªan olido siquiera la zona de marca rival. Al XV de la Rosa le quedaba la carta de los ¡°finalizadores¡± de Jones, anteriormente conocidos como suplentes, que voltearon el resultado ante Francia y Gales.

Ni con esas quebraron la resistencia celta. Resisti¨® en su campo la mel¨¦ irlandesa y los ingleses acabar¨ªan pagando caro el golpe de castigo posterior. Hab¨ªa dos prioridades para los locales: reloj y territorio. Agotaron al m¨¢ximo las fases en campo rival y lleg¨® el h¨¦roe inesperado, Luke McGrath, el medio-mel¨¦ que no habr¨ªa siquiera pisado el banquillo si Murray no se hubiera lesionado. Su patada deliciosa encerr¨® a los campeones en la l¨ªnea de cinco metros, dio respiro a sus delanteros y agot¨® el minutero. Lo intent¨® Inglaterra con el tiempo cumplido, pero no sali¨® de su campo. El bal¨®n, el Grand Slam y el r¨¦cord se le cayeron de las manos a Brown. San Patricio sonri¨® al XV del Tr¨¦bol.