Muere Roger Pingeon, el ciclista que le gan¨® a Julio Jim¨¦nez el Tour del 67
El franc¨¦s, de 76 a?os, es el tercer ganador de la ¡®grande boucle¡¯ que fallece en los ¨²ltimos tres meses
Julio Jim¨¦nez apenas guardaba un recuerdo reciente de Roger Pingeon, que muri¨® la madrugada del domingo en su casa de Beaupont v¨ªctima de un ataque card¨ªaco. ¡°Le ve¨ªa muy poco. No se relacionaba mucho con la gente de la ¨¦poca, no iba a nuestras fiestas y reuniones, como la que tuvimos hace poco en Hy¨¨res para celebrar los 50 a?os del Tour de Lucien Aimar. Vino Gianni Motta, vinieron Bellone, Rostollan¡ Pingeon no vino, dice el Relojero de ?vila. ¡°La ¨²ltima vez que le vi, hace ya tiempo, estaba como siempre, muy delgado, muy serio. Justo hace unos d¨ªas me lleg¨® la carta de un amigo suyo pregunt¨¢ndome c¨®mo me iba, pero de ¨¦l no ten¨ªa noticias¡±.
En la memoria de los aficionados espa?oles, el nombre de Pingeon (Hauteville-Lompn¨¨s, en la regi¨®n del Bugey, entre Lyon y la frontera suiza, Francia, 26 de agosto de 1940) ir¨¢ siempre asociado al de Julio Jim¨¦nez. El ciclista franc¨¦s, de piernas tan largas y finas que se gan¨® el apodo de la Garza, gan¨® un Tour, el de 1967, en el que el abulense, uno de los grandes escaladores de la historia, termin¨® segundo. Fue el Tour que quiz¨¢s m¨¢s hizo por establecer la tradici¨®n de que el ciclista espa?ol estaba condenado a intentar recuperar en la monta?a todo lo que inevitablemente perder¨ªa en el llano. Pingeon logr¨® seis minutos de ventaja sobre todos los favoritos con una escapada por territorio belga tras atacar en el muro de Thuin, camino de Jambes. ¡°Me gan¨® el Tour por eso, sino c¨®mo me iba a ganar. Y la culpa de que cogiera tanto tiempo fue nuestra, de la selecci¨®n espa?ola¡±, recuerda Jim¨¦nez, recuperando otra tradici¨®n muy espa?ola, la de la mala avenencia entre compa?eros. ¡°Fue el murciano Gin¨¦s Garc¨ªa el primero que atac¨®, el que encendi¨® el fuego, y luego no supimos qu¨¦ hacer¡±. En la selecci¨®n francesa, Pingeon cont¨® con el apoyo absoluto de Raymond Poulidor, quien cuando comprob¨®, en el Bal¨®n de Alsacia, que ese Tour tampoco ser¨ªa el suyo, trabaj¨® sin cesar por la victoria de su compatriota. Fue el Tour de la muerte de Tom Simpson en las laderas del Ventoux y el de los ataques in¨²tiles de Jim¨¦nez en los Pirineos y en su Puy de D?me.
¡°Yo ten¨ªa una capacidad tor¨¢cica penosa, no ten¨ªa apenas fuerza ni potencia, un h¨ªgado fr¨¢gil¡±, se describ¨ªa hace unos a?os Pingeon en una entrevista en Le Figaro. ¡°Mi fuerza era mi astucia, mi profesionalidad, mi perfeccionismo, aprovecharme de las debilidades de los dem¨¢s. El maillot amarillo del Tour mejor¨® mi vida, claro, pero solo me ha faltado un segundo Tour. Eso s¨ª que habr¨ªa cambiado mi vida¡±. Pingeon, aprendiz de plomero de joven, se hizo ciclista despu¨¦s del servicio militar obligatorio en el ej¨¦rcito colonial franc¨¦s en Argelia. ?Su carrera se desarroll¨® entre 1965 y 1974, pero sus a?os fuertes aquellos de transici¨®n entre dos grandes ¨¦pocas del ciclismo, el final de Jacques Anquetil y el advenimiento de Eddy Merckx, con quien comparti¨® equipo en el Peugeot dos a?os. En 1969, despu¨¦s de ganar la Vuelta en la que se revel¨® Luis Oca?a (segundo, al frente del Fagor), Pingeon volvi¨® al podio del Tour al terminar un lejan¨ªsimo segundo (a 17m 54s) del Merckx que iniciaba su reinado ¨²nico.
Despu¨¦s del suizo Ferdi K¨¹bler (ganador del Tour de 1950 y fallecido en diciembre) y de su compatriota Roger Walkowiak (Tour de 1956, muerto en febrero), Pingeon es el tercer ganador de Tour que muere en los ¨²ltimos tres meses. Federico Mart¨ªn Bahamontes, ganador del Tour de 1959, es el decano de los supervivientes de una casta de ciclistas ¨²nicos.
?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.