La Juve, la mafia y viejos fantasmas judiciales
La investigaci¨®n al presidente, Andrea Agnelli, por supuestos v¨ªnculos con la ¡®Ndrangheta trae a la memoria el ¡®Moggigate'
Franco prepara la ¨²ltima copa en una cocteler¨ªa del centro de Roma y exhala su conclusi¨®n tras un largo debate con dos parroquianos rezagados: que pierda la Juve. Los dos clientes asienten con la cabeza y piden la cuenta. Hablan del cruce de cuartos de final con el Barcelona en Champions, pero tambi¨¦n del partido de Liga de la siguiente jornada contra el N¨¢poles y del resultado final del scudetto, que ahora lidera con ocho puntos sobre la Roma. En realidad a Franco solo le interesa la Nazionale, dice, pero trat¨¢ndose de la Juve no tiene dudas. La Vecchia Signora es, seg¨²n una encuesta, el equipo con m¨¢s seguidores de Italia. Pero tambi¨¦n el que m¨¢s antipat¨ªa levanta: el 51% quiere siempre que sea derrotada. Hay muchos motivos, principalmente geogr¨¢ficos, econ¨®micos y pol¨ªticos. Pero ¨¦l insiste en el mito de las ayudas arbitrales: ¡°Mire ahora lo que ha vuelto a pasar¡±.
Lo que ha pasado no tiene nada que ver con el esc¨¢ndalo de 2006. Pero resucita inevitablemente los viejos fantasmas judiciales del Moggigate ¡ªun sistema para tener arbitrajes favorables que desemboc¨® en el descenso a la serie B y la p¨¦rdida de dos t¨ªtulos de Liga¡ª en un momento crucial de la temporada. Hace una semana, el presidente de la Juve, Andrea Agnelli, admiti¨® que la fiscal¨ªa deportiva le investiga por presuntas vinculaciones con clanes de la ¡®Ndrangheta. El caso explora un posible trato de favor en la venta de entradas a sectores de la curva juventina cercanos a grupos mafiosos. Se acusa al presidente de haberse reunido con algunos de ellos y de tratos con uno de sus capos, Rocco Dominello.
Ayudas arbitrales
Hay escuchas, informes y cierta confusi¨®n en un caso en que la Fiscal¨ªa y la Magistratura se contradicen. Pero los partidos pol¨ªticos se han lanzado en tromba y anuncian investigaciones sobre lo que era una sospecha l¨®gica: la infiltraci¨®n de clanes mafiosos en el f¨²tbol italiano. Un fen¨®meno con el que ya se relacion¨® el presunto suicidio del l¨ªder ultra Raffaello Ciccio Bucci el pasado 7 de julio. El hincha apareci¨® muerto bajo un viaducto un d¨ªa despu¨¦s de que testificase en comisar¨ªa por un caso de f¨²tbol y mafia. En realidad, la antesala de lo que se investiga ahora. Agnelli niega en redondo todas las acusaciones. Pero m¨¢s all¨¢ de lo que sucediese realmente, la m¨²sica y la letra de sus argumentos suenan como siempre en estos casos: todo responde a la habitual campa?a para da?ar el buen nombre del club, que se querellar¨¢ con quien lo mancille.
Hace dos semanas corr¨ªa el minuto 97 del Juve-Milan en Tur¨ªn. El 1-1 apretaba la clasificaci¨®n en la cabeza de la Serie A. Lichtsteiner pis¨® ¨¢rea, se fue hacia al fondo y centr¨®. Pero el ¨¢rbitro vio una mano dudosa de un defensor del Milan y concedi¨® el penalti que supuso el 2-1. El Milan jug¨® mal y la Vecchia Signora mereci¨® ganar, incluso con el penalti a Dybala que el ¨¢rbitro no vio en la primera parte. Pero Massimo Allegri, entrenador del equipo turin¨¦s, tuvo que entrar al trapo y recordar que 70 puntos no se consiguen con ayudas arbitrales. El problema es que su equipo ser¨¢ ya para siempre el primer gran club europeo que demostr¨® que algunos mitos del f¨²tbol, en ocasiones, pueden ser realidad.
Dos ¡®scudetti¡¯ perdidos y ca¨ªda a la serie B
La presidencia de Andrea Agnelli, a partir de 2010, supuso el fin de la condena moral y deportiva del club. La inauguraci¨®n de un nuevo estadio, una racha de incontestables victorias, una final de Champions y la fuerza necesaria para pedir la revisi¨®n de las sentencias de Calciopoli, el mayor caso de corrupci¨®n en la historia del f¨²tbol italiano.
El 26 de julio de 2006 un juez despoj¨® a la Juventus de los dos ¨²ltimos scudetti y la mand¨® a la serie B con 30 puntos de penalizaci¨®n. Qued¨® probado que durante a?os, en sus victorias hab¨ªa algo m¨¢s que fortuna o dedicaci¨®n. Luciano Moggi, el director general del club, hab¨ªa ideado un calculado sistema de corrupci¨®n que le permit¨ªa elegir ¨¢rbitros dispuestos a ayudar. En adelante, ser¨ªa muy complicado que nadie volviera a confiar en la honradez de una instituci¨®n que, sin embargo, a base de t¨ªtulos y buena gesti¨®n econ¨®mica sali¨® del infierno y es hoy el ¨²nico equipo que todav¨ªa responde a la vieja gloria del calcio italiano en Europa.
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