Un ¡®show¡® sobre un cami¨®n de nitroglicerina
Piqu¨¦ sab¨ªa que se dirig¨ªa a Espa?a y actu¨® como el director de un programa de m¨¢xima audiencia sin reparar en su condici¨®n de internacional del Bar?a
No hay mejor personaje para fomentar el show medi¨¢tico y el hooliganismo que Piqu¨¦. Las dos partes se retroalimentan sin que nadie ponga remedio, conscientes de que todo se banaliza y nada penaliza, como si formara parte de un plan com¨²n en inter¨¦s de la diversi¨®n colectiva, indispensable para mantener el gas sentimental del Bar?a-Madrid. Aparece Piqu¨¦ y de forma sistem¨¢tica se habla de los ¨¢rbitros, circunstancia natural si se tiene en cuenta que el VAR fue el protagonista del Francia-Espa?a. Incluso se pod¨ªa bromear, como hizo Ramos, con lo bien que le sienta el blanco al defensa azulgrana despu¨¦s de que el v¨ªdeo corrigiera al colegiado y certificara el 0-2.
El partido daba para ironizar sobre los agravios comparativos y para debatir en serio respecto al juego y el v¨ªdeo, hasta que a Piqu¨¦ se le pregunt¨® por el futuro de Ra¨²l y el central se convirti¨® en el justiciero azulgrana que expresa el sentir de la hinchada no defendida por la tibia junta de Bartomeu. Piqu¨¦ verbaliz¨® alg¨²n art¨ªculo ya escrito y opiniones varias escuchadas que, una por una y por separado, tienen su explicaci¨®n: el barcelonismo sospecha del poder de Florentino y el temor reverencial que inspira su figura y, por otra parte, le escuece el trato tributario y period¨ªstico que ha merecido Cristiano Ronaldo con respecto al que tienen Messi y Neymar.
A Piqu¨¦ le pareci¨® que Marta Silva, presente en el palco del Bernab¨¦u, no era ajena precisamente a ninguna de las dos cosas sino que las un¨ªa en tanto que exsecretaria de la junta de Florentino y ex abogada general del Estado, quien [seg¨²n la versi¨®n de Piqu¨¦, contundentemente desmentida por el abogado del Estado encargado del caso] en contra del criterio de la fiscal¨ªa ¡°imput¨®¡± a Messi, calificado como ¡°capo de una estructura criminal¡± en el juicio del 10. ¡°No pasa nada, tampoco cuento nada nuevo¡±, subray¨® Piqu¨¦.
Piqu¨¦ no solo junt¨® a P¨¦rez con Silva, sino que identific¨® los valores del madridismo con el palco de Chamart¨ªn y reincidi¨® en el trato de favor que recibe el Madrid
La novedad est¨¢ en el car¨¢cter del protagonista, su argumentaci¨®n y el escenario, porque Piqu¨¦ no solo junt¨® a P¨¦rez con Silva, sino que identific¨® los valores del madridismo con el palco de Chamart¨ªn y reincidi¨® en el trato de favor que recibe el Madrid respecto al Bar?a cuando la prensa califica remontadas como la del 6-1. No fue casual que su alegato se diera en la selecci¨®n y con los periodistas de Madrid. Piqu¨¦ sab¨ªa que se dirig¨ªa a Espa?a y actu¨® como el director de un programa de m¨¢xima audiencia sin reparar en su condici¨®n de internacional del Bar?a. El jugador denunci¨® la connivencia del poder empresarial con el pol¨ªtico y judicial, como si fuera la cosa m¨¢s natural, sin pruebas ¡ª¡°ya sabemos c¨®mo se mueven los hilos de este pa¨ªs¡±¡ª, acusaci¨®n que m¨¢s o menos ha sido avalada por el Bar?a y no replicada por el Madrid.
La declaraci¨®n es extempor¨¢nea por el marco del partido, irrespetuosa con sus compa?eros de selecci¨®n e indigesta para Lopetegui, que le convoca despu¨¦s de que el jugador pusiera fecha de caducidad a su internacionalidad para 2018. Tambi¨¦n resulta comprometedora con los procesos judiciales abiertos contra Messi y Neymar. Y deja en fuera de juego a su equipo y a su club a falta de 10 partidos de Liga, la final de Copa y los cuartos de la Champions. As¨ª, tomada en serio, la arenga de Piqu¨¦ suena a capitulaci¨®n, como si preparara al barcelonismo para la derrota, despu¨¦s de ganar seis de las ¨²ltimas ocho Ligas por una el Madrid. Y si se trata de una broma m¨¢s de un verso libre, Piqu¨¦ deber¨ªa ser consciente de que esta vez se divierte sobre un cami¨®n de nitroglicerina, comportamiento que no casa con la sensatez que le supone Shakira.
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