Nadal y Federer, cap¨ªtulo 37, en la final de Miami
El espa?ol y el suizo se medir¨¢n por tercera vez esta temporada, segunda en una final (domingo, 19.00 en M+D2), tras vencer a Fognini (6-1 y 7-5, en 1h 30m) y Kyrgios (7-6, 6-7 y 7-6, en 3h 09m) respectivamente
La m¨¢quina del tiempo, nost¨¢lgica y deseosa ella de emociones fuertes, volvi¨® a funcionar. Rebobin¨®, removi¨® los archivos y determin¨® que una vez m¨¢s, a petici¨®n popular, la mejor opci¨®n era tirar de un cl¨¢sico. Pero no de uno m¨¢s, sino del cl¨¢sico, del gran cl¨¢sico; as¨ª, con may¨²sculas. Rafael Nadal y Roger Federer, Roger Federer y Rafael Nadal, citados, una vez m¨¢s. El domingo (19.00, Movistar+ Deportes 2) volver¨¢n a cruzarse de nuevo, por tercera vez esta temporada, la segunda en un pulso final. Ambos cumplieron. Primero lo hizo el espa?ol, que derrot¨® a Fabio Fognini sin el m¨¢s m¨ªnimo aprieto (6-1 y 7-5, en 1h 30m), y luego, bien entrada la madrugada en horario espa?ol, ejecut¨® el suizo, que protagoniz¨® un triunfo maravilloso (y muy sufrido) contra el australiano Nick Kyrgios (7-6, 6-7 y 7-6, en 3h 09m).
Hace no mucho, tres o cuatro meses sin ir m¨¢s lejos, resultaba casi ut¨®pico que los dos t¨®tems volvieran a encontrarse en la lucha por un t¨ªtulo. Sin embargo, el tiempo parece no querer avanzar, o al menos no pasar p¨¢gina del todo. Se aferra todav¨ªa al binomio m¨¢s seductor del tenis moderno, a la rivalidad entre Nadal y Federer, quienes a pesar de ir cumpliendo a?os no solo siguen en el espacio de los elegidos, sino que aspiran a rematar sus mastod¨®nticas carreras con nuevas haza?as. Ma?ana se reencontrar¨¢n sobre la pista, con un trofeo en juego, en su 37? encuentro. El balance se?ala la superioridad del mallorqu¨ªn (23-13), pero la actualidad recuerda de inmediato que el de Basilea le ha derrotado en los tres ¨²ltimos enfrentamientos, dos de ellos esta temporada: la final de Australia y los octavos de Indian Wells.
Los dos resolvieron las semifinales, pero por trayectos muy distintos. Nadal exhibi¨® firmeza frente a la apat¨ªa de Fognini, en una tarde m¨¢s bien pl¨¢cida, muy llevadera por su buen hacer y la desgana inicial del italiano; mientras, cuatro horas despu¨¦s, Federer tuvo que sortear un campo de minas y varios malos tragos, porque Kyrgios ten¨ªa ganas de dar otra campanada y hacer algo grande, aunque fuera solo por el mero hecho de llevar la contraria y dar un toque al ya nutrido grupo de detractores que le reclaman un m¨ªnimo de seriedad y saber estar en esto del tenis, que para algo se le llama deporte blanco y presume hist¨®ricamente de ser un juego puro.
Pese al desgaste, Federer (54 ganadores) escap¨® del apuro en una noche que ser¨¢ muy recordada, porque pocas veces se ha podido ver a una grada tan absolutamente decantada, vitoreando constantemente al suizo y abucheando en m¨¢s de una ocasi¨®n al de Canberra. Se march¨® este ajusticiado y enjuiciado, dejando una raqueta reventada en mitad de la pista. Le hizo saber todo el rato el p¨²blico que estaba del lado del genio y que demandaba otro enfrentamiento entre este ¨²ltimo y Nadal, el gran cartel, con los dos viejos rockeros jug¨¢ndose el n¨²mero cuatro del ranking. Y entre ellos, hasta ahora, igualdad sobre superficie dura (9-9), que no en las finales disputadas en este tipo de marco: en ese terreno, las cifras (2-4) avalan a Federer, cinco a?os mayor (35) que su amigo.
El quinto asalto de Nadal
Hoy d¨ªa, el treinta?ero Nadal vive d¨ªas dulces. De Melbourne a Acapulco y del Caribe a Cayo Vizca¨ªno. Es decir, de final en final. As¨ª fluye el mallorqu¨ªn esta temporada, en la que a su salto exponencial tan solo le falta a?adirle el broche de un trofeo. Tendr¨¢ la oportunidad en Miami, un torneo que hist¨®ricamente se le ha resistido ¡ªes uno de los tres M-1.000 que no ha ganado, junto a Shangh¨¢i y Par¨ªs-Bercy¡ª y que ahora puede conquistar por primera vez. El balear, una roca, en fase creciente en sus dos ¨²ltimos compromisos, derrot¨® a Fognini y disputar¨¢ su quinta final en Crandon Park. La ¨²ltima fue hace tres a?os ¡ªentonces cedi¨® ante Novak Djokovic¡ª y, m¨¢s atr¨¢s, el historial recoge otras tres: las de 2011 (otra vez Nole), 2008 (Nikolay Davydenko) y 2005 (Federer).
Mantiene Nadal la estupenda din¨¢mica que ha adquirido este a?o, en el que ya contabiliza 19 triunfos (los mismos que el suizo) y solo cuatro derrotas (una sola de Federer). La rutina de la victoria le ha devuelto a la lucha por los t¨ªtulos y tambi¨¦n a la zona m¨¢s noble del ranking, porque pase lo que pase ascender¨¢ de la s¨¦ptima a la quinta plaza y si alza el trofeo de Florida se asentar¨¢ en la cuarta. El domingo abordar¨¢ su tercera final de este 2017, en el que solo han podido batirle el helv¨¦tico (dos veces, en el Open de Australia e Indian Wells), Milos Raonic (Brisbane) y Sam Querrey (Acapulco).
Entre ellos, igualdad en superficie dura (9-9), que no en las finales en este tipo de escenario: 2-4 a favor del suizo
Ante Fognini, el pulso estuvo claramente dividido en dos. El italiano, un adversario de extremos, es uno de esos jugadores que saben hacerle cosquillas a Nadal, pero tambi¨¦n uno de los m¨¢s ciclot¨ªmicos del circuito. Si amanece con buen pie es capaz de lo mejor, pero si el d¨ªa se presenta torcido se desvanece. En esta ocasi¨®n hizo el recorrido en sentido inverso, porque jug¨® el primer parcial como si la historia no fuese con ¨¦l, desganado y err¨¢tico, indolente, y el segundo a pleno rendimiento. Parec¨ªa que el partido iba a quedar en una nimiedad, en nada m¨¢s all¨¢ que un ejercicio de control por parte de Nadal, y al final el balear tuvo que trabaj¨¢rselo.
Tuvo un arrebato Fognini y el espa?ol lo contuvo con ese tenis serio que le acompa?a en estos d¨ªas de sol en Miami. De sol y viento, que ayer lo hubo y mucho, y adem¨¢s fue determinante, porque cuando m¨¢s inspirado estaba el italiano le jug¨® una muy mala pasada. Con 5-5 en el segundo parcial, una r¨¢faga maquiav¨¦lica desvi¨® una de sus dejadas al pasillo y a continuaci¨®n cometi¨® una doble falta. En consecuencia, tercer break de la tarde para Nadal ¡ªlos otros dos fueron en el cuarto y el sexto juego del primer set, resuelto por el espa?ol en 25 minutos¡ª y todo su esfuerzo se fue al garete. Jaque mate.
Solo Arantxa conquist¨® Crandon Park
Cierto es que para entonces ya hab¨ªa tenido un par de ramalazos de los suyos, estrellando la raqueta de mala gana contra el asfalto y arrojando una toalla al suelo. Y es que seguramente se tem¨ªa lo que estaba por llegar. Nadal, p¨¦treo y poderoso de nuevo (13 errores no forzados, por los 35 de su rival), sostuvo unos niveles de servicio formidables ¡ª70% de efectividad, 83% de puntos con primeros y 80% con segundos¡ª y redujo a escombros la resistencia. Otra vez a un tono muy elevado, el mallorqu¨ªn apunta ahora al que ser¨ªa su 29? trofeo del Masters 1.000 y el 70? de su carrera.
Regresar¨¢, tres a?os despu¨¦s, a una final sobre superficie dura en un torneo de esta categor¨ªa; la ¨²ltima tambi¨¦n tuvo lugar en Florida. Y a su alcance, adem¨¢s, est¨¢ el hecho de convertirse en el primer representante espa?ol que vence en Miami, porque ni Sergi Bruguera (1997), ni Carlos Moy¨¢ (2003), ni David Ferrer (2013) pudieron conseguirlo previamente. Tan solo?Arantxa S¨¢nchez Vicario, en 1992 y 1993, levant¨® la copa de campeona en Crandon Park. Ahora, Nadal est¨¢ a un solo paso. En el primer tercio del curso va de final en final. Ya solo queda la puntilla: un a?o despu¨¦s, volver a morder el metal.
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