Griezmann deja helado al Real Madrid
Los cambios de Simeone empinan al final a un Atl¨¦tico que hasta entonces hab¨ªa sido superado por su rival
Un cruce de caminos entre Madrid y Atl¨¦tico aument¨® el suspense de la Liga. Los blancos no rentabilizaron su paulatina mejor¨ªa durante una hora, con un Atl¨¦tico decepcionante hasta que Simeone reclut¨® a gente del banquillo como Correa y Thomas. Ah¨ª se frenaron los de Zidane y resurgieron los rojiblancos, que a la clausura del duelo estaban m¨¢s enteros que el mismo adversario que les hab¨ªa superado durante un largo periodo. El encuentro tuvo m¨¢s trama que brindis por el juego, sobre todo con su decepcionante inicio. Al final, el empate de Griezmann que contrarrest¨® el anterior gol de Pepe supo a gloria al Atl¨¦tico y dej¨® helado al Madrid.
Result¨® un choque poco lozano. De entrada, sobre el c¨¦sped de Chamart¨ªn, una catarata de pifias, muchas imprecisiones y m¨¢s de un esguince a la pelota. Pese a las luces de ne¨®n del cartel, en su arranque fue un partido de poco volumen, de ritmo bajo, con una sobredosis de ansiedad en ambos conjuntos. El Atl¨¦tico, en su papel de bloqueador, con toda la gente por detr¨¢s del bal¨®n. En ocasiones, hasta con Fernando Torres como primer zaguero incluso cerca del balc¨®n del ¨¢rea de Oblak. Con tanta marcha atr¨¢s, a los de Simeone les quedaban varios oc¨¦anos para dar con la madriguera de Keylor Navas. Un cabezazo de coronilla de Sa¨²l tras una falta lanzada por Koke y una aventura de Griezmann, cuyo disparo desvi¨® el meta local, fue toda su producci¨®n ofensiva en el primer acto. Hilar dos pases era un viaje lunar para los rojiblancos.
Hasta su toque de corneta tras el descanso, tampoco el Madrid tuvo mucha fluidez, aunque s¨ª menos fogueo. Con la percha de Casemiro, sobresaliente como alguacil, de inicio al cuadro blanco le falt¨® otra escala de Kroos y Modric, con m¨¢s tajo que ingenio. Sin sus ingenieros, el Madrid percut¨ªa con Carvajal y Marcelo de remeros, pero sin profundidad. Mucho bombeo de pelota desde las orillas y por el embudo unos cuantos disparos a varias cuadras de Oblak. Tampoco contribuy¨® la movilidad reducida de Cristiano, Benzema y Bale, demasiadas veces de espaldas a la porter¨ªa, engullidos por el tinglado colchonero en la retaguardia.
Con todo, en la selv¨¢tica zaga visitante nadie encontr¨® mejores rendijas que Cristiano. Oblak y, sobremanera Savic, que hizo la ¡®parada¡¯ de la tarde al desviar bajo el larguero un gol o gol, frustraron al portugu¨¦s. Tambi¨¦n intervino el luso en una estupenda trenza con Benzema con remate final del galo y otra buena respuesta de Oblak.
Por m¨¢s que el Madrid no tuviera una sobremesa pinturera sus oportunidades retrataron para mal al Atl¨¦tico. Tanta siderurgia defensiva para que al final sea tu portero quien te sostenga. Y eso, ante un Madrid que tiene armas nucleares en ataque¡ Mientras Simeone no movi¨® ficha con los suplentes, no hubo forma de que el Atl¨¦tico diera con otro sost¨¦n que Oblak. Poco o nada de Koke, de Gabi, de Sa¨²l. Sin su tutelaje, Griezmann qued¨® aislado, con la losa que ello supone para los de Simeone.
El descanso mejor¨® al Madrid y empeor¨® a¨²n m¨¢s al Atl¨¦tico durante un buen trecho. La puesta en escena de los locales fue m¨¢s vitalista, con otro pist¨®n. Otra frescura. Su tr¨ªo ofensivo ya tuvo m¨¢s foco, m¨¢s activos los tres, ya no como estalactitas cerca de Oblak. El portero esloveno impidi¨® otro gol cantado, de nuevo de Benzema, bien asistido otra vez por Cristiano. El gol ya se presum¨ªa como hijo del juego, no solo por alguna acci¨®n epis¨®dica. Y as¨ª fue: Pepe hizo de Sergio Ramos y caz¨® el vuelo una falta ejecutada por Kroos a lo Kroos. Una diana a¨¦rea muy de este Madrid que golea como nadie por el aire.
El Atl¨¦tico parec¨ªa definitivamente vencido, de bruces en la lona. No hab¨ªa dado pistas de dar con la tecla, tan encogido y espeso. Hasta que los cambios dieron un vuelco final a la trama. A la hora, Torres se estrell¨® con Keylor en un mano a mano y, de inmediato, entr¨® Correa por Sa¨²l. Un relevo que hizo de sirena para el Atl¨¦tico. Ubicado como enlace de Griezmann, el argentino espabil¨® a sus camaradas, que advirtieron cu¨¢l era la hoja de ruta. Tambi¨¦n Thomas le dio otro subid¨®n a los rojiblancos al permitir que los suyos elevaran la presi¨®n. El Madrid, al que esta vez el banquillo no le surti¨® efecto, no supo cerrar el marcador y recul¨® m¨¢s de la cuenta. Y eso que el Atl¨¦tico estaba a punto de recurrir a Cerci, que ni ha debutado en esta Liga. Una medida a la desesperada. Pero con el italiano en la sala de espera emergi¨® Correa, que filtr¨® un servicio extraordinario a Griezmann, un francotirador de ¨¦lite. Y Cerci se qued¨® a la sombra. El empate, gestado sustituci¨®n a sustituci¨®n, origin¨® que el Atl¨¦tico culminara el partido m¨¢s entero y en¨¦rgico que el Madrid. Para los de Simeone, una hora de nada y media para dar con el respiro. Para los de Zidane, un partido creciente hasta que el Cholo agit¨® el banquillo.
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