¡°Es fabuloso lograr la chaqueta verde el d¨ªa que Seve habr¨ªa cumplido 60 a?os¡±
Sergio Garc¨ªa dice que solo ha podido ganar el Masters despu¨¦s de hacer las paces con Augusta
En el s¨®tano de la Butler Cabin le esperaba Bill Payne, el jefe de Augusta. Con ¨¦l estaban el gigante huesudo Stewart Hagestad, el mejor amateur del Masters, y poco despu¨¦s se le uni¨® Danny Willet, que vest¨ªa la chaqueta verde que gan¨® en 2016 y llevaba en el brazo otra chaqueta verde cuidadosamente doblada, como quiere la tradici¨®n: en Augusta, el campe¨®n saliente corona siempre al que hereda su trono. A Sergio Garc¨ªa, cuando lleg¨®, le hicieron sentarse y responder emocionado unas preguntas sobre la grandeza del d¨ªa, el valor de la victoria, la manera tremenda en que derrot¨® a Justin Rose. Se levant¨® despu¨¦s, y con ¨¦l Willet, que se adelant¨® y le ayud¨® a ponerse la chaqueta verde que llevaba consigo. ¡°Me est¨¢ un poco grande¡±, estuvo a punto de decir Sergio Garc¨ªa, pero se contuvo. En vez de eso hizo un discurso. ¡°Es curioso, he visto este momento muchas veces desde que vine aqu¨ª por primera vez, en 1999 como amateur. Entonces pens¨¦ que este campo iba a darme por lo menos un grande¡±, dijo. ¡°No voy a mentir, ese pensamiento cambi¨® bastante a lo largo de los a?os, y empec¨¦ a sentirme inc¨®modo en Augusta. Pero, por fin, hace tres o cuatro a?os, hice las paces. Empec¨¦ a aceptar que Augusta lo mismo te da que te quita. Y creo que por eso estoy aqu¨ª, ahora, con esta chaqueta¡±.
As¨ª fue el ensayo televisivo de la m¨¢s peculiar entrega de trofeos que conoce el mundo del deporte. As¨ª, tambi¨¦n en el s¨®tano de la casa que usa la CBS para transmitir el Masters, recibi¨® sus dos chaquetas verdes Seve Ballesteros, en 1980 y 1983, cuando el Masters era un arcano para la mayor¨ªa de los espa?oles, un lugar m¨ªtico, quiz¨¢s so?ado, y despu¨¦s Jos¨¦ Mar¨ªa Olazabal, en 1994, y 1999. Sergio Garc¨ªa visti¨® su primera chaqueta verde el 9 de abril de 2017, el domingo en el que Seve Ballesteros, que muri¨® en 2011, habr¨ªa cumplido 60 a?os. ¡°Es una coincidencia emocionante. Hacerlo el d¨ªa de su 60 cumplea?os y unirme a ¨¦l y a Olazabal, mis dos ¨ªdolos toda mi vida, es realmente fabuloso¡±, dijo Garc¨ªa, que toc¨® su primera chaqueta verde tras 19 intentos. ¡°Jos¨¦ [Olazabal] me envi¨® un mensaje el mi¨¦rcoles por la noche dici¨¦ndome lo mucho que cre¨ªa en m¨ª y lo que necesitaba hacer, mantenerme tranquilo y no dejarme llevar por las emociones como me pasaba antes. Y tambi¨¦n me dijo una cosa que me lleg¨® al alma. Me dijo que ahora no comparte con nadie su taquilla en el vestuario de los campeones, que deseaba que pudiera ser yo su compa?ero, as¨ª, que, muchachos [dirigi¨¦ndose a los jefes de Augusta], si me pudierais poner con Jos¨¦, me encantar¨ªa¡±.
Despu¨¦s de las palabras, Garc¨ªa, que ha ganado su primer grande en su 71? participaci¨®n y a los 37 a?os, abraz¨® con emoci¨®n a Willet, se ajust¨® mejor la chaqueta verde y hasta empez¨® a sentirse c¨®modo con ella, y hasta hizo un puchero de emoci¨®n. Terminado el ensayo, se la quit¨®. Subi¨® al c¨¦sped enfrente de la casa club y dej¨® que Willet se la volviera a poner. Esta vez ante todos los dirigentes y ante todos los fot¨®grafos. Ya era un grande.
Los campeones deben dejar la chaqueta verde en su vestuario de Augusta salvo el primer a?o, en que se les permite llev¨¢rsela a su casa. Dado que dentro de unos meses se casa con su prometida, Angela Akins, a Sergio Garc¨ªa le preguntaron, evidentemente, si pensaba vestirla para su boda. ¡°Bueno, dijo, esta me viene un poco grande, pero no s¨¦, a¨²n no nos hemos puesto a pensar en ello. No s¨¦, ya veremos¡¡±
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