A M¨¢rquez le sale alma de cowboy en Austin
El espa?ol logra su quinta victoria consecutiva en Austin por delante de un magn¨ªfico Rossi, nuevo l¨ªder del Mundial tras la ca¨ªda de Vi?ales
Marc M¨¢rquez no es de los que se retraen. Casi siempre apuesta todo al rojo. Y a veces gana por partida doble, como en Austin, donde a su victoria se sum¨® el cero de Vi?ales, que pierde el liderato del Mundial a manos de Rossi.
M¨¢rquez lleg¨® al MotoGP con un dicho muy torero: como de la plaza, ¨¦l era de los que sal¨ªa del circuito por la puerta grande o por la de la enfermer¨ªa. No hab¨ªa tonos grises en su escala de colores. Era todo risas y cachondeo. Hasta que perdi¨® un t¨ªtulo de tanto apostar siempre a la victoria. Pero, aunque consciente, sigue siendo el mismo chico al que le gusta ganar. Y arriesgar. Buscar los l¨ªmites de su moto. Prueba el asfalto, si hace falta dos veces en una misma sesi¨®n, como en este gran premio, para saber hasta d¨®nde puede tirar con su Honda. Aqu¨ª lo prob¨® en aquellas tres curvas enlazadas del ¨²ltimo sector que tanto se le atragantaban. Y se cay¨® en dos. Pero as¨ª, el domingo de carreras sabe d¨®nde est¨¢ su tope.
A veces, como en Argentina, le falla el olfato. Especialmente, porque a su inmenso talento debe acompa?arle una buena m¨¢quina, y la de este a?o todav¨ªa est¨¢ en proceso. Mientras la afina, anda decidi¨¦ndo si conformarse con resultados que ¨¦l puede considerar m¨¢s o menos correctos (pero carreras que cree m¨¢s o menos aburridas), como con el cuarto de Qatar, o pelear por la victoria. Ocurre que como a¨²n debe mejorar la aceleraci¨®n de su moto a la salida de las curvas y la estabilidad de esta a la entrada de las mismas, derrocha todo su coraje en cada frenada, para ganar todas las d¨¦cimas que se va dejando en los virajes. Y, en ocasiones, algo falla.
Porque ese pilotaje tan agresivo, necesario si uno quiere sumar 25 puntos (y M¨¢rquez siempre quiere), y para el que, adem¨¢s, se sirve del neum¨¢tico m¨¢s duro delante, conlleva sus riesgos. En Termas del R¨ªo Hondo pill¨® un bache y se fue al suelo. En el Circuito de las Am¨¦ricas, ayer, bail¨® como el mejor de los cowboys para controlar una moto que, por momentos, pareci¨® un aut¨¦ntico potro salvaje: la rueda trasera, a diez cent¨ªmetros del suelo. Pero todos los riesgos parec¨ªan medidos y la estrategia perfectamente estudiada.
Vi?ales hab¨ªa ganado las dos primeras carreras. Ten¨ªa que hacer algo. Sab¨ªa que no hab¨ªa mejor escenario para frenar la sangr¨ªa que Austin, donde es invencible. El chico de Cervera, adem¨¢s, ha ganado las ¨²ltimas nueve carreras celebradas en suelo americano (incluida la de ayer). Las pistas son, normalmente, anchas y siempre se corre en sentido contrario a las agujas del reloj; los trazados recuerdan en cierta manera a aquellos de dirt track en los que le gusta entrenarse en invierno. Y cuanto m¨¢s t¨¦cnico y m¨¢s complejo, caso de Austin, con todos esos cambios de direcci¨®n pasada la segunda curva, mejor. All¨ª, por ejemplo, al final de aquellas eses interminables, aprovech¨® para adelantar a Pedrosa, que fue su gu¨ªa durante las primeras ocho vueltas de la carrera.
A diferencia de c¨®mo hab¨ªa hecho en las ¨²ltimas pruebas, su compa?ero escogi¨® el neum¨¢tico delantero medio, as¨ª que decidi¨® seguirle y evitar riesgos en la primera parte de la carrera con el duro. Le cost¨® otros cinco giros distanciarse de Pedrosa, que, al final acus¨® la elecci¨®n de gomas: la parte derecha de su neum¨¢tico delantero acab¨® destruida. Se alej¨® a un segundo de M¨¢rquez a siete vueltas del final; y baj¨® tanto su ritmo que incluso Rossi le dio caza (a dos vueltas del final) y termin¨® tercero por detr¨¢s del italiano.
El de Yamaha dio buena cuenta de la estabilidad y magn¨ªfico rendimiento de su nueva moto, no como su compa?ero de equipo, Vi?ales, que no hizo una buena salida (segundo en la parrilla, quinto en la primera curva) y se fue al suelo al segundo giro cuando estaba reduciendo las distancias con este. Por mucho que Rossi no acabe de sentirse del todo c¨®modo todav¨ªa con ella, en la casa de los diapasones han trabajado en una m¨¢quina que saca el mejor rendimiento a los neum¨¢ticos, de modo que sus pilotos no sufran como lo hac¨ªan el curso pasado en los finales de carrera. Y lleva tres podios en tres citas, lo que le sit¨²a a la cabeza de la general. Hay pocos pilotos que sepan leer mejor que ¨¦l las carreras. Y pocos que se defiendan mejor en el cuerpo a cuerpo. Zarco fue el testigo esta vez: trat¨® de adelantarle, bien agresivo el franc¨¦s, finalmente quinto, pero Rossi resisti¨®. Eso s¨ª, tuvo que enderezar la moto, se salt¨® una de las curvas r¨¢pidas y fue penalizado con tres d¨¦cimas de segundo al finalizar la carrera. De poco le servir¨ªa ya a Pedrosa, que estaba a m¨¢s de tres segundos.
Valentino, aunque con 38 a?os, no est¨¢ en el Mundial para pasar el rato. Por su alguien lo dudaba, sigue demostr¨¢ndolo cada domingo.
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