Nadal resiste al suplicio de Fognini

"No es que haya jugado mal, sino muy mal". El diagn¨®stico lo trazaba el propio Rafael Nadal, que encontr¨® este mi¨¦rcoles en Fabio Fognini el rival m¨¢s exigente hasta ahora en la gira de tierra batida. No jug¨® nada bien el de Manacor, pero solvent¨® uno de esos pulsos enrevesados y exigentes, el que le propuso el italiano para comenzar su andadura en Madrid. Fognini casi siempre le plantea guerra y esta vez no fue una excepci¨®n, aunque al final termin¨® inclin¨¢ndose por 7-6, 3-6 y 6-4 (2h 57m). El de Manacor resolvi¨® un partido sumamente inc¨®modo, casi tres horas de suplicio que una vez superadas le condujeron hacia el australiano Nick Kyrgios, el escollo de este jueves (no antes de las 20.00, Teledeporte) en los octavos.

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En el inicio Fognini lidi¨® con su propio ego, con la cara B, con ese otro Fognini que abre la jaula y deja que se escapen todos sus fantasmas y se apoderen de su juego, porque el italiano es un tenista excepcional, s¨ª, pero tambi¨¦n uno de los reyes de los cortocircuito. ?l dominaba, ¨¦l ten¨ªa la sart¨¦n por el mango. ?l le estaba infligiendo un da?o mayor a Nadal con un espectacular abanico de reveses planos y duros, deliciosos. Se estaba procurando una bola de break tras otra en el primer parcial, pero al ver que su rival anulaba la mayor¨ªa de ellas abri¨® de par en par la puerta y los demonios camparon a su libre albedr¨ªo.

Desde entonces, el espect¨¢culo: mucho adem¨¢n, mucho aspaviento, un raquetazo contra la arena y unos chiflidos, los primeros, porque cuando Nadal fue poco a poco decantando la balanza de su lado, con esa habilidad ¨²nica y portentosa que tiene para desactivar las situaciones de m¨¢xima alerta, hubo todav¨ªa m¨¢s pitos y abucheos, muchos m¨¢s. Desde entonces, el otro Fognini, el Fabio desencadenado, pulgar arriba frente a la reprimenda del p¨²blico de Madrid ¨C¡°?Chulo!¡±, se escuch¨® un buen n¨²mero de veces¨C y cada vez m¨¢s caliente, m¨¢s col¨¦rico, m¨¢s en esa versi¨®n que le impide hacerse mucho m¨¢s grande.

Hasta ah¨ª, una sugerente propuesta y algunos problemas para Nadal, al que le suele costar entrar en calor en la Caja M¨¢gica. Adem¨¢s, la tarde tampoco acompa?aba en exceso, porque el sol se hizo de rogar y se escabull¨® r¨¢pido, y adem¨¢s hac¨ªa fresquito, y por la pista central deambulaban algunas masas de aire que condicionaban mucho los golpeos. As¨ª que al de Manacor, mucho m¨¢s c¨®modo en circunstancias de calor y menos altura, le cost¨® cogerle el punto al partido. No estuvo c¨®modo ni le dej¨® Fognini, el competidor de segunda l¨ªnea que le encontr¨® las cosquillas hace dos a?os en R¨ªo, Barcelona y Nueva York.

Raquetazos, silbidos y oficio

A veces no se sabe a qu¨¦ juega Il Bello, si le interesa la historia o no, si toca el d¨ªa bueno o el d¨ªa malo. Anda como si se acabase de levantar y caminase hacia el frigor¨ªfico, con indiferencia, por encima de todo y todos. Tipo Gran Lebowski. Y a la que se calent¨® y comenz¨® a maltratar su raqueta, se disolvi¨®. Hab¨ªa llevado la iniciativa, pero Nadal aprovech¨® el trance y le corne¨® a pesar de empezar mal el tie-break, con una doble falta y a remolque. Pero al final, 7-3. Fognini por debajo y descentrado. Un panorama ideal, en teor¨ªa, pero solo en teor¨ªa, porque en contra de lo que imaginaba todo el personal, el de San Remo no desatendi¨® el duelo.

Al rev¨¦s. Se templ¨® y se creci¨®. Percuti¨® con el reverso e incorpor¨® veneno a su derecha. Cuanto m¨¢s en contra se puso el aficionado, mejor actu¨®. "Silbadme, silbadme". Y Nadal, poco inspirado, retrocedi¨® algunos pasos y se dedic¨® m¨¢s a repeler que a atacar. No era la pauta m¨¢s adecuada para una jornada que invitaba al riesgo y la agresividad, al cuerpo a cuerpo, as¨ª que Fognini se adjudic¨® el segundo set con suficiencia y mantuvo la amenaza en el definitivo, hasta que le pudo la ansiedad y tuvo demasiada prisa. As¨ª se enred¨® el italiano, m¨¢s bien solo, discutiendo consigo mismo y con el ¨¢rbitro.

Y sac¨® partido Nadal, consciente de que la victoria depend¨ªa de meter una marcha m¨¢s. Gan¨® pista y comenz¨® a encontrar los ¨¢ngulos que anteriormente se le negaban. Astuto, ley¨® bien la situaci¨®n, compadre¨® con los fantasmas de su adversario y dio una primera estocada en el sexto juego de la resoluci¨®n. Rotura y determinaci¨®n. Fognini, en teor¨ªa, solo en teor¨ªa, a un paso de claudicar. Pero no, porque devolvi¨® el break, pero luego fue v¨ªctima de su propia genialidad. En la fase cr¨ªtica, un rev¨¦s cruzado extraordinario... y una doble falta. ?Incomprensible? No en su caso. Ahora s¨ª, game over. Nadal, en su salsa: en el terreno de las mentes fuertes, no fall¨®.

En consecuencia, un careo con Kyrgios, otro examen de bipolaridad.