La Champions le gui?a un ojo a Isco

No respira tranquilo nunca el Real Madrid, que estar¨¢ en Cardiff el pr¨®ximo 3 de junio para jugar su tercera final en cuatro a?os, despu¨¦s de pegarse un buen susto. A los aficionados m¨¢s taquic¨¢rdicos deber¨ªan entregarles una bolsa de tila antes de cada partido junto a la bufanda y los pines. Incluso a los que no acuden al estadio y lo siguen desde casa. En el Vicente Calder¨®n, en el ¨²ltimo partido europeo de la historia en el feudo rojiblanco, la vuelta de las semifinales de Champions empez¨® como una pesadilla para el equipo de Zidane. Termin¨® con los jugadores saltando en el vestuario con una camiseta de celebraci¨®n que pon¨ªa: ¡°A por la 12¡±.

Ya en el minuto tres, Danilo, que ocup¨® el carril derecho en lugar del lesionado Carvajal, vio una tarjeta amarilla. Una se?al del tembleque que acompa?ar¨ªa al conjunto blanco durante casi toda la primera parte. En el minuto 16 el Atl¨¦tico ya iba ganando 2-0. Lo imposible parec¨ªa cerca de poder convertirse en posible. Son¨® atronador el ¡°?s¨ª se puede, s¨ª se puede!¡±, cuando Griezmann colocaba el bal¨®n en el punto de penalti justo antes del segundo tanto.

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El Real Madrid amansa al Atl¨¦tico

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En la tribuna de prensa hab¨ªa que ponerse de pie para seguir las jugadas, porque en cada ocasi¨®n de gol, todo el Calder¨®n se levantaba, brazos en alto, gritando. Gritos de apoyo o insultos, seg¨²n terminaba la jugada. En la el¨¦ctrica primera parte, s¨®lo Luka Modric fue capaz de ponerle pausa al juego del Madrid. El croata hizo de Modric y tambi¨¦n de Casemiro, poco acertado en el pase y poco acertado tambi¨¦n en el repliegue defensivo.

La inteligencia t¨¢ctica del 19 del Madrid dio sosiego a los blancos ante las embestidas del Atl¨¦tico. Cortaba jugadas, sal¨ªa de la defensa con el bal¨®n pegado al pie, siempre se ofrec¨ªa en los apoyos y dirig¨ªa el juego con una visi¨®n y una tranquilidad que ninguno de sus compa?eros parec¨ªa tener en aquellos lances iniciales. Le indicaba a los dem¨¢s hacia d¨®nde ten¨ªa que ir el bal¨®n. Cuando las cosas se ponen complicadas, Modric se agiganta.

¡°Tiene una tranquilidad con el bal¨®n impresionante. No se pone nunca nervioso. Su experiencia ha sido fundamental¡±, le pirope¨® Zidane. Tambi¨¦n se agigant¨® Isco, en l¨ªnea con su tramo final de esta temporada. Donde Modric pon¨ªa pausa, el malague?o pon¨ªa fantas¨ªa y gol. Un gol muy importante marc¨® Isco. Vital. Antes del descanso, cuando las cosas se le hab¨ªan puesto cuesta arriba al Madrid. Benzema aguant¨® a tres jugadores del Atl¨¦tico en la banda, se deshizo de ellos sin perder el bal¨®n y le dio un pase atr¨¢s a Kroos. El alem¨¢n se top¨® con el muro de Oblak; no as¨ª Isco, muy pillo en el rechace. Respir¨® de repente el conjunto blanco, sabedor de la ventaja que supon¨ªa ese gol. Sabedor de que pod¨ªa guardar los desfibriladores.

El f¨²tbol hace cumplir sue?os imposibles a veces, hace sufrir y temblar, hace morderse las u?as y pegar pu?etazos. Tambi¨¦n reparte premios. Isco tuvo el suyo. El jugador que, hasta la lesi¨®n de Bale, menos hab¨ªa jugado en Champions (menos incluso que Coentr?o que durante mes no pudo completar dos entrenamientos seguidos) valid¨® el billete del Madrid para Cardiff.

Un gui?o del destino y de la Champions para el malague?o, de los pocos que, en la primera parte, intent¨® cambiar el ritmo del equipo d¨¢ndole velocidad; de los pocos que fue capaz de abstraerse de la bronca en la que se hab¨ªa transformado el partido. ¡°Es una pena que hayamos tenido que encajar dos goles para entender este partido. Entre l¨ªneas, tocando r¨¢pido y bien hemos sido mejores¡±, analiz¨® Isco, que mostr¨® ayer su versi¨®n m¨¢s peleona.

¡°T¨¦cnicamente nos ha dado much¨ªsimo, con su calidad y el juego entre l¨ªneas hace mucho da?o al rival¡±, le alab¨® Zidane. Ahora, a tres semanas de Cardiff, el debate est¨¢ servido: ?Isco o Bale? El extremo gal¨¦s, en la enfermer¨ªa por una rotura del s¨®leo, est¨¢ trabajando para no perderse la final en su tierra. ¡°Da igual quien juegue¡±, asegur¨® Isco. ¡°?Que si es una locura sentarle? Queda mucho todav¨ªa...¡±, dijo Zidane antes marcharse del estadio.