Asensio entra en la baraja del ¡®nueve¡¯
En plena ola de reclamo popular Lopetegui prueba con el extremo madridista en la punta del ataque, present¨¢ndolo como una alternativa a Morata y Villa para medirse a Italia
La irrupci¨®n estruendosa de Marco Asensio en el Madrid ha propagado un eco sobre la selecci¨®n espa?ola en el momento culminante de la clasificaci¨®n para el Mundial de Rusia. La chiquiller¨ªa estall¨® en un c¨¢ntico cuando vio al extremo mallorqu¨ªn entren¨¢ndose este mi¨¦rcoles, en la ¨²nica sesi¨®n a puertas abiertas en el complejo de Las Rozas: ¡°?Aseensio...!, ?Aseeensio...!, ?Aseeeeeensio...!¡±.
Los hinchas vieron a Asensio en los partidillos ocupando la posici¨®n m¨¢s avanzada del ataque. Jug¨® entre los dos extremos y por delante de los tres interiores, en el esquema de referencia. Villa y Morata alternaron en ese puesto tambi¨¦n. Como si el seleccionador, Julen Lopetegui, hubiese metido a Asensio en la baraja del nueve ¡ªo falso nueve¡ª y considerase al muchacho de 21 a?os como una opci¨®n v¨¢lida para atacar a la defensa m¨¢s peluda del mundo.
¡°Tenemos que estar preparados para interpretar todos los momentos del juego¡±, dijo Lopetegui, cuando le preguntaron por su plan, ¡°tenemos que alcanzar los umbrales de excelencia en cada momento del juego¡±.
El seleccionador, como hacen todos sus colegas, piensa en una formaci¨®n para gestionar el 0-0; otra para correr al espacio con el 1-0; y otra para el caso apremiante de que el partido se ponga 0-1 y los italianos caven la trinchera. Otra cosa es que Asensio desplace de la punta a dos especialistas portentosos como Villa y Morata. Sea con 0-0, 1-0 o 0-1, esta soluci¨®n entrar¨ªa en el terreno de lo experimental. Seg¨²n afirman desde el vestuario de La Roja, es exactamente lo que sigui¨® probando Lopetegui en las sesiones del jueves, que se realizaron a puerta cerrada, o a lona bajada, por ajustar los t¨¦rminos a los materiales. La federaci¨®n ha colgado una gigantesca pantalla de lona en el fondo norte del campo principal de Las Rozas. A prop¨®sito del partido contra Italia, Lopetegui pretende que con esta estructura se preserve el secreto interponiendo un cuerpo opaco a la vista de los runners, las amas de casa paseando al perro, y los presuntos esp¨ªas que puedan circular por la pista forestal adyacente a la ciudad deportiva, desde donde antes se pod¨ªan ver cosas como a Asensio actuando de falso nueve y ahora no se ve nada.
Dijo Sergio Ramos, el capit¨¢n, que a?adir presi¨®n al novato ser¨ªa perjudicial: ¡°Los halagos nunca vienen bien a jugadores tan j¨®venes (...). Al chaval hay que quitarle piedras de la mochila y dejarlo que sea feliz y disfrute¡±.
Forzado a desmarcarse
Poner a Asensio de falso nueve contra Italia ser¨ªa un regalo para su multitud de repentinos admiradores. Tambi¨¦n supondr¨ªa a?adirle, m¨¢s que una piedra, una responsabilidad como un sillar. Su tremenda pegada ¡ªinigualable en la plantilla de La Roja¡ª podr¨ªa hacer estragos a cualquiera, pero ¨¦l siempre emple¨® el disparo aprovechando la potencia que desarrolla partiendo desde la banda. En la banda, sin embargo, juegan Isco, hombre muy apreciado por Lopetegui, y Silva, el goleador desde 2016. Trasladarlo al medio equivaldr¨ªa a restarle tiempo y espacio para actuar con el bal¨®n al pie, que es como de verdad se siente poderoso. Porque Asensio se desenvuelve en una contradicci¨®n: domina perfectamente el arte del desmarque y evita ponerlo en pr¨¢ctica cada vez que puede. Si Lopetegui le invita a moverse al centro, al sitio m¨¢s poblado de la cancha, le obliga a jugar sin bal¨®n contra su costumbre, su gusto y su tendencia natural a evitar el roce f¨ªsico. Contra Italia, el rival que m¨¢s y mejor rasca.
"Es un jugador diferente que tiene much¨ªsimo margen para mejorar¡±, dijo Iniesta, mustio, cuando ayer le preguntaron por el futbolista de moda.
Morata, Villa o Asensio, esa es la ins¨®lita cuesti¨®n.
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