Sin Navarro ya nada ser¨¢ lo mismo

He decidido escribir estas l¨ªneas antes incluso de que empiece el partido entre Espa?a y Rusia. Un duelo por las medallas merece su an¨¢lisis pero seguro que habr¨¢ muchos y mejores y yo hoy puedo dejar de pensar en la trascendencia de este duelo m¨¢s all¨¢ del resultado. Hoy decimos adi¨®s a una ¨¦poca aunque creo que ser¨¢ un hasta siempre porque hay despedidas que trascienden al tiempo y como s¨ªmbolo de una dinast¨ªa que seguramente acabe, o al menos se transforme, vivimos la despedida de Juan Carlos Navarro, el talento m¨¢s grande del basket Europeo de los ¨²ltimos a?os. A partir de ahora en los partidos de Espa?a se acabaron las bombas y todo ser¨¢ diferente.

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La ¨¦poca en la que una selecci¨®n ha dominado m¨¢s claramente el baloncesto europeo est¨¢ llegando a su fin y ya hemos visto en los ¨²ltimos a?os c¨®mo alguno de los miembros de ese equipo imbatible ha ido dando pasos a un lado, pero esta marcha es, al menos para m¨ª, especial porque he considerado a Navarro como el mejor jugador europeo de todos los tiempos junto a Petrovic.

Para gustos, colores, y quiz¨¢s est¨¦ influida por el hecho de que ocupamos la misma posici¨®n en la pista y por eso me siento cercana a las dificultades a las que se enfrenta, pero tratar¨¦ de explicar por qu¨¦ asevero algo as¨ª con tanta seguridad. Lo que ha conseguido Don Juan Carlos Navarro sobre una pista de baloncesto con su talento y su f¨ªsico est¨¢ al alcance de muy pocos. La realidad es que Navarro tiene un f¨ªsico muy normalito para lo que se estila y pese a ello ha dominado y decidido partidos, ligas, campeonatos y lo ha hecho creando baloncesto, que no es lo mismo que jugar baloncesto.

Juan Carlos ha sido junto a Pau Gasol el l¨ªder natural de una generaci¨®n que ha dominado y que incluso ha estado cerca de ganar a Estados Unidos, algo impensable que nos hicieron pensar en hacer posible. Gracias a estos jugadores y a estos logros hemos sido la envidia y el modelo a seguir por muchos pa¨ªses y por eso todos ellos, con Navarro al frente, tienen el reconocimiento de todo el mundo del baloncesto, que ensalza su grandeza. Ah¨ª tienen su respuesta todos esos que se llaman aficionados y que demuestran carecer de memoria cuando critican con crudeza, generalmente desde el anonimato, a un jugador as¨ª sin ni siquiera saber qu¨¦ significa pisar una pista de baloncesto.

Precisamente en este final es cuando Navarro ha reafirmado su grandeza. ?l, que debut¨® hace 17 a?os con la Roja y gan¨® un bronce en el Europeo de Turqu¨ªa del 2001, se planta ahora en una nueva lucha por las medallas y lo hace demostrando un compromiso bestial porque es consciente de que ha sido mejor y ahora f¨ªsicamente no le llega. Aun as¨ª suma todo lo que puede y asume no ser el referente. Eso para el que ha sido cabeza de le¨®n no es sencillo y dice mucho de la persona.

Nadie prepara a un jugador para el ¨²ltimo desayuno con un equipo al que adora o para esa ¨²ltima rueda de calentamiento o para el momento de vestirse con esa camiseta de la selecci¨®n por ¨²ltima vez. La despedida para un deportista siempre llega demasiado pronto, desgraciadamente tenemos un tiempo limitado y espero que todas esas emociones las pueda llevar lo mejor posible.

Estamos en la hora del relevo y de dar paso a las nuevas caras del basket espa?ol. Desde hoy sin Navarro nada volver¨¢ a ser lo mismo y su compromiso junto con el demostrado por otros como Pau, Felipe, Rudy, Chacho, Calder¨®n, Ricky¡­ es la gran lecci¨®n que deja a estas nuevas generaciones que demuestran haberse empapado de ¨¦l. Ellos nos ense?aron que cuando se hace equipo todo es m¨¢s sencillo. Fueron, son y ser¨¢n la bomba.