Ezequiel Barco, la nueva joya argentina
El medio lidera a Independiente en la Copa Sudamericana antes de irse a EEUU
Tres profundas arrugas le surcan la frente de una sien a la otra, intentando desmentir lo que indica el carn¨¦ de identidad. Cara de viejo, le apodaron en cuanto pis¨® la pensi¨®n de Independiente quienes iban a ser ¡ªpor muy poco tiempo¡ª sus compa?eros en las divisiones inferiores del club.
El rostro, poco habitual para alguien a punto de cumplir los 16 a?os, fue lo primero que llam¨® la atenci¨®n de Ezequiel Barco (Villa Gobernador G¨¢lvez, Santa Fe, 1999) cuando a principios de 2015 aterriz¨® en Avellaneda. Pero las miradas cambiaron en cuanto le tiraron un bal¨®n: ese pibe de 1,67 metros sab¨ªa jugar al f¨²tbol.
La obtenci¨®n de la Copa Sudamericana en la madrugada del jueves ante el Flamengo tal vez pueda marcar un momento bisagra en la historia del renacido rey de Copas del f¨²tbol argentino, pero por lo pronto entreg¨® una certeza: la consagraci¨®n de un gambeteador (regateador) empedernido de apenas 18 a?os.
El retorno a la gloria del Rey de Copas
Independiente de Avellaneda dio el mi¨¦rcoles por cerrada su etapa m¨¢s oscura, aquella en la que transit¨® por la Segunda argentina, con problemas econ¨®micos y con sus hinchas m¨¢s violentos dominando el club. El conocido como Rey de Copas conquist¨® la Copa Sudamericana tras empatar en Maracan¨¢ con el Flamengo (1-1) y hacer bueno el 2-1 de la ida. Ariel Holan, el art¨ªfice del resurgimiento desde el banquillo no pudo reprimir la emoci¨®n tras la conquista del t¨ªtulo. ¡°El Independiente es mi club. Lo amo con toda mi alma¡±, afirm¨®. ¡°Estoy feliz porque s¨¦ que en la vida de un entrenador son m¨¢s las veces en que hay motivos para estar triste que para estar feliz¡±.
Se jugaban 39 minutos del primer tiempo en Maracan¨¢, el conjunto brasile?o hab¨ªa marcado el tanto que igualaba la serie diez minutos antes cuando el ¨¢rbitro sancion¨® un discutido penalti a favor de Independiente (hubo que confirmarlo a trav¨¦s del VAR). Barco no dud¨®. Era el responsable se?alado y demostrando la personalidad que compa?eros y t¨¦cnicos le se?alan como virtud esencial, pidi¨® la pelota y lo ejecut¨® fuerte y abajo, contra el palo izquierdo de C¨¦sar. 1-1, el gol que vali¨® un t¨ªtulo tras el 2-1 de la ida.
Lo que sigui¨® fue una exhibici¨®n. Volcado sobre la banda derecha, Barco se torn¨® imparable para la defensa local. De sus regates y recortes nacieron un buen pu?ado de llegadas que si bien no se concretaron en tantos lo erigieron como figura de la final y motivaron la pregunta de un periodista carioca a Ariel Holan, el entrenador argentino, en pleno festejo: ¡°??C¨®mo puede ser que lo vendan a la MLS (EE?UU) con 18 a?os?! ?Est¨¢ para jugar en Europa!¡±.
La vida de Barco corre acelerada. Salt¨® las categor¨ªas menores a la velocidad de la luz hasta que Gabriel Milito le hizo debutar en Primera en junio de 2016, marc¨® su primer tanto tres meses m¨¢s tarde, fue convocado por Jorge Sampaoli para trabajar como sparring de la selecci¨®n argentina y todo indica que, 12 millones de euros mediante, continuar¨¢ su carrera en el Atlanta United de la Liga estadounidense, el equipo que entrena el Tata Martino.
Mucho antes de eso, sin embargo, todo hab¨ªa comenzado lento. En 2011 ingres¨® en la Academia Jorge Bernardo Griffa, club regentado por aquel aguerrido defensa central del Atl¨¦tico de Madrid, participante de los torneos de la Liga de Rosario. Sus habilidades, claro, no pasaron inadvertidas y tanto Newell¡¯s como Rosario Central, los grandes de la ciudad, le echaron sus redes. Fue entonces que Esther, la madre de Ezequiel, tom¨® la decisi¨®n clave: enviarlo a probar suerte en alg¨²n club de Buenos Aires. No le fue bien. Boca, River y Gimnasia le cerraron sucesivamente las puertas ¡°por chiquito¡±. Estaba por terminar 2014.
El pibe admirador de Riquelme que afirma que ¡°cuanto m¨¢s me pegan mejor juego¡± volvi¨® a su casa con el destino incierto. La fortuna tardar¨ªa solo dos meses en sonre¨ªrle. Griffa se convirti¨® en coordinador de la cantera del Independiente y all¨ª se llev¨® a su joya. El resto ya es historia conocida.
¡°Nunca imagin¨¦ que iba a ser campe¨®n en el club que me form¨®¡±, dijo Barco entre l¨¢grimas, a¨²n sobre el c¨¦sped de Maracan¨¢. Sabe que quiz¨¢s haya sido su ¨²ltimo partido con la camiseta del Rojo de Avellaneda. El gran mundo del f¨²tbol lo est¨¢ esperando¡
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