Lidia Valent¨ªn: ¡°Soy la plusmarquista limpia¡±
La manicura de fantas¨ªa, los p¨¢rpados subrayados de azabache y los labios rosa chicle son, quiz¨¢, su grito de libertad ante tanta disciplina y sacrificio
La chica que se acuclilla ante las pesas de la sala de halterofilia del Centro de Alto Rendimiento de Madrid acoquina, y mucho. Qu¨¦ brazos, qu¨¦ piernas, qu¨¦ gl¨²teos, qu¨¦ cuerpazo. Qu¨¦ mal repartido est¨¢ el globo, piensas. Es cuando le ves los ojos heridos de determinaci¨®n, las manos desolladas de magnesia y las palmas con m¨¢s callos que un estibador de los de antes, cuando te haces idea del trabajo que lleva a cuestas. Lidia Valent¨ªn acaba de ganar el Campeonato del Mundo al levantar 258 kilos a pulso. La manicura de fantas¨ªa, los p¨¢rpados subrayados de azabache y los labios rosa chicle son, quiz¨¢, su grito de libertad ante tanta disciplina y sacrificio.
Cualquiera le echa un pulso.
Cualquiera no, pero yo solo levanto pesas. Eso s¨ª, tengo m¨¢s fuerza que la media, es un hecho.
?A qu¨¦ o a qui¨¦n le echar¨ªa un pulso solo para gan¨¢rselo?
A las injusticias, las odio.
Entonces, odiar¨¢ a las rivales que le robaron el oro y la plata ol¨ªmpicos al gan¨¢rselos dopadas.
Es que ellas no son deportistas. Est¨¢ la halterofilia limpia, que es la m¨ªa, y la oscura, que es la de ellas. Lo suyo no es deporte, es un show. No se puede ganar de cualquier modo. Y, s¨ª, me rebel¨® much¨ªsimo, pero la verdad sale.
?C¨®mo le dio por subir cosas?
Cosas no, pesas. En Barcelona 92, con siete a?os, ya quer¨ªa estar en unos Juegos. A los 11, empec¨¦ a entrenar, vi que era supercompetitiva, retaba a los chicos porque las ni?as se me quedaban peque?as. Mi entrenador vio que pod¨ªa ser un portento, y me enganch¨¦.
Se lo tiene bien cre¨ªdo, pues.
En la vida te lo tienes que creer. Si no crees que eres capaz, no lo vas a ser nunca, aunque tengas talento, f¨ªsico y ganas. Cuando dejas de creer, todo ha terminado. La motivaci¨®n es la gasolina para seguir. Sin ese af¨¢n de rozar la excelencia, no consigues nada.
?Tanta ambici¨®n desde ni?a?
S¨ª, ten¨ªa hambre de ganar. Me enrabietaba si perd¨ªa. Mi madre, si flojeaba en las notas, me castigaba sin entrenar, y era un drama.
Tambi¨¦n habr¨¢ llorado.
Mucho, por perder, por rabia, por no llegar sabiendo que pod¨ªa.
Se lapida usted solita, ?no?
S¨ª, y eso no est¨¢ bien. Pero s¨ª, soy de machacarme y flagelarme,
?Cu¨¢l es el r¨¦cord mundial de su especialidad y categor¨ªa?
No hay: quien lo bati¨® fue una dopada. No es un r¨¦cord limpio.
Entonces, sus 258 kilos, son la plusmarca mundial que acepta.
Son la plusmarca limpia, s¨ª.
?Qu¨¦ es un kilo para usted?
Much¨ªsimo. Puede ser la diferencia entre el cielo y el limbo. Subir un kilo m¨¢s es muy heavy.
Un kilo es un brick de leche
Pero es eso sumado a tu m¨¢ximo. Es como un minuto m¨¢s en una marat¨®n de hora y media. Subir un kilo es derribar un muro.
Todos queremos bajar kilos y usted se mata por subirlos.
Yo no puedo pesar un gramo menos porque no podr¨ªa levantar un gramo m¨¢s. Y me cuesta mantenerme. Si me descuido, adelgazo, y recuperar masa es dif¨ªcil.
Ahora la queremos todos los medios, pero el resto del tiempo no le hacemos ni caso. ?Le duele?
Cierto. Pero yo hago halterofilia porque me gusta competir. El reconocimiento es maravilloso, pero no entreno para salir en una portada, no necesito p¨²blico.
Su deporte es poco medi¨¢tico y es usted mujer. ?Siente la doble discriminaci¨®n en sus carnes?
No. Las futbolistas, por ejemplo, s¨ª que pueden estar mosqueadas porque tienen mucha menos visibilidad que sus colegas varones. Pero en mi caso, creo que un campe¨®n chico hubiera tenido la misma atenci¨®n, o menos.
R¨ªmel, raya, brillo. ?Se maquilla para resaltar su feminidad?
No, me cri¨¦ con dos hermanas y soy presumida. Me pinto hasta para entrenar. Y me miro al espejo, y no solo para ver las posturas.
?Suda mucho el top?
Much¨ªsimo. La que m¨¢s, porque soy la que m¨¢s pesa. Pero yo digo que no sudo, brillo, jaja.
?No hay dolor, como Stallone?
?Que no? Mucho, Esto es alto rendimiento. Pones el cuerpo al 200% todos los d¨ªas. Y duele todo.
Vale, puede usted con 258 kilos, pero ?puede con la vida?
Soy optimista, me motivo, me gusta retarme. La suerte no existe, aunque cuanto m¨¢s entreno y me lo curro, m¨¢s suerte tengo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.