Los palos se rebelan contra Messi en el Camp Nou
El Bar?a golea al Deportivo con una exhibici¨®n de juego de Iniesta y Leo, plasmada en los goles de Luis Su¨¢rez y Paulinho y hasta cinco remates a los postes
El Barcelona va al encuentro del campe¨®n del mundo como l¨ªder firme de la Liga. A pesar de que hay 11 puntos de diferencia y un partido pendiente del Madrid con el Legan¨¦s, el cl¨¢sico del s¨¢bado en el Bernab¨¦u se presenta rimbombante despu¨¦s del ¨¦xito blanco contra el Gremio y de la goleada del Barcelona ante el Deportivo. Aguarda expectante el gatillo de Cristiano mientras Luis Su¨¢rez afina la punter¨ªa y la sociedad Messi-Iniesta divierte al Camp Nou. Las peque?as sociedades dan vida a un equipo disminuido por las lesiones -Alc¨¢cer estar¨¢ de baja tres semanas- y aturdido por la pelea de Messi con el gol y los palos: 14.
Habr¨¢ que ver c¨®mo responde Messi a su pelea con los postes y de qu¨¦ manera maniobra el entrenador en Chamart¨ªn.
A cada partido interviene Valverde. Hay que reparar en la mano del t¨¦cnico para descifrar al Barcelona. Anoche comenz¨® a disputar el cl¨¢sico cuando prescindi¨® de Busquets, amenazado de sanci¨®n, y puso de mediocentro a Rakitic. No fue el ¨²nico detalle significativo de la formaci¨®n del Barcelona. Insisti¨® el entrenador con Paulinho, un futbolista de momentos m¨¢s que de partidos, y prefiri¨® como lateral a Sergi Roberto, elecci¨®n que por repetida compromete a Semedo. Y cambi¨® Valverde la posici¨®n de los interiores para calzar como punta izquierdo a Alc¨¢cer: Paulinho ocup¨® la banda izquierda y por la derecha se despleg¨® Iniesta.
El cambio sorprendi¨® incluso al manchego porque nada m¨¢s empezar el encuentro qued¨® habilitado por Luis Su¨¢rez en el costado derecho y no se atrevi¨® a chutar sino que se la dio a Messi. Y el 10, tan confundido como el 8, marr¨® un tiro f¨¢cil ante Rub¨¦n. El rosarino no estaba fino y al Bar?a le costaba salir con la pelota por la ausencia de Busquets y la dificultad para conducir y tocar de Paulinho. El Deportivo parec¨ªa m¨¢s c¨®modo en ataque que en defensa, contento con el bal¨®n, enfilado por Messi y amenazador con sus r¨¢pidas transiciones manejadas por Adri¨¢n y Lucas P¨¦rez.
La lesi¨®n de Alc¨¢cer oblig¨® a Valverde a cambiar de plan: Iniesta regres¨® a su puesto de volante izquierdo mientras Aleix Vidal entraba por la derecha y por el centro se estiraba Paulinho. La reorganizaci¨®n propici¨® un equipo m¨¢s natural y una mayor productividad ofensiva del Bar?a: Messi y Aleix Vidal tuvieron dos opciones claras de gol, las dos bien defendidas por Rub¨¦n, antes de que Luis Su¨¢rez colara una asistencia del 10: el rosarino control¨® con el pecho una asistencia preciosa y precisa de Iniesta y sirvi¨® el gol al 9. Un gol a la salida de un c¨®rner y de una jugada ensayada en la ciudad deportiva Joan Gamper.
Los remates se sucedieron repetidamente despu¨¦s del 1-0. Hubo un segundo gol, marcado por Paulinho despu¨¦s de un bal¨®n que devolvi¨® la madera despu¨¦s de un tiro maravilloso de Messi, y Mateo Lahoz no necesit¨® de ninguna ayuda tecnol¨®gica para afirmar que el remate de rabona de Luis Su¨¢rez no hab¨ªa traspasado la l¨ªnea de meta antes de ser rechazado por Rub¨¦n. El gesto del ¨¢rbitro pareci¨® sobrero porque la mayor¨ªa de im¨¢genes desment¨ªan al colegiado valenciano ante la ira de la parroquia azulgrana, ya escarmentada por los goles negados en el Villamar¨ªn o Mestalla.
A favor de marcador, el Bar?a someti¨® al Deportivo. A la contra, el equipo azulgrana se estira r¨¢pido, mejor en la recuperaci¨®n que en la elaboraci¨®n, disparado por las aceleraciones de Messi. Ni siquiera el descanso medi¨® a favor del equipo de Crist¨®bal porque el Barcelona continu¨® corriendo y chutando, a veces a la madera (ya son 26 en 26 partidos, 18 en la Liga) y a la red de Rub¨¦n. El 3-0 fue muy celebrado por la jugada colectiva que coronaron Sergi Roberto con un centro delicioso y la puntilla de Luis Su¨¢rez. Y en el 4-0 Paulinho emboc¨® el bal¨®n escupido por el poste a remate de Jordi Alba.
El instinto del brasile?o para barrer el ¨¢rea contraria, tan buen llegador y goleador como discreto conductor y pasador, contrast¨® con la esterilidad de Messi. El 10 fall¨® incluso un penalti cometido a Luis Su¨¢rez. Rub¨¦n acert¨® la direcci¨®n del disparo y el argentino sum¨® su error n¨²mero 22 sobre 99. Una vez resuelto el encuentro, reservados Jordi Alba e Iniesta con vistas al s¨¢bado e in¨¦dito Mascherano -puede que se vaya sin volver a jugar de azulgrana- no hubo m¨¢s reto que el de aguardar un gol de Messi. Y no se dio en un partido con cuatro tantos, un penalti y cinco palos, tres de Messi.
Las cosas m¨¢s imposibles se dan con Messi: el d¨ªa que exhibi¨® su cuarta Bota de oro se qued¨® a cero en el Camp Nou. Los postes se rebelan contra el 10 camino de Madrid.
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