El 10 estuvo de 10 y el Barcelona arroll¨® al Celta

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A la hinchada del Bar?a, remolona y agarrotada por el invierno, pendiente sobre todo del Bernab¨¦u, le convendr¨ªa acudir definitivamente al Camp Nou. Ni que sea para dar las gracias a Messi. El 10 no descansa nunca, ni siquiera un jueves a las 21.30 horas en un partido de Copa, un torneo animado hasta ahora por el Celta. No tiene fin el cat¨¢logo de exhibiciones de Messi. A sus 30 a?os, anoche se marc¨® media hora para recordar en el Camp Nou. El 10 estuvo de 10 en un equipo primaveral como fue el Bar?a.

A la luz de Messi, m¨¢s maduro que nunca, el Barcelona rompi¨® a jugar a f¨²tbol como no hab¨ªa hecho hasta ahora con Valverde. Aquel equipo s¨®lido, fiable y competitivo, y tambi¨¦n a ratos ins¨ªpido, se mostr¨® exuberante, fluido, veloz, preciso y divertido ante un rival siempre exigente como es el Celta. El rosarino fue indetectable para los chico de Unzu¨¦. A los azulgrana les alcanz¨® con media hora plet¨®rica para sellar de forma espectacular su pase a los cuartos de final de la Copa.

A Valverde le har¨ªa gracia ganar un torneo muy familiarizado con el Bar?a. La ambici¨®n y felicidad del t¨¦cnico por cualquier partido y trofeo alimentan al barcelonismo y se complementan con la voracidad de Messi, insaciable y cada vez m¨¢s completo y l¨ªder, especialmente l¨²cido ante la mirada de Coutinho. A los mejores hay que recibirles con una actuaci¨®n plet¨®rica para marcar el territorio y el brasile?o, sentado en la tribuna, abandon¨® el Liverpool para jugar con el 10 del Bar?a.

El encuentro azulgrana fue tan redondo que no hubo noticias del Celta ni de Iago Aspas ni se repar¨® apenas en detalles como la alineaci¨®n de Mascherano ¡ªpudo ser su ¨²ltimo encuentro de azulgrana antes de su salida a China¡ª y sobre todo de Andr¨¦ Gomes y Emre Mor, dos centrocampistas diferentes en el puesto de tercer delantero ¡ªlos sacrificados eran Demb¨¦l¨¦ y Maxi G¨®mez¡ª, se?al del respeto que se tienen los dos equipos, con independencia de que jueguen en Bala¨ªdos o el Camp Nou.

Apostaba el Celta por la rapidez y el desequilibrio, m¨¢s dispuesto a presionar, robar la pelota y a correr que a atacar, un plan habitualmente estresante para el Bar?a. Los azulgrana, sin embargo, ni pesta?earon sino que montaron el encuentro en cancha contraria alrededor de Messi. El 10 protagoniz¨® hasta cinco llegadas consecutivas y marc¨® dos goles cuando todav¨ªa no se hab¨ªa cumplido el cuarto de hora de partido en el Camp Nou y la pizarra de Valverde se impon¨ªa a la de Unzue.

Iniesta despojaba al Celta con sus delicados pases profundos, Jordi Alba abr¨ªa la cancha por el costado izquierdo y Messi se camuflaba a espaldas de Lobotka para despu¨¦s partir y medir su velocidad con Font¨¢s y Sergio G¨®mez. Al 10 le faltaron piernas en las tres primeras carreras, una situaci¨®n extra?a para la hinchada, muy reivindicativa pol¨ªticamente en el Camp Nou. No fall¨® en cambio en las dos siguientes, certero con sus tiros cruzados al poste izquierdo de Sergio

El festival de Messi petrific¨® al Celta. El bal¨®n silbaba a pies del 10, a veces goleador, en ocasiones asistente de Alba e Iniesta, siempre virtuoso con sus toques, sus pases, sus taconazos, ego¨ªsta como rematador y altruista en calidad de centrocampista, m¨¢s rey que nunca del Bar?a. La actuaci¨®n del rosarino fue tan pulcra como contagiosa para los muchachos de Valverde. El equipo funcionaba de manera fina, sincronizada y r¨¢pida. Hasta el atl¨¦tico Semedo le ganaba los mano a mano a Iago Aspas.

Indefinido, el Celta aplaudi¨® el recital del Bar?a y en especial la sociedad Jordi Alba-Messi. El delantero devolvi¨® las dos asistencias del lateral con un servicio estupendo, caminando, casi parado, para que Alba metiera el 3-0 y Su¨¢rez sancion¨® despu¨¦s un error de Pione ante la presi¨®n azulgrana para poner el 4-0. El f¨²tbol hab¨ªa sido tan denso y el marcador tan contundente que el partido exig¨ªa un respiro y un punto y aparte, imposible dar m¨¢s continuidad al espect¨¢culo del Camp Nou.

Valverde empez¨® a refrescar al equipo con el lastimado Piqu¨¦ y despu¨¦s con Messi e Iniesta. El domingo aguarda la Real y el reto es igual de interesante porque el Bar?a no sabe desde hace tiempo c¨®mo ganar en Anoeta. El partido del estadio qued¨® a expensas de Demb¨¦l¨¦ y Semedo. Antes de quejarse de su pierna lesionada, el extremo desbord¨®, tir¨® un ca?o y bot¨® el c¨®rner que Rakitic cabece¨® a la red y el f¨ªsico de Semedo fue m¨¢s noticia que el de Iago Aspas, el mismo que rompi¨® a Umtiti en el Camp Nou.

A nadie le import¨® que no se contara ning¨²n gol m¨¢s porque el 5-0 siempre fue el d¨ªgito m¨¢gico del barcelonismo, el que expresa las mejores actuaciones del Bar?a. El partido aparentemente m¨¢s complicado de los ¨²ltimos disputados result¨® ser el mejor jugado por el equipo de Valverde. Habr¨¢ que volver al Camp Nou.