El Atl¨¦tico de Madrid se castiga ante el Sevilla

Esta vez, el equipo que juega a condenar los errores de los rivales, fue ajusticiado por los suyos. El Sevilla castig¨® dos fallos del Atl¨¦tico de Madrid para ponerse en ventaja en la eliminatoria. Se suicid¨® el equipo de Simeone con un mal palmeo de Moy¨¢ y una mala defensa de sus centrales de un bal¨®n que no iba a ninguna parte. La locura de la Copa apareci¨® en el tramo final para complicarle la supervivencia en la competici¨®n a los rojiblancos.

Pes¨® m¨¢s en el ritmo del juego el doble partido de las eliminatorias coperas que el frenes¨ª que tantas veces emerge en estos duelos. El Sevilla jug¨® a no perder la pelota. A enraizarse toque a toque para terminar buscando las superioridades en banda. Siempre con Banega de maestro de ceremonias. No se sabe d¨®nde podr¨ªa haberse situado el techo de este diez de haber sido m¨¢s constante en su carrera. Eso s¨ª, el d¨ªa que le da por jugar, es capaz de narcotizar el juego y que los partidos se jueguen al ritmo que impone. El Atl¨¦tico tampoco se volvi¨® loco, como equipo que presume de saber manejarse en resultados cortos. Jug¨® m¨¢s a esperar el fallo. A sorprender en velocidad en cada p¨¦rdida de bal¨®n del Sevilla, pese a la presencia de Vitolo, Griezmann y Diego Costa.

Tiroteo

El canario empez¨® por la izquierda, a los 20 minutos pas¨® a la derecha y termin¨® su actuaci¨®n en el flanco en el que empez¨®. Estuvo activo, pero no rompedor, as¨ª que Simeone le dej¨® en la ducha en el intermedio. Con todo, ese partido a espasmos dio para ocasiones en una y otra porter¨ªa. Empez¨® dando el Sevilla, con una combinaci¨®n ente Banega, Muriel y el Mudo V¨¢zquez que este finaliz¨® trastabillado en la frontal del ¨¢rea. Respondi¨® el Atl¨¦tico con dos jugadas a bal¨®n parado. Primero, una falta prolongada con un globo de cabeza por Lucas la enganch¨® tambi¨¦n con la testa Diego Costa. El vuelo de Sergio Rico sobre la l¨ªnea de gol para meterle un manotazo a la pelota fue espectacular. Fue tambi¨¦n Diego Costa el que emboc¨® un c¨®rner en el segundo palo. El tanto no subi¨® al marcador al estimar el colegiado una posible falta de Griezmann a Rico. El tiroteo continu¨® con dos contragolpes para cada equipo. El del Sevilla naci¨® de un c¨®rner del Atl¨¦tico al que Koke no le dio continuidad en el rechace. Perdi¨® el bal¨®n y Sarabia se encontr¨® con m¨¢s de 60 metros limpios por recorrer. Cuando se aproxim¨® al ¨¢rea, dej¨® solo a Correa ante Moy¨¢ con un toque sutil. Fue el momento del portero Atl¨¦tico. Rodilla en suelo, con esa estampa tan argentina de los arqueros, tap¨® el remate de Correa. A ese latigazo le sucedi¨® otro de Diego Costa tras un robo de Sa¨²l, que lanz¨® al punta a la carrera. Acosado por Mercado, prefiri¨® el disparo desde el borde del ¨¢rea a encarar y Rico se lo detuvo bien colocado. A partir de ah¨ª el partido volvi¨® a los tiempos de Banega. Se ralentiz¨® y ya solo se agit¨® antes del descanso con un zapatazo de Lenglet desde 30 metros que se enfil¨® hacia la escuadra derecha de Moy¨¢. El mallorqu¨ªn resolvi¨® con un impulso de piernas poderoso y un fuerte palmoteo.

La reanudaci¨®n fue una b¨²squeda de m¨¢s chispa del Atl¨¦tico de Madrid. Agitado primero por Correa, sustituto de Vitolo, y despu¨¦s por Carrasco, que reemplaz¨® a un Griezmann muy desdibujado y poco intervencionista. Correa perfor¨® la banda dos veces, espoleado por su t¨¦cnico, que debi¨® entender que el partido estaba en las lagunas de Escudero. A una rosca suya, no lleg¨® por media bota Costa. La otra la cabece¨® en plancha Lenglet contra el palo de Rico.

Apretando por ese costado, el Atl¨¦tico sac¨® una falta lateral de una mano. La colg¨® Koke, Carrasco empal¨® un primer rebote y Diego Costa cruz¨® el segundo con un severo zurdazo. Con el 1-0 el partido estaba donde quer¨ªa el Atl¨¦tico. Hasta que lleg¨® el suicidio. Moy¨¢ empa?¨® su noche introduciendo en su propia porter¨ªa un centro de Navas desde la derecha que se envenen¨® tras tocar en la bota de Lucas. El golpe le dio a Simeone para intentar el ¨²ltimo asalto con Torres, pero se encontr¨® con otro error, esta vez doble. God¨ªn no pudo impedir que Ben Yeder prolongara un? y Savic lo corri¨® peor que Correa, que pic¨® con suavidad la pelota para superar a Moy¨¢. Dos errores, dos goles. Pero esta vez, en contra del Atl¨¦tico.