El Atl¨¦tico no cierra otro partido con ventaja y el Girona empata

La dificultad para cerrar los partidos asoma como el nuevo problema del Atl¨¦tico. Le pas¨® contra el Sevilla y de nuevo contra el Girona. Otra vez un despiste defensivo le cost¨® un gol y el empate. Si cuando estaba inmerso en la din¨¢mica negativa, cuerpo t¨¦cnico y jugadores cargaban parte de sus explicaciones a no poder abrir el marcador, ahora emerge esa falta de contundencia ofensiva cuando se ponen en ventaja. Y lo que es peor, para un conjunto que presume de solidez, esa la falta de rigor tambi¨¦n le aparece en su propia ¨¢rea. Fue Portu el que castig¨® un pelotazo mal dado al aire de Koke que se qued¨® corto y que Savic no estuviera r¨¢pido para trata de dejar en fuera de juego al volante. Para entonces, Simeone ya hab¨ªa jugado con el 1-0 para hacer los cambios. No estaban en el campo ni Griezmann, ni Diego Costa, reemplazados por Koke y Gameiro respectivamente.

En los casi 20 minutos que tuvo para volver a desequilibrar el marcador no hubo una ocasi¨®n clara del Atl¨¦tico. La cuesti¨®n est¨¢ en si producir no m¨¢s de tres oportunidades francas es suficiente para jugar con una renta tan corta como un 1-0. Carrasco tuvo el 2-0 antes del empate en un mano a mano a con Iraizoz, sustituto tras el descanso del lesionado Bono. Despu¨¦s, ya no gener¨® peligro verdadero. Y ese filo en el que juega el Atl¨¦tico le cort¨® la victoria al m¨ªnimo error que cometi¨®. El tanto le impidi¨® ser ese equipo redondo que pretende su entrenador, un colectivo que sea capaz de finiquitar los partidos a la contra o de defender el 1-0. Sin contundencia en las ¨¢reas no es posible.

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De inicio, despu¨¦s del varapalo del Sevilla, Simeone repiti¨® en parte la atrevida f¨®rmula empleada dos semanas antes ante el Getafe. Correa en una banda y Carrasco en otra. De primeras, una decisi¨®n valiente. En vez de refugiarse para contrarrestar uno de los puntos fuertes del Girona, la profundidad de sus carrileros Aday y Mojica, jug¨® a intimidarlo con la presencia del argentino y del belga en los costados. En esa configuraci¨®n del equipo incluy¨® la ausencia de Koke, que suele ser intocable, y Gabi, menos, pero tambi¨¦n miembro de la guardia pretoriana del t¨¦cnico. En liza qued¨® el doble pivote Sa¨²l-Thomas, el m¨¢s f¨ªsico que puede componer Simeone y en el que conviven dos futbolistas con acentuado rasgo de llegadores.

Con ese plan inicio el Atl¨¦tico el abordaje de uno de los equipos que m¨¢s le sonrojaron en la primera vuelta. Aquellos primeros 45 minutos del partido en Girona a¨²n revolotean por la memoria de Simeone y de sus futbolistas. Tiene el equipo de Mach¨ªn algunas de las virtudes que m¨¢s incomodan al Atl¨¦tico. Tres centrales para salir jugar desde atr¨¢s, puede ser igual de intenso para tratar de recuperar la pelota arriba y cuando la tiene no tiene prisa por rifarla. El resultado es un ritmo bajo al comp¨¢s de muchos pases cortos al que es al¨¦rgico el equipo de Simeone. Como el Qarabag, o el Sevilla, durante algunos tramos del partido copero, el Girona logr¨® imponer durante un buen tamo del primer tiempo esa bajada de revoluciones que le cuesta digerir al Atl¨¦tico. En esas fases, emerge la veta m¨¢s industrial de los futbolistas de Simeone. El equipo replegado, eligiendo en qu¨¦ momento apretar y con sus vedettes, Carrasco, Griezmann y Correa emple¨¢ndose en defensa. No gener¨® peligro el Girona con su f¨²tbol dormidera, pero mantuvo a raya a su rival. Los rojiblancos solo empezaron romper esa clase de partido de la mejor manera que lo saben hacer, presionar arriba, robar y salir. Lucas sali¨® ganador de la divisi¨®n del bal¨®n a la que hab¨ªa obligado al Girona al apretar a sus centrales, Thomas rompi¨® con la cintura a su par y lanz¨® a Griezmann a la carrera. El franc¨¦s condujo la contra hasta que le asust¨® el pase a Correa, que se encontr¨® con la mano de Bono en su intento de picadita con la izquierda. De alguna manera, el Atl¨¦tico empez¨® a crecer a partir de Thomas, que agiliz¨® varias circulaciones, y del sacrificio de Sa¨²l, muy activo para ayudar a Lucas y Carrasco en la defensa de Aday. El gol lleg¨® como muestra de esa manera de relacionarse con los partidos en ataque el Atl¨¦tico. Griezmann reba?¨® una pelota desde el suelo en la frontal del ¨¢rea para Thomas, que rompi¨® a la defensa del Girona con un globo por encima que Diego Costa convirti¨® en una dejada de cabeza. El propio Griezmann empotr¨® la pelota en la porter¨ªa de Bono con una volea contundente.

Con ventaja sali¨® el Atl¨¦tico al segundo acto y la mantuvo hasta ese minuto 70. Pudo ampliarla en otra demostraci¨®n que es su mejor versi¨®n es la de ser un equipo de mecha corta. Sa¨²l recuper¨® una pelota en la frontal, abri¨® a Carrasco y este se encontr¨® con una buena pierna de Gorka en su r¨¢pida salida. Luego llegar¨ªa el empate nacido de ese despeje blando y corto de Koke. El Girona se rearm¨® otra vez durmiendo la pelota y esperando al Atl¨¦tico cuando no la ten¨ªa. Borja por dos veces, y Olunga, derribado por Oblak en la frontal, estuvieron a punto de repetir la faena del Sevilla. Por no cerrar los partidos, ni en defensa ni en ataque.