El Athletic da un paso adelante y tres atr¨¢s
Suma diez partidos sin perder pero acaba silbado por su mal juego ante un Eibar muy superior que hizo m¨¦ritos para ganar
Si hubo alg¨²n optimista en San Mam¨¦s (pocos deb¨ªan ser a juzgar por los pitidos dedicados al juego del Athletic), debi¨® pensar que el Athletic alcanz¨® ante el Eibar otro gran registro: diez partidos seguidos sin perder. Todo un paso adelante cuando al f¨²tbol se le hace descansar en el reino de la estad¨ªstica como ¨²nico argumento. Lo m¨¢s pesimistas, realistas, si se prefiere, pensaron que el Athletic dio ante el Eibar tres pasos atr¨¢s. Sac¨® un empate, que pudo acabar en derrota, pero sobre todo retrocedi¨® a los momentos m¨¢s oscuros de su f¨²tbol que parec¨ªa haber superado a base de oficio y remate. Empatar tanto no es un ¨¦xito y jugar as¨ª es un fracaso. Para el Eibar s¨ª fue una buena noticia. Jug¨® m¨¢s y mejor que el Athletic, lo acorral¨®, lo asust¨®, sac¨® lo peor de su defensa (Saborit sufri¨® m¨¢s que un galeote) y casi lo apuntilla en el ¨²ltimo tramo del partido. Entre la lluvia torrencial, el Eibar s¨ª distingu¨ªa las rayas de las camisetas rojiblancas.
En la tribuna, Aymeric Laporte, que el lunes pasar¨¢ reconocimiento en Manchester una vez que el equipo de Guardiola abone los 70 millones de la cl¨¢usula de rescisi¨®n m¨¢s derechos de formaci¨®n, pudo observar los huecos que dejaba en la defensa del Athletic. El primero, la salida del bal¨®n, una tarea que el equipo rojiblanco parece haber encomendado al portero Herrer¨ªn, al amparo de su buen golpeo del bal¨®n, pero que inevitablemente colabora a que la construcci¨®n del juego en el centro del campo brille por su ausencia, algo que por otra parte al Athletic no le disgusta, pero que convierte las tribunas de San Mam¨¦s, por lo previsible de su juego, en catedrales del silencio donde se oye hasta el vuelo de las moscas.
En el banquillo del Eibar, Ander Capa, que en junio de 2018 se incorporar¨¢ a la plantilla del Athletic, que lo fich¨® tras el partido disputado en Ipurua sin saber hasta ¨²ltima hora que hab¨ªa ampliado un a?o su contrato con el Eibar para que sacase rendimiento econ¨®mico, debi¨® pensar que su t¨¦cnico tem¨ªa que mirase a las musara?as en vez de enchufarse al partido. ¡°Si se enchufa es el amo, si no se enchufa mira a las musara?as¡±, dijo en la jornada previa. Fuera por eso o porque el t¨¦cnico de Eibar refresc¨® el equipo (junto a Capa ase alojaron en el banquillo Dani Garc¨ªa, Jord¨¢n y Charles), Capa vio como el chico para todo, Rub¨¦n Pe?a, cumpl¨ªa su misi¨®n con m¨¢s acierto que errores. Pero la defensa del Eibar estaba generosa. Orellana asust¨® a Herrer¨ªn a los dos minutos vi¨¦ndole adelantado y enseguida el equipo azulgrana le consol¨® con un error de Junc¨¤ que equivoc¨® a Dmitrovic. Cuando met¨ªa Williams la puntera a puerta vac¨ªa, apareci¨® el manotazo del portero serbio ara evitar el gol. La loter¨ªa de la solidaridad sigui¨® girando y un despeje hacia atr¨¢s de Etxeita lo salv¨® in extremis Herrer¨ªn, m¨¢s exigido por sus defensas que por los delanteros del Eibar. No era justa esa desigualdad en los errores, as¨ª que entre Junc¨¤ y Arbilla se inventaron un error que dej¨® solo a Williams aunque Dmitrovic esta vez con el pie le arrebat¨® el bal¨®n.
M¨¢s all¨¢ de favores y regalos, el partido lo ve¨ªa mejor el Eibar que el Athletic. De hecho, el Athletic, empe?ado en la jugada directa y ciega, no lo ve¨ªa, y el Eibar, sin demasiados peligros, lo jugaba como le gusta, invadiendo el campo, coloniz¨¢ndolo, con apenas un cabezazo de Kike Garc¨ªa que le sali¨® muy centrado. Hasta que lego Williams y en tres carrera cambi¨® el rumbo del partido. Williams es un jugador previsible pero imparable. En una de ellas le puso el bal¨®n en la cabeza tan cerca el gol a Aduriz que le bastaban las pesta?as para empujar la pelota a la red. Era el gol numero 100 de Aduriz marcado con 30 a?os o m¨¢s. Todo un detalle. Pero ah¨ª naci¨® y muri¨® el Athletic. Ya no hizo m¨¢s por ganar, s¨ª por perder, hasta desatar la rabia, los silbidos y os pitos en la grada. M¨¢s a¨²n cuando Kike Garc¨ªa ratific¨® con un gol el dominio el Eibar, ante la apat¨ªa y desidia rojiblancas. El Eibar muri¨® en el ¨¢rea del Athetic queriendo ganar, y el Athletic aguantando dos chaparrones: el meteorol¨®gico (quiz¨¢s la lluvia no le dej¨® ver bien las camisetas del Eibar, quiz¨¢s), so?ando con ni perder. Se tuvo que conformar con el empate, una ficci¨®n estad¨ªstica que le aleja en vez de acercarle a su objetivo, suponiendo que se sepa cual es realmente el objetivo. Resistir, quiz¨¢s, resistir.
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