Otro fiasco del Real Madrid ante el Levante
La primera unidad madridista, que acab¨® con Bale y Cristiano en el banquillo, especula demasiado ante un rival valiente en el segundo acto y no pasa del empate
A este Madrid no hay quien le entienda. Ya se trate del primer pelot¨®n o del segundo. Unos se fueron por la gatera de la Copa. Otros, los de la primera pasarela, lo mismo encadenan dos goleadas en Liga que se esfuman ante el Levante con todo el panorama a favor. Frente a un adversario al borde del precipicio, el Madrid fue incapaz de revolver el choque cuando lo gobern¨® de forma absolutista en el primer tiempo. Tampoco cuando, pese a la valent¨ªa de los locales en el segundo tramo, tuvo de nuevo el marcador a su favor con el reloj ya menguante. Ante el Levante, otro fiasco al que finalmente asistieron como espectadores entre los suplentes tanto Bale como Cristiano, ambos retirados por Zidane con el partido a¨²n intrigante.
Tan poco apego le tiene el f¨²tbol al cientifismo que no son pocas las ocasiones en las que este juego solo se explica a partir del azar. Sucedi¨® en este Levante-Real Madrid, con un primer tiempo enigm¨¢tico. Lo control¨® a su antojo el equipo de Zidane, suelto, fluido y con empe?o; pero lo empat¨® el grupo de Mu?iz por una chamba final de Boateng, en el primer peaje local en campo ajeno. Tan arcano result¨® el discurrir del partido que se estrenaron en Liga como goleadores Sergio Ramos, que no deja de ser un central, y Boateng, que pasa por ser un ariete. Al primero le ayud¨® un amago de Benzema que despist¨® a Oier, portero granota, tras un cabezazo sin dinamita del capit¨¢n blanco. A Boateng le invit¨® todo el Madrid. En su ¨²nica desaplicaci¨®n, Lukic, en suelo propio, cit¨® a Morales ante Keylor Navas con un simple pase. El portero rechaz¨® el primer tiro, pero Boateng, en su primer chapoteo por el ¨¢rea rival, emboc¨® el rechace con precisi¨®n. Por entonces ya calentaban dos delanteros de Mu?iz, Pazzini y Roger. El Levante ni ol¨ªa el bal¨®n ni divisaba a Keylor.
Hasta el tanto de los levantinos, el encuentro fue mecido por el Madrid. Sin mucho remate, cierto, pero el Real maniobr¨® con una autoridad que pareci¨® abusiva en muchas fases. Con el Levante a rebufo, el cuadro madridista articul¨® el juego con solvencia. Con Kroos y Modric de lanzaderas y los dos laterales en la escala de los extremos puros, el Madrid invadi¨® a su adversario, refugiado en las cuerdas y sin la percha de la pelota.
Benzema, muy activo, se acost¨® en la izquierda, donde produjo la mejor sociedad con un Marcelo que ya no es el Marcelo postizo de hace unas semanas. Uno y otro descorcharon en varias oportunidades a la zaga local. Menos volumen tuvieron Carvajal y Bale por la otra orilla, pero nada inquietante para un Madrid con buen flujo. Incluso con mand¨ªbula para ir al quite tras p¨¦rdida. Todo a merced hasta que lleg¨® la pisada goleadora de Boateng. Hasta ese instante, como prueba del achique del Levante, la escena m¨¢s relevante del ¨²nico delantero local hab¨ªa sido una falta a Casemiro en el balc¨®n del ¨¢rea de los azulgrana. Gui?os del f¨²tbol. Un gol tan inopinado y repentino alter¨® por completo el guion. Lo que parec¨ªa un tr¨¢mite oficinista para los blancos se volvi¨® un partido con curvas.
Con el empate, el Levante del segundo acto ya tuvo otro empaque y no regate¨® al Madrid un encuentro de ida y vuelta. Lo mismo flirteaba con el gol Cristiano que Lerma, al que Keylor fren¨® a costa de llevarse un balonazo en los morros. A la carrera, con Morales en los principales despegues, el Levante amenazaba. Al tiempo, el Madrid, salvo Modric, se fue diluyendo, sin peritaje en los ¨²ltimos metros. Zidane opt¨® por la chistera de Isco en detrimento de Bale, muy opaco. La entrada de Isco despert¨® de nuevo a Benzema, autor de un eslalon extraordinario que no deriv¨® en gol porque Postigo meti¨® la puntera a tiempo. Al instante, Oier, esta vez s¨ª, respondi¨® con acierto ante otro cabezazo de Sergio Ramos. Al Madrid le daba carrete Modric, un reloj con botas en todos los sectores del campo. Al Levante le daba hilo su t¨¦cnico, que fue envidando con un delantero tras otro.
Con el duelo en el alambre, Zidane orden¨® el cambio de Asensio por Cristiano. Cuesta recordar una cita en la que se fueran al banquillo Bale y CR. M¨¢xime sin el Madrid en ventaja. Pero justo antes del relevo, Benzema, en Valencia de largo el mejor de la BBC, se aprovech¨® de la falta de contundencia de Postigo en un despeje. El franc¨¦s, que no se inmuta donde otros tiritan, levant¨® las cejas y puso a Isco frente al gol. No fall¨® el malague?o segundos antes de que CR se sentara en el banquillo y recomendara a los c¨¢maras de televisi¨®n que enfocaran al terreno de juego no a su figura a la sombra.
Tan imprevisto es este Madrid que ni con el 1-2 y solo diez minutos por delante logr¨® bajar la persiana. En el asalto final, Roger tuvo el empate con un cabezazo muy claro. No fue la ¨²ltima oportunidad. En otro desajuste madridista, Pazzini le pill¨® la espalda a Carvajal con una sencillez pasmosa. El debutante italiano no titube¨® ante Keylor. Y hasta Morales tuvo el 3-2, lo mismo que Modric el 2-3. Ya fue tarde para todos. Pero brind¨® con motivos el Levante y los tuvo el Madrid para inquietarse de nuevo. Con todo a favor le falt¨® dictado. Y Par¨ªs est¨¢ cada vez m¨¢s cerca.
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