El Sevilla elimina al Manchester United y alimenta su leyenda

Sesenta a?os, una cifra enana en la historia de la humanidad, pero demasiado amplia en los corazones de los sevillistas. Sesenta a?os despu¨¦s y en un estadio de la grandeza de Old Trafford, el Sevilla alcanz¨® los cuartos de final de la Copa de Europa. Lo hizo con una enorme demostraci¨®n de juego en un templo de un hist¨®rico del f¨²tbol mundial, un Manchester United millonario pero r¨¢cano. Con tanto dinero como taca?o en los planteamientos de un entrenador, Jos¨¦ Mourinho, que sufri¨® una dolorosa derrota. La madurez y el talento del Sevilla en esta cita de alcurnia resultaron espectaculares. Inmenso Lenglet, tremendo N¡¯Zonzi, majestuoso Banega ¡ªaunque carg¨® con una tarjeta amarilla que le impedir¨¢ jugar la ida de los cuartos¡ª y goleador Ben Yedder. El delantero franc¨¦s convirti¨® en peligro el gran juego desarrollado por el Sevilla a lo largo de todo el partido.

El conjunto andaluz, con un segundo tiempo brillante, silenci¨® Old Trafford, que la tom¨® con Pogba. Tantos millones sin ser aprovechados. No es problema de este fant¨¢stico Sevilla, que rindi¨® a su gente una de las noches m¨¢s fant¨¢sticas de su historia. El equipo andaluz se mete entre los ocho mejores de Europa eliminando al Manchester United en su campo. El Sevilla dio un paso m¨¢s en una d¨¦cada de ensue?o. Un gran equipo que pisa con fuerza en la ¨¦lite europea.

Esta vez Mourinho no actu¨® como en la ida. El entrenador portugu¨¦s tom¨® siempre decisiones con la intenci¨®n de administrar la eliminatoria. La idea en Sevilla?era no perder. En casa, la intenci¨®n fue muy distinta. Mourinho le imprimi¨® a su equipo fuerza y velocidad con la entrada de Fellaini, Lingard y Rashford. El entrenador del Sevilla, Montella, despu¨¦s de probar con Escudero de lateral derecho por la ausencia de Navas, se decidi¨® por Mercado para esa posici¨®n. Kjaer volv¨ªa al eje de la defensa. La altura del internacional dan¨¦s se antojaba decisiva ante el juego directo de los locales a Fellaini y Lukaku.

El plan le vali¨® al United apenas cinco minutos. Una salida en tromba, con el bal¨®n a¨¦reo como principal argumento, sirvi¨® para provocar algunos nervios en la zaga del Sevilla. El miniasedio ingl¨¦s se plasm¨® en un disparo de Lukaku. Hasta que surgi¨® la figura de N¡¯Zonzi, que tom¨® el mando del juego muy bien secundado por Banega y V¨¢zquez. En ese estupendo tri¨¢ngulo fue cimentando el Sevilla una evidente superioridad en el toque y el control del bal¨®n.

A oleadas

El Manchester United, en cierta medida, se encontraba c¨®modo porque a Mourinho no le importa que le dominen si el rival, en este caso el Sevilla, apenas convert¨ªa en peligro y verticalidad su indudable dominio del partido. Por este motivo, resultaron numerosos los acercamientos del conjunto andaluz al ¨¢rea del United. Claro que el preciso toque de Banega o N¡¯Zonzi acababa en un buen n¨²mero de disparos lejanos y sin peligro. Asentado en el buen rendimiento defensivo de Lenglet y dominando el juego con evidente facilidad, el Sevilla apenas sufri¨® ante el rudimentario plan del United. Solo en el minuto 38, Fellaini aprovech¨® una extra?a p¨¦rdida de Banega para internarse en el ¨¢rea y probar a Rico, que hizo una buena parada. Fue la ¨²nica ocasi¨®n de peligro en un primer tiempo algo plano, de dominio sevillista, pero sin apenas colmillo. La mejor opci¨®n estuvo en las botas de Muriel, que dispar¨® algo desviado con ventaja en el minuto 27.

Apret¨® el Manchester United al inicio del segundo tiempo. Rico salv¨® ante Lingard y los de Mourinho, a oleadas, pusieron en apuros a un Sevilla que siempre tuvo la virtud de no descomponerse. Montella decidi¨® afilar el colmillo de su equipo. Sali¨® Muriel y entr¨® Ben Yedder. El Sevilla comenz¨® a so?ar. Por fin encontr¨® el gol en un contragolpe espectacular culminado por Ben Yedder. El delantero hizo un segundo tanto que provoc¨® que la afici¨®n inglesa comenzara a desfilar. De nada le sirvi¨® al Manchester United el tanto de Lukaku.

La afici¨®n sevillista disfrut¨® de lo lindo en Old Trafford. Fueron unos 2.000 aficionados los que alimentaron una gesta, una nueva haza?a de un Sevilla que esperar¨¢ orgulloso el sorteo del viernes para codearse con lo mejor de Europa. Y despu¨¦s de tumbar a un gigante.