El Deportivo gana despu¨¦s de cuatro meses
El M¨¢laga se deja sus esperanzas de permanencia en Riazor en un partido flojo que reactiva la ilusi¨®n en el equipo de Seedorf, victorioso al noveno intento
Necesit¨® marcar tres veces porque encaj¨® los preceptivos dos goles que le se?alan como un equipo vulnerable, pero el Deportivo gan¨® un partido por primera vez desde el 9 de diciembre, seguramente tarde, pero tambi¨¦n a tiempo para reactivar su esperanza. Por el camino dej¨® al M¨¢laga, que se despe?a ya casi sin opciones. Todo ocurri¨® en un partido tan emocionante como p¨¦simo, el retrato de dos colistas, la primera victoria de Seedorf como entrenador del equipo gallego. A la novena lleg¨® la vencida.
El Deportivo marc¨® a los cuatro minutos y nada de lo que pas¨® antes o despu¨¦s fue diferente. Comenz¨® dominado y sigui¨® as¨ª tras encontrar agua en el desierto, un bal¨®n largo de Emre ?olak lindante al concepto de pelotazo ante el que prim¨® la codicia de Lucas P¨¦rez ante los titubeos de Luis Hern¨¢ndez. El delantero coru?¨¦s forz¨® un penalti que anot¨® en la misma porter¨ªa en la que marr¨® uno contra el Espanyol. Esta vez cambi¨® de soluci¨®n para batir a Roberto y cantar su primer gol desde que habia batido tambi¨¦n al M¨¢laga en el partido de la primera vuelta.
Hubiera sido l¨®gico que el Deportivo jugase a partir de entonces con su ventaja, que se plegase incluso para tratar de forzar errores del rival y encontrar los espacios que le abre su delantero. Nada de eso ocurri¨®. El M¨¢laga le someti¨® durante bastantes minutos. Lo hizo como corresponde a un colista que apenas ha ganado partidos en este campeonato, sin f¨²tbol, justito de talente, sin un plan m¨¢s sofisticado que el de enviar centros al ¨¢rea. Con eso le bast¨® para hacer temblar el entramado que ha montado Seedorf en un equipo que hoy, por m¨¢s que se empe?e en vender, es mucho peor que hace dos meses.
La exhibici¨®n de unos y otros fue raqu¨ªtica, pero con un punto tit¨¢nico. El Deportivo se acomod¨® para repeler balones en su ¨¢rea sin capacidad para armar juego, sin soluciones en los flancos porque Seedorf debi¨® de hacer novillos cuando el Ajax explicaron que dos extremos pueden abrir el campo y generar espacios por dentro y duelos ganadores por fuera. Se meti¨® en la trinchera el equipo coru?¨¦s y se encontr¨® con un gol al filo del descanso, un tanto en propia meta de Guilherme tras un saque de esquina mal defendido, lo normal en un equipo que no es mucho cerca del ¨¢rea rival, pero que es menos que poco en la suya.
El empate, el lamentable despliegue del equipo, enoj¨® a los aficionados de Riazor, pero el descanso rescat¨® al Deportivo, que se activ¨®. Lo hizo porque tambi¨¦n le anim¨® la aton¨ªa de un rival flojo al que pudo castigar con un remate de Lucas P¨¦rez ante el que Roberto esgrimi¨® una intervenci¨®n muy por encima del nivel del partido. La jugada delat¨® las soluciones que hac¨ªan fortuna en el partido: un bal¨®n al ¨¢rea que baj¨® Albentosa con la testa hacia el delantero. Sin combinaciones, con el recurso del atajo del bal¨®n en largo o el centro, el Deportivo se abrig¨® en el esfuerzo ante la dimisi¨®n del M¨¢laga. Volvi¨® a mostrar su pericia en rematar a los palos, faceta en la que es l¨ªder del campeonato. Hasta que junt¨® cuatro pases desde atr¨¢s, encontr¨® a Emre ?olak entre l¨ªneas y abri¨® el campo con un inesperado Mosquera, que le dio el gol a Adri¨¢n.
Con veinte minutos por delante, al Deportivo le sobraron 18 para volver a encajar. Y ni uno para volver a temblar. Le marc¨® adem¨¢s el charr¨²a Diego Rolan, un futbolista que tiene firmado para la pr¨®xima campa?a. Poco despu¨¦s En-Nesyri remat¨® al larguero. La suerte puede cambiar por cent¨ªmetros. Lo hizo porque poco despu¨¦s Adri¨¢n volvi¨® a marcar tras la segunda productiva aparici¨®n de Borja Valle, que le dio pujanza y colmillo al equipo.
Fue entonces, con el Deportivo sobreponi¨¦ndose a sus limitaciones, sus miedos y sus frustraciones para defender el triunfo que le mantiene con un hilo de vida, cuando un sector de la grada, el de los Riazor Blues, aprovech¨® para pedir la dimisi¨®n de la directiva. Ya lo hab¨ªa hecho antes del partido a las puertas del campo, donde se juntaron unas 200 personas. Esto es f¨²tbol e importa lo que sucede en el campo, dicen en un alarde perogrullesco quienes reprochan a los rectores del club que funcione mejor en los despachos que en el verde. De pronto, en el minuto 88 de partido hubo para quien lo que ocurr¨ªa sobre el terreno de juego era accesorio. Lo reproch¨® la mayor¨ªa del estadio, que reaccion¨® con sonoros silbidos a los radicales, con ¨¢nimos al equipo y con un aplauso que atron¨® el estadio cuando los futbolistas blanquiazules se dirig¨ªan a la caseta. Es m¨¢s de lo que merecen por una temporada como la que firman, pero seguramente tambi¨¦n fue m¨¢s que una ovaci¨®n a los jugadores.
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