Isco exhibe su tir¨®n
El Real Madrid, fluido en muchas fases, supera al colista M¨¢laga en un partido distendido con el jugador malague?o como bandera incluso para sus paisanos
De un partido cort¨¦s, de lo m¨¢s refinado, nadie sac¨® m¨¢s provecho que Isco, que se dio un homenaje en su casa. Un alivio para sus parroquianos, tan deprimidos toda la campa?a, y una lanzadera para los madridistas, que tuvieron buenos ratos en un reto sin otra mecha que la de Isco. Tan acunado en La Rosaleda que hasta un sector de la afici¨®n le reclam¨® para lanzar una falta favorable al M¨¢laga. Mucha guasa; tambi¨¦n una forma ir¨®nica de atizar la p¨¦sima temporada de los malaguistas, en el cami¨®n escoba desde que madrugara un curso en el que siempre ha estado en las catacumbas.
En M¨¢laga no hay jeque que valga. El club ha sufrido un fallo multiorg¨¢nico: en los despachos, en el vestuario y en el banquillo. En ning¨²n departamento ha encontrado remedio para evitar el abismo de la Segunda. Tampoco el Madrid ha cumplido con su objetivo en la Liga, por m¨¢s que la Copa de Europa le resulte, de momento, un flotador. A la espera de su desenlace, en asuntos dom¨¦sticos a los blancos ya solo les quedan partidos de entretiempo, duelos teloneros de la Champions. De calentamiento para unos, reivindicativos para otros.
En La Rosaleda, en un encuentro afeitado, sin cornadas, el Madrid atisb¨® la posibilidad de disfrute. Sin medio equipo titular (Varane, Marcelo, Kroos, Modric y Cristiano) y sin Bale, el cuadro de Zidane se articul¨® en torno a Isco. O sea, alrededor de la pelota. Tuvo ritmo y fluidez, sobre todo en el primer tiempo. Todo apacible y bien gestionado salvo por los cortocircuitos de Theo y Benzema. El lateral no acaba de ser el que parec¨ªa que iba a ser tras su despunte en Vitoria. El franc¨¦s no es el que fue y cada vez se le ve m¨¢s destemplado. Al hier¨¢tico Benzema finalmente le ha podido la cruz del gol. Nunca fue un depredador, pero sumaba.
A¨²n le queda m¨¢s de un pase como mensajero, como el que deriv¨® en el segundo tanto, el de Casemiro. Pero sin CR y Bale por el medio no pudo eludir anidar en el ¨¢rea. Como prueba de que ahora el gol le espanta, el galo fall¨® varios remates, algunos f¨¢ciles, otros hasta m¨¢s sencillos. A este Benzema le pueden los fantasmas, por mucho que en varias fases del partido dejara secuelas de su arte como media punta. Pero hace tiempo que el personal no le redime solo como asistente. Su etiqueta de nueve es una sobrecarga eterna, un sambenito que le colgar¨¢ hasta sus ¨²ltimos d¨ªas como madridista.
Sin un ariete con colmillo, el Madrid opt¨® por dar vueltas a cada ataque. Con Isco al tim¨®n, percut¨ªan Lucas y Asensio por los costados, mientras Kovacic se saltaba las l¨ªneas con ese despegue con turbo que le caracteriza. Un cabezazo picado del croata supuso la primera amenaza para Roberto, que intervino de forma espl¨¦ndida. Luego la tuvo Lucas, tras una trenza de Isco con Benzema, pero su disparo se fue alto. Hasta que Rosales hizo trastabillar a Isco. La falta, decretada en el balc¨®n del ¨¢rea, provoc¨® una charla previa entre Ramos y el malague?o. Cedi¨® el capit¨¢n e Isco la clav¨® en la red. Por extra?o que resulte, el segundo gol de falta directa del Madrid en toda la Liga. Para rescatar el anterior habr¨ªa que rebobinar hasta el 27 de agosto, cuando Asensio hizo bingo ante el Valencia.
Minutos para Ceballos y Mayoral
Con el Real suelto y enchufado, el M¨¢laga, al que restan seis jornadas de calvario, apenas tuvo corteza en el primer acto. Tan solo tuvo rastro en ataque por invitaci¨®n visitante. Keylor quiso poner la pelota en circulaci¨®n con Casemiro, que recibi¨® de espaldas al rival y sin mucho hueso. El robo de Iturra no lleg¨® a m¨¢s porque Keylor rectific¨® su pifia a tiempo.
Hasta el segundo acto no hubo alguna chispa blanquiazul. De entrada, el Madrid, visto que no hab¨ªa apretones, baj¨® el pist¨®n. Surgi¨® entonces un M¨¢laga m¨¢s brioso y decidido, con Rol¨¢n de agitador. Pero en plena expansi¨®n irrumpi¨® Casemiro. El brasile?o birl¨® un bal¨®n y puso el punto final a la jugada tras otra maniobra entre Benzema e Isco.
Con 0-2 intervino Zidane para dar focos a Ceballos y Borja Mayoral, los dos futbolistas con menos rodaje de la plantilla. Isco, relevado al igual que Asensio, fue despedido con torer¨ªa en una noche a sus pies. Sin el malague?o sobre el c¨¦sped, poco o nada m¨¢s. Bueno, un gol airoso de Rol¨¢n despu¨¦s de un fallo de Vallejo, tan al l¨ªmite horario que ya no hubo ni saque de centro. M¨¢laga y Madrid hab¨ªan hecho lo que les tocaba en una Liga en la que ya no tienen voz. Los dos salvaron la honra: ni el colista fue masacrado ni el Real Madrid denigrado. Y como nexo para todos, Isco, gancho para sus paisanos y el principal tir¨®n de su equipo.
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