La normal anormalidad del Madrid
El tr¨¢nsito triunfal del equipo blanco supone un desaf¨ªo a todos los dogmas del f¨²tbol, la l¨®gica de la il¨®gica, un fen¨®meno alien¨ªgena
Quiz¨¢, solo quiz¨¢, y muy remotamente, un simposio futbol¨ªstico universal pudiera explicar algo de este inaudito Real Madrid. Un club que afronta su tercera final consecutiva de la Copa de Europa tras haber dinamitado todos los dogmas del f¨²tbol. Ins¨®lito hasta para los simples lectores de resultados. No hay precedente de un equipo capaz de triunfar cuando juega bien, regular, mal, muy mal y rematadamente mal. Y de haber alg¨²n antecedente habr¨ªa que bucear en la historia del propio Madrid. Un equipo alumbrado para ganar y ganar. Luego, ya si acaso, te discutir¨¢ el c¨®mo con una coletilla terminal: Y qu¨¦...
?De momento, nadie lo ha definido mejor que L¡¯Equipe: ¡°El Real camina sobre las aguas¡±. Se pueden enumerar los sucesos que documentan de largo dicho aforismo, pero ser¨ªa in¨²til sondear las causas de tan pasmoso hecho sobrenatural. Un enigma infinito sin otra aproximaci¨®n que ¡°el Madrid vence porque s¨ª¡±, ¡°as¨ª es el Madrid¡±, ¡°es el Madrid, est¨²pido¡±¡ Ch¨¢chara y m¨¢s ch¨¢chara. Pamplinas.
Hace meses que al equipo de Zinedine Zidane no le dio la gana disputar la Liga a un Bar?a exigente y plet¨®rico. Y mucho menos tragar con el marr¨®n de la Copa. Mal ensayo para competir en Champions, dir¨ªan los ortodoxos. Mentira, lo mismo han dado los plantes dom¨¦sticos. Y qu¨¦¡
En Europa, adem¨¢s, conviene que tu estadio sea Fort Knox. Pues bien, ya no cabe ni aludir a lo del miedo esc¨¦nico. De repente, tambi¨¦n es mentira, ya no tiene valor argumental: el Real Madrid no ha podido en su plaza con el Tottenham, la Juventus, el Bayern, el Bar?a, el Atl¨¦tico, el Valencia, el Villarreal, el Betis, el Athletic, el Levante, el Fuenlabrada, el Numancia y el Legan¨¦s. Y qu¨¦¡
?El nudo gordiano est¨¢ en los ¨¢rbitros, las pifias de los Ulreich de este mundo, las glorias de CR, las lesiones de los rivales, el escudo, el ADN...?
En la Copa de Europa, lleg¨® el radiante PSG a Chamart¨ªn y con el partido en su pu?o intervino Unai Emery. Con sus cambios el conjunto galo se derrumb¨® solo. Una tacha as¨ª condena a todo el mundo. Mentira. A Zidane no le ha supuesto un azote su err¨®neo planteamiento en la vuelta con el Bayern, con Modric con el pico y pala, Kovacic extraviado y Casemiro a la sombra. Y qu¨¦¡
Para colmo del PSG, Neymar se lesion¨® antes del choque de vuelta. Como en semifinales le ocurrir¨ªa al Bayern con Vidal, Boateng, Robben y medio Javi Mart¨ªnez. Cosas que pasan, tambi¨¦n aludir¨¢ el Real a Carvajal e Isco, a los que supli¨® mucho peor que los germanos a sus enfermos. Y qu¨¦¡
Si algo ha caracterizado tradicionalmente al Bayern ha sido su fiabilidad. Tambi¨¦n esta temporada, sin apenas fallos grotescos hasta que se le cruz¨® el Madrid. Rafinha descarril¨® en M¨²nich en el gol de Asensio y en el Bernab¨¦u el portero Ulreich propici¨® con estr¨¦pito que el bal¨®n le hiciera una mo?a burlona. Ni as¨ª se arrug¨® el Bayern, que tuvo al Madrid en las cuerdas hasta el ¨²ltimo segundo. Y qu¨¦¡
Por supuesto, entre las certidumbres madridistas m¨¢s arraigadas est¨¢ el singular flirteo de Cristiano con la Copa de Europa. En caso de duda, CR. Pues bien, el luso ha sido intrascendente frente al Bayern. S¨ª afloraron Benzema y Keylor, los dos m¨¢s discutidos de la plantilla. El franc¨¦s debatido por la hinchada. El tico, por la nomenclatura del club. Y qu¨¦...
No hay l¨®gica m¨¢s il¨®gica que la de este Madrid. Ni de ejercicios espirituales alguien del plantel desmentir¨ªa que sobre el c¨¦sped conviene tener la pelota m¨¢s que el contrario. Que tampoco es conveniente recibir 39 remates (los que hizo el Bayern ida y vuelta por 16 del Real), que hay que sembrar en la puerta ajena. Que es un disparate que tu jugador m¨¢s bajito (Carvajal) dispute el juego celestial con el oponente con m¨¢s p¨¦rtiga (Mandzukic). Y qu¨¦¡
Hay m¨¢s cap¨ªtulos de este descomunal embrollo. El arbitral, por ejemplo. Y sin irracionales desvelos conspiranoicos. M¨¢s all¨¢ de c¨®mo se quiera interpretar el asalto entre Benatia y Lucas, al Madrid le sali¨® cara. Lo mismo que al Bayern una cruz gigantesca con tres jueces cegados mientras enfocaban la indiscutible mano de Marcelo frente al Bayern. Y qu¨¦¡
?En qu¨¦ quedamos? ?El nudo gordiano est¨¢ en los ¨¢rbitros, las lesiones rivales, las pifias de los Ulreich de este mundo, la gloriosa chilena de CR, los borrones de Emery, la puntualidad de Lucas, el descorche inopinado de Benzema y Keylor, el escudo, el ADN...? Solo queda rendirse ante un fen¨®meno alien¨ªgena como el de este Madrid de normal anormalidad.
Y qu¨¦...
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