Sir David Brailsford y el vizconde
50 a?os antes que el patr¨®n del Sky, ennoblecido por la reina, el noble Jean de Gribaldy cre¨® equipos ciclistas vanguardistas con Agostinho y Sean Kelly
Las gentes del ciclismo lee los comunicados de prensa del Sky y se echan a re¨ªr cuando alcanzan la l¨ªnea que dice textual: "Team Principal Sir David Brailsford mostr¨® su complacencia por los esfuerzos de su equipo en lo que podr¨ªa haber sido un d¨ªa peligroso...". Pompa y circunstancia, tararean muchos, que se dejan llevar por la imaginaci¨®n y ven a un noble ingl¨¦s que mientras desayuna en el jard¨ªn de su estate en Derbyshire observa complacido entrenar a sus purasangre musitando para s¨ª, buenos chicos, buenos chicos... Otros, para comparar y hacer da?o, prefieren recordar al arist¨®crata m¨¢s famoso de los que hicieron del ciclismo su vida, el vizconde, un t¨ªtulo seguramente falso, Jean de Gribaldy, de Besan?on, en el Franco-Condado.
De Gribaldy era un Brailsford de su ¨¦poca, vanguardista, detallista, dominante, pero donde el Sir ingl¨¦s es santurr¨®n el vizconde franc¨¦s era libertino, bebedor y charlas, un negociante puro que encandilaba a los futuros esponsors para sus mil proyectos de equipo las noches largas del cabaret de L'Alcazar, en Saint Germain des Pr¨¨s. Los corredores m¨¢s famosos que pari¨®, los que llevaron a la carretera su m¨¢xima de que al ciclismo no se jugaba, como al f¨²tbol o al tenis, sino que al ciclismo se peleaba, como al boxeo, fueron Joaquim Agostinho y Sean Kelly. Al portugu¨¦s, un veterano del ej¨¦rcito colonial en Mozambique, lo encontr¨® un d¨ªa de navidades de 1968 en una pensi¨®n sudorosa de R¨ªo de Janeiro, donde uno corr¨ªa la Vuelta a Brasil y el conde dirig¨ªa un equipo amateur franc¨¦s. Para contratar a Kelly, que despu¨¦s de correr un a?o en un equipo amateur de Metz hab¨ªa regresado a Irlanda, vol¨® con su avi¨®n hasta Dubl¨ªn, donde cogi¨® un taxi y, 100 millas m¨¢s lejos, se present¨® elegante, vistiendo su blazer de botones dorados, en la granja de Carrick on Suir de la familia Kelly, donde Sean estaba en ese momento arando la tierra con el tractor. Lleg¨® hasta ¨¦l con un contrato de 4.000 libras al a?o, y primas aparte, que quien en pocos a?os se convertir¨ªa en el mejor ciclista del mundo solo firm¨® cuando logr¨® elevar su sueldo hasta 6.000 libras.
Como De Gribaldy hac¨ªan entonces todos los directores de la ¨¦poca; como Brailsford, que recibe en su casa emails de m¨¢nagers que venden ciclistas al peso con hojas de datos largu¨ªsimas relatando todos los hechos notables que hacen de 50 o m¨¢s notables sprinters, equipiers, escaladores o l¨ªderes.
Los ciclistas de De Gribaldy, como Kelly y Agostinho, que nunca ganaron el Tour, eran atacantes irredentos, tipos muy duros, de car¨¢cter fuerte y testarudos. Cuando hablaban, gritaban sus verdades y se quedaban tan anchos, y cuando pedaleaban atacaban mirando cara a cara a sus rivales, y eligiendo el momento en que sab¨ªan que har¨ªan m¨¢s da?o. Los de Brailsford, como Wiggins, Froome y Thomas, que ya han ganado cinco Tours y van a por el sexto, cuando hablan no dicen nada y cuando pedalean van mirando la pantalla que les dice a cu¨¢ntos vatios van y a cu¨¢ntos pueden ir para no pasarse. Y atacan cuando una voz por el pinganillo que ha analizado en el ordenador el bigdata del pelot¨®n les dice, ?ahora!
A los de De Gribaldy se les admiraba y a¨²n se les recuerda con pasi¨®n; a los de Brailsford les pitan cuando avanzan bailando el pasodoble por la carretera, y todo a su rueda. Gran haza?a la del patr¨®n del Sky que revolucion¨® el ciclismo, conseguir que la afici¨®n no quiera al ganador del Tour que pasar¨¢ a la historia como el m¨¢s mon¨®tono del siglo.
Despu¨¦s de re¨ªrse de la pedanter¨ªa del "Team Principal Sir David Brailsford est¨¢ complacido", las gentes del ciclismo tuvieron ganas de llorar al leer el ¨²ltimo p¨¢rrafo del comunicado del equipo Sky, en el que Sir David, profeta de la globalizaci¨®n destructora, aplaud¨ªa la forma en que la polic¨ªa hab¨ªa disuelto una protesta de cuatro campesinos y 200 borregos esquilados utilizando s¨¢dicamente gas pimienta que irrit¨® los ojos de los ciclistas y alej¨® a¨²n m¨¢s al pueblo de la carrera que sent¨ªa como suya, el Tour.
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