El d¨ªa que el f¨²tbol se col¨® en mi boda y solo falt¨® Messi
Los aficionados desatan la pasi¨®n por sus equipos hasta en el d¨ªa de sus nupcias. Descubre 10 historia de amor sobre la hierba. Otra manera de vivir LaLiga
¡°El d¨ªa de mi boda la mont¨¦ muy gorda¡±, recuerda Ana Guerra. Esta segoviana de 33 a?os se cas¨® juntando sus dos grandes pasiones: su marido y su Depor. Lo hizo en el coraz¨®n de Segovia, en 2015, muy cerca del pueblo donde se crio. ¡°Antes de la ceremonia aparec¨ª en la Plaza Mayor con un meg¨¢fono y una bufanda cantando ¡®Deportivo al¨¦¡¯ junto a mis compa?eros de pe?a. All¨ª hab¨ªamos colgado una pancarta enorme con el escudo del Depor¡±, recuerda Guerra. Una novia nada convencional que a su traje blanco de ceremonia a?adi¨® zapatos y un ramo de flores con los colores blanquiazules de su equipo.
Como ella, son muchos los aficionados que incluyen el entusiasmo futbolero en el d¨ªa m¨¢s importante de sus vidas. Hay parejas como los japoneses Hasekura y Shigemori que viajaron m¨¢s de 11.000 kil¨®metros para hacerse las fotos en el estadio Benito Villamar¨ªn; otras como Ignacio y Estefan¨ªa hicieron sonar el himno de su equipo en el banquete o pidieron por el Real Madrid durante la misa; otras, como Amelia y H¨¦ctor, esperaron una semana para realizar el reportaje fotogr¨¢fico nupcial en el estadio Carlos Tartiere porque llovi¨® el d¨ªa del enlace, y los hay que han utilizado a una estrella como influencer para pedir la mano a su novio a la puerta del campo o, incluso, han celebrado directamente la ceremonia y el convite sobre el terreno de juego.
La afici¨®n da lo mejor de s¨ª por el amor a sus colores, algo que define a LaLiga, que es mucho m¨¢s que f¨²tbol. Son historias, pasiones, locuras. El hincha vive de ilusiones y sue?os. Participa de una emoci¨®n colectiva y la incorpora a la vida cotidiana. Y lo hace hasta el extremo de sentar al equipo de su vida en el convite de su boda. Dos pulsiones, la rom¨¢ntica y la futbol¨ªstica que, seg¨²n un estudio de la Universidad de Coimbra de 2017, son igual de intensas. Incluso puede llegar a ser m¨¢s potente la segunda para los autores de la investigaci¨®n.
Ana Guerra lo sabe muy bien. Aunque su matrimonio no dur¨® mucho, su pasi¨®n por el Depor continua intacta. ¡°Esa es otra historia¡±, apostilla, pero su divorcio no le impide hablar con pasi¨®n de aquel d¨ªa en el que los colores del Depor llenaron una plaza en la vieja Castilla. Guerra decidi¨® hacerse del equipo coru?¨¦s de peque?a, cuando empez¨® a ver el f¨²tbol con su padre. ¡°Le dije que quer¨ªa ser del Depor o del Bar?a. Me dej¨® claro que prefer¨ªa al equipo gallego. ¡®Si no, tu t¨ªo, que es del Madrid, no te dejar¨¢ entrar en su casa¡±, recuerda entre risas.
Ese desenfreno blanquiazul, con ramo y vestido a juego, a cientos de kil¨®metros de A Coru?a, casi lleva a Guerra a suspender el convite cuando sus compa?eros de pe?a encendieron seis botes de se?alizaci¨®n naval que liberaron un gas azul y blanco, algo que no podr¨ªa hacer en el estadio, donde no est¨¢n permitidos. ¡°El hotel se llen¨® de humo y saltaron las alarmas, mi madre me dijo que mi vestido ol¨ªa a p¨®lvora¡±, recuerda Guerra, periodista del coraz¨®n y presidenta de la pe?a Chamber¨ª Blanquiazul, una de las dos que hay en Madrid, y secretaria de la Federaci¨®n de Pe?as del club.
En 2014, Ignacio Mart¨ªn-Arag¨®n encarg¨® a uno de sus amigos que leyera un texto en la ceremonia de su boda. El escrito guardaba una sorpresa. Ped¨ªa por la felicidad de los novios y por el Real Madrid. ¡°A ¨¦l ni siquiera le gusta el f¨²tbol y no sab¨ªa lo que iba a leer antes de la misa. Desde luego no esperaba esa petici¨®n. Me mir¨® y se descojon¨®¡±, cuenta este empleado de banca de 33 a?os. ¡°Al cura no le hizo tanta gracia porque era del Bar?a¡±, a?ade Mart¨ªn-Arag¨®n, que no pudo convencer a su novia, Estefan¨ªa Mocoroa, de que sonara el himno del Madrid en su salida de la Iglesia. Durante el banquete se desquit¨® y consigui¨® que sonara el c¨¢ntico madridista.
El d¨ªa del enlace tambi¨¦n fue premeditado para que no coincidiera con ning¨²n encuentro. ¡°Nos casamos el mes del Mundial 2014 de Brasil y elegimos una fecha en la que no hab¨ªa partido¡±, agrega. Incluso retrasaron el viaje de novios, ya que la final estaba prevista para dos d¨ªas despu¨¦s del casorio. Espa?a, sin embargo, no lleg¨® tan lejos en aquella competici¨®n. ¡°?No hubo suerte ese a?o!¡±, se lamenta.
Lograr que la boda se celebre durante una jornada sin f¨²tbol no es tarea f¨¢cil. El d¨ªa de 2016 que se cas¨® El¨ªas L¨®pez, valenciano de 41 a?os y forofo del Real Madrid, con Mar¨ªa Peir¨®, catalana del Bar?a de 38 a?os, hab¨ªa cl¨¢sico. ¡°No pod¨ªamos ver el partido y ten¨ªamos bastante pique¡±, recuerda L¨®pez. Los invitados, vestidos con camisetas y bufandas de ambos equipos, hicieron un pasillo a la pareja. ¡°Intent¨¦ poner una pantalla pero no hubo manera, as¨ª que mi cu?ado fue con una pizarrita cont¨¢ndonos c¨®mo iba el partido.¡±, bromea.
Con la hierba en los tacones
Tambi¨¦n est¨¢ de moda hacerse las fotos de boda en el campo de f¨²tbol. Ni jardines de ensue?o, ni campos de trigo dorado, ni playas desiertas. Los aficionados quieren pisar el c¨¦sped del equipo de sus amores. Una experiencia de inmersi¨®n genuinamente futbolera. Amelia S¨¢nchez, de 39 a?os, y H¨¦ctor Mart¨ªnez, de 38, son dos abonados del Real Oviedo que empezaron su historia de amor en fondo norte del Carlos Tartiere, donde coincid¨ªan los d¨ªas de partido. Cuatro a?os despu¨¦s, en 2007, se casaron. Y decidieron hacer la sesi¨®n de fotos en el estadio. Aunque no el mismo d¨ªa de la ceremonia. ¡°Tuvimos que volver a vestirnos de novios para hacer las fotos una semana despu¨¦s porque a la hora de la boda llovi¨®¡±, recuerda S¨¢nchez. Ahora tienen dos hijos, de 6 y 9 a?os, que nunca se pierden un partido.
Los seguidores espa?oles no son los ¨²nicos que sue?an con posar sobre el c¨¦sped del campo de sus equipos favoritos. Sh. Hasekura y Naoko Shigemori, un matrimonio japon¨¦s, viaj¨® a Sevilla en octubre de 2015 para hacer su reportaje fotogr¨¢fico en el Benito Villamar¨ªn. M¨¢s de 11.000 kil¨®metros para enarbolar la bufanda del club de sus amores en el marco perfecto. ?l de traje oscuro pero ella pos¨® con un floreado vestido de color verde Betis.
Otra pareja nipona decidi¨® llevar m¨¢s lejos su pasi¨®n azulgrana y celebrar la ceremonia en el terreno de juego. Ocurri¨® en 2013 en el Camp Nou. El novio, Kenya Kishimoto, llevaba 15 a?os viviendo en la capital y asegur¨® a los medios que ¡°aquel era el escenario de sus sue?os¡±. Lo mismo pens¨® Liu Shutong, un ciudadano chino que se declar¨® a su novia, Liu Panqiu, durante una visita al Camp Nou. Una pedida que termin¨® en una boda en ese mismo lugar meses despu¨¦s. Solo falt¨® Messi.
De todos los enlaces celebrados en el Camp Nou el de Shutong y Panqiu es de los m¨¢s sorprendentes. El estadio cul¨¦ empez¨® a acoger bodas desde 2011, aunque de manera excepcional. Sigrid Sans, empleada de banca de 41 a?os, e Iban Anglada, exjugador de hockey sobre hielo del Bar?a, de 41, fue la primera pareja que celebr¨® su uni¨®n all¨ª, hace siete a?os, ante 260 invitados y los trofeos conquistados aquella temporada. ¡°?l es m¨¢s aficionado que yo¡±, comenta Sans, que accedi¨® a casarse en el recinto por la originalidad de la propuesta y el entusiasmo familiar. ¡°Mi padre, aficionado del Real Madrid, nunca hab¨ªa estado en el campo y se qued¨® alucinado¡±, recuerda sobre el evento, que fue cubierto por varios medios de comunicaci¨®n.
En Mestalla tambi¨¦n ha habido s¨ª quieros. Hasta ahora dos, y de gente de la casa. Loles Ruiz fue la primera en junio de 2016. ¡°Mi marido me pregunt¨®: ¡®?Por qu¨¦ no nos casamos en Mestalla?¡¯. Pens¨¦ que me estaba gastando una broma porque a ¨¦l no le gusta mucho el f¨²tbol.¡±, rememora Ruiz, de 36 a?os, responsable del departamento de patrimonio hist¨®rico y del museo del Valencia Club de F¨²tbol.
Una concejala del Ayuntamiento de Valencia se prest¨® para oficiar la ceremonia. ¡°No era muy futbolera pero le hac¨ªa ilusi¨®n celebrar la primera boda en el campo¡±, a?ade Ruiz. El acto tuvo lugar junto a la salida de vestuarios. ¡°Donde est¨¢ el escudo¡±, especifica Ruiz. Los invitados, 317, se sentaron en la tribuna central, las amigas de la novia en el banquillo del Valencia y los amigos del novio en el del rival. ¡°Nuestros familiares del Bar?a y del Madrid estaban encantados¡±, asegura. As¨ª comenz¨® ¡°El mejor partido de sus vidas¡±, como rezaba la pancarta que daba la bienvenida a los asistentes. Tras esta primera experiencia, Mestalla alberg¨® la boda de un jugador. ¡°Ricardo Arias me copi¨®¡±, comenta Ruiz entre risas. El hist¨®rico excapit¨¢n fue el segundo, ese mismo a?o.
Sin saber cu¨¢nto durar¨ªa su amor, esperando que fuera seguramente ¡°hasta que la muerte los separe¡±, una aficionada del Betis recurri¨® al jugador Joaqu¨ªn S¨¢nchez para pedir matrimonio a su novio. En septiembre de 2017 ella pens¨® que quiz¨¢ ser¨ªa m¨¢s receptivo a su mensaje de amor y compromiso si se lo dec¨ªa un futbolista. Para ello captur¨® la atenci¨®n del jugador gaditano a la salida de un entrenamiento con un cartel enorme en el que requer¨ªa sus dotes de influencer. Joaqu¨ªn se prest¨® encantado. ¡°La chavala se lo ha currado con la pancarta¡±, declar¨® entonces el centrocampista a los medios. ¡°Como le digas que ¡®no¡¯, voy a buscarte yo¡±, brome¨®. Tras ver el v¨ªdeo, el novio dijo ¡°s¨ª¡± y Joaqu¨ªn los festej¨®: ¡°?Claro que s¨ª! Con dos cojones¡±. Y la pareja invit¨® al futbolista a la boda.
INVITACIONES DE CAMPEONATO
Tartas con forma de bal¨®n sobre un c¨¦sped de az¨²car verde, figuritas de novios haciendo un regate e invitaciones con forma de entrada a un partido. Los novios quieren que sus bodas reflejen su personalidad. "La gente saca su lado friki y quiere referencias a El se?or de los anillos, a La guerra de las galaxias y tambi¨¦n al f¨²tbol", argumenta Diana Pablo, socia de Letters and Letters, una empresa catalana de planificaci¨®n de bodas.
El d¨ªa de sus esponsales, Esther Concha, barcelonesa de 42 a?os, pas¨® a sus invitados un folio con una encuesta de satisfacci¨®n en tono jocoso en la que tambi¨¦n aparec¨ªan ella y su marido vistiendo la camiseta del Bar?a. ¡°Los dos somos muy forofos¡±, cuenta. ¡°Como soy coordinadora de calidad en una empresa, me hac¨ªa combinar las dos cosas¡±, recuerda Concha. El resultado no pudo ser mejor. Recibieron un 100% de satisfacci¨®n. ¡°Normal, no hab¨ªa opci¨®n a decir que no les hab¨ªa gustado¡±, recuerda entre risas