Silva separa del abismo al Manchester City
La gran actuaci¨®n del canario socorre al equipo de Guardiola ante un Hoffenheim que le encar¨® sin miedo y destap¨® sus flaquezas defensivas
Una piller¨ªa de David Silva en el minuto 87 le sirvi¨® al Manchester City para olvidar una tarde insulsa en la que se asom¨® al abismo europeo desde esa aparente superioridad inglesa, que, sin embargo, no le est¨¢ sirviendo para sacar adelante con solvencia sus duelos europeos. A la derrota ante el Olympique de Lyon a punto estuvo de acompa?arle un empate con el Hoffenheim, sino fuera por el canario, el ¨²nico futbolista que encontr¨® la salida al laberinto dise?ado por?Nagelsmann. A punto estuvieron los alemanes de convertirse en la horma del zapato de Guardiola, aunque si no lo lograron fue porque no cuentan con un jugador tan decisivo como los citizen.
Apenas tuvieron tiempo los ingleses de moverse sobre el campo antes de que Belfodil adelantase al Hoffenheim con una jugada que iba a resultar el patr¨®n de comportamiento de su equipo durante todo el partido. Con aparente calma en el nacimiento de la jugada, aceler¨® en su desarrollo y culminaci¨®n por medio del argelino con un remate que se col¨® entre las piernas de Ederson. El golpe situ¨® al City en un escenario no contemplado, pues lo oblig¨® a adelantar las manijas del reloj de un equipo que contempla el f¨²tbol desde la calma. Solo Silva se movi¨® acorde a los tiempos, con la cabeza alta y el pie caliente, como demostr¨® con un pase de francotirador que situ¨® a San¨¦ frente a Baumann. El alem¨¢n centr¨® para Ag¨¹ero que se adelant¨® a los centrales y envi¨® el bal¨®n al fondo de la porter¨ªa. Aun as¨ª, el meta alem¨¢n se rehizo y contuvo primero a Sterling, a quien detuvo un mano a mano desde el suelo, y despu¨¦s a Ag¨¹ero, al que desvi¨® un disparo desde media distancia que se colaba pegado al larguero
La composici¨®n defensiva del City, con tres centrales (Otamendi, Kompany y Laporte) y un lateral puro (Walker) no sirvi¨® para cubrir una retaguardia a la que el Hoffenheim ret¨® continuamente. Los alemanes trazaban combinaciones verticales que superaban l¨ªneas con facilidad, comprometiendo las acciones a un pulso f¨ªsico m¨¢s igualado de lo esperado. No tiene miedo el equipo Nagelsmann, valiente en su ideario, pulcro en su traslaci¨®n al campo, humano, finalmente, en su desarrollo. Las intenciones alemanas no fueron distintas de las del City, pues luch¨® por la pelota y trat¨® de componer con cierto sosiego. Aun as¨ª, pec¨® de la misma volatilidad defensiva que su rival.
No lograba imponerse el City, iluminando solamente por Silva, y empujado tambi¨¦n por el br¨ªo de San¨¦, un corcel con ganas de comerse el mundo. Tan elegante el alem¨¢n como pl¨¢stico el espa?ol, entre ambos conectaron las mejores jugadas de ataque, con Ag¨¹ero esperando a entrar en la conversaci¨®n. Habilidoso como es el argentino, tuvo el peso suficiente para batallar con los centrales alemanes, m¨¢s talludos, pero vulnerables de cintura para abajo. Sin embargo, cada envite perdido por los ingleses, se convert¨ªa con tremenda facilidad en contragolpes casi siempre bien ejecutados. Joelinton y Belfodil dieron ritmo al bal¨®n y entre ambos comprometieron a Fernandinho y Gundogan, que recurrieron en demas¨ªa al pase atr¨¢s para ordenar continuamente el juego.
La ubicaci¨®n de Laporte en el lateral izquierdo limit¨® las subidas por esa banda y el franc¨¦s tampoco estuvo especialmente fino en la entrega de la pelota, lo que le llev¨® a generar alguna ocasi¨®n de peligro para su portero Ederson. Vivi¨®, sin embargo, relativamente tranquilo el guardi¨¢n brasile?o del City, puesto que las llegadas del Hoffenheim rara vez culminaban en un disparo concreto. El plan alem¨¢n contempla con m¨¢s claridad la celebraci¨®n de la jugada que su cierre, una circunstancia que le impidi¨® encajonar a un rival poco dado a la supervivencia m¨¢s b¨¢sica.
Es en momentos de necesidad cuando emergen los creadores y a Silva se le despert¨® la vena depredadora cuando visualiz¨® a Posch errando en un control que termin¨® fallando sin explicaci¨®n, para cruzar la pelota ante Baumann. El bal¨®n se aloj¨® con tranquilidad, como respirando, exactamente igual que su equipo, oxigenado gracias a su futbolista m¨¢s entonado.?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.