Ni el VAR ni Stuani pueden con el Eibar
En un duelo marcado por las il¨®gicas decisiones arbitrales, el equipo armero supera al Girona con presi¨®n y punter¨ªa
Tiene el Girona en Stuani una joya, un cazatesoros que impone su ley, f¨ªsico y remate en cualquier ¨¢rea que se precie. Un verso libre en la cocina del rival que no necesita de pases milim¨¦tricos ni de arrastres de sus compa?eros, tampoco de un juego previo que descuente rivales para quedarse mano a mano con el portero. Le vale con centros al ¨¢rea, con balones en busca de due?o porque ya suma ocho goles en LaLiga, pichichi moment¨¢neo hasta que Messi diga la suya. Dos atac¨® ante el Eibar y dos emboc¨®. Pero en un encuentro marcado por el VAR -perfecto chisgarab¨ªs de resoluciones incomprensibles de los colegiados encargados de la tecnolog¨ªa-, la punter¨ªa de Stuani no fue suficiente para doblegar al Eibar, que descascarill¨® al rival de inicio con la presi¨®n y lo remat¨® en los compases finales con un remate de cogote de Enrich, justo cuando el Girona le encontraba el gusto al partido.
Persiste Eusebio con el librillo hereditario de Mach¨ªn, con el 3-5-2 que tan bien le funcion¨® al equipo en las dos ¨²ltimas temporadas. Y, aunque el Girona no ha perdido su efervescencia ni los mecanismos que acaban en la cabeza o las botas de Stuani, las piezas ya no encajan como un reloj, hasta el punto de que en este curso el equipo ha destilado su mejor f¨²tbol a trav¨¦s del 4-3-3. Un sistema que se presupon¨ªa el id¨®neo para encarar al Eibar, que presiona a la ra¨ªz del rival como si no hubiera un ma?ana, mandamiento de oro para Mendilibar. No vari¨® su hoja de ruta Eusebio y la propuesta rival desquici¨® al Girona al inicio del duelo, incapaz de articular tres pases seguidos, de pasar de la medular con el esf¨¦rico entre los pies, m¨¢s pendiente de las tarascadas y los enredos del ¨¢rea que de la porter¨ªa contraria. Una perdici¨®n que el VAR no supo resolver.
No pretendi¨® Mendilibar que su equipo desplegara un f¨²tbol de sal¨®n, con el pase como bandera y la posesi¨®n como norma. Le alcanz¨® con el acoso avanzado y la formulaci¨®n de ataques vertiginosos tras el robo de bal¨®n para pillar al Girona fuera de lugar, sin respuesta ante la transici¨®n defensa-ataque rival. As¨ª se explic¨® de buenas a primeras, con un par de contras que Charles defini¨® de mala manera, con un remate al aire y otro que se march¨® a las nubes. Se sum¨® al abordaje Orellana, que chut¨® desviado tras otra contra hipers¨®nica y De Blassis no atin¨® cuando Montilivi se tiraba las manos a la cara para no ver el gol. Pero faltaba la puntilla y el VAR redobl¨® la apuesta.
Con el Girona embotellado en su ¨¢rea, sin respuesta ante la fiereza armera, no resultaron extra?os los barullos en el ¨¢rea. L¨®gico en ese c¨®rner que remat¨® Enrich y que Muniesa, de espaldas, desvi¨® con el brazo extendido. Una mano como una catedral, tan involuntaria como determinante porque desvi¨® un remate que iba a puerta. Desde la sala del VAR no le dieron importancia y el partido prosigui¨® hasta el siguiente ataque, cuando un chut de Charles toc¨® en un defensor y de ah¨ª fue a la mano de Aday. El VAR, entonces, s¨ª actu¨® y se determin¨® penalti para la alegr¨ªa de Charles, que acert¨® desde los 11 metros, y para el enfado morrocotudo del Girona, que se las tiene con el VAR porque en el duelo anterior ante el Huesca ya qued¨® marcado para bien y para mal porque hubo un penalti en cada ¨¢rea.
Con el gol, el Eibar baj¨® las pulsaciones. Nada mejor para Stuani, que sac¨® los codos para cobrarse su parcela en el ¨¢rea. As¨ª, Pedro Porro pele¨® un bal¨®n que parec¨ªa perdido, pis¨® la l¨ªnea de fondo y sac¨® un centro templado al segundo palo, a la llegada de Stuani, que puso la cabeza para poner las tablas. No se qued¨® ah¨ª el ariete, que un minuto m¨¢s tarde meti¨® la puntera a otro pase lateral, en esta ocasi¨®n desde la banda contraria, y festej¨® un gol que pareci¨® un gatillazo porque desde el VAR, una vez m¨¢s, pararon el juego por presunto fuera de juego. Momentos despu¨¦s, se valid¨® el tanto y casi en medio del festejo, Juanpe cometi¨® un penalti claro sobre Charles que desde el VAR se hicieron el longuis. Nada que evitara la siguiente contra, que acab¨® en un c¨®rner y de ah¨ª a la red, previo cabezazo de Arbilla.
Tras el entreacto, el f¨²tbol cobr¨® protagonismo sobre la tecnolog¨ªa, con un Girona desacomplejado al fin, con la vieja f¨®rmula de bal¨®n a la banda, centro y remate que tan buen resultado le da. Le cost¨® a Portu enfocar dos remates bastante claros, negado como est¨¢ ante la porter¨ªa rival desde el mes de febrero pasado y anulado en Montilivi por Jos¨¦ ?ngel; pele¨® como siempre Stuani por esos balones hu¨¦rfanos de rematador que pasaban silbando por el ¨¢rea; y Granell puso sus dosis de calidad a bal¨®n parado que por poco desmontan a Dmitrovic. Pero no atinaron y el Eibar, que ya daba por bueno el empate porque las piernas no le respond¨ªan para esa presi¨®n infatigable, se encontr¨® con el mejor Enrich, con un remate forzado con el cogote a centro de Orellana que pill¨® desprevenido a Bono y que acab¨® a gol para sorpresa de sus compa?eros ¨CJord¨¢n, por ejemplo, se puso las manos en la cabeza- y para fastidio del Girona, que ni con Stuani ni el VAR se sali¨® con la suya.
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