Espa?a calienta en Gales

Un garbeo oto?al por Cardiff le dio a Espa?a la tercera victoria consecutiva en el periplo de Luis Enrique. Esta vez, ante la pedestre Gales, donde a¨²n hay una brecha sideral entre el bal¨®n ovalado y el redondo. Una Espa?a m¨¢s eficaz que pinturera se bast¨® para encapotar a su raso adversario. La inspiraci¨®n de Paco Alc¨¢cer y el reloj de Rodri fueron suficientes para destartalar al combinado de Giggs, tot¨¦mica figura del United que hoy se las apa?a como puede en el barbecho futbol¨ªstico de su tierra natal. Para colmo, ante la mirada desde la tribuna de Bale, rebajado de servicio por sus cr¨®nicas molestias, imaginarias o reales, qui¨¦n sabe salvo el propio jugador. Sin ¨¦l, Gales se queda en tanga.

En este periodo de entreguerras ¡ªsin Eurocopa y Mundial a la vista¡ª, Luis Enrique tiene plazos para agitar el cesto hasta dar con el encuadre. De momento, el seleccionador explora distintas v¨ªas. Resisten pretorianos como Ramos y Busquets, se asienta Sa¨²l, ha renacido Albiol y afloran debutantes como Ceballos y Jonny, por ejemplo. C¨®mo s¨ªntoma de este mestizaje, con gente de ayer, hoy y ma?ana, Albiol, que no jugaba con Espa?a desde marzo de 2015, fue el capit¨¢n durante el segundo acto, merced a sus 52 internacionalidades, cifra que no alcanzaba ninguno de los camaradas que le secundaron tras el descanso. Y otra se?al elocuente de esta era: Busquets, en Gales a la sombra de su mejor proyecto de secuela (Rodri), fue el ¨²nico representante del caladero azulgrana, con La Masia seca desde hace a?os.

De entrada, no fue casual que Luis Enrique diera carrete a Albiol, Suso y Morata. Ellos, junto a los porteros suplentes Kepa y Pau, fueron los ¨²nicos sin vuelo en la primera convocatoria del asturiano. Una forma de enchufar a todos. Necesario en una selecci¨®n que busca un nuevo molde. Una selecci¨®n en la que se alistan delanteros como Alc¨¢cer y Morata, emigrantes de Bar?a y Real Madrid hoy en la reserva del Borussia Dortmund y el Chelsea, respectivamente. Dos arietes pendulares, como tantos de su estirpe, para los que el gol es ambulante. Se les va y se les viene. En esta segunda ola est¨¢ ahora Alc¨¢cer, tan desatado en la Bundesliga como en Cardiff. Su doblete certific¨® su inspiraci¨®n actual, al tiempo que retrat¨® la flojera galesa. A dos rechaces dentro del ¨¢rea lleg¨® el valenciano sin que mediara alg¨²n opositor. Al menos uno, el que fuese.

Puntual y cl¨ªnico, Alc¨¢cer hizo bingo antes y justo despu¨¦s de un cabezazo triunfal de Sergio Ramos. El espa?ol m¨¢s universalmente reputado en las jugadas a bal¨®n parado. Seguro que lo sab¨ªa Giggs. Pero menudo cate que merecieron sus nada aplicados brigadas defensivos. El capit¨¢n espa?ol caz¨® la falta enroscada por Suso como bien pudieron hacerlo Morata y Albiol, tan liberados como Ramos por la cadete retaguardia galesa. En media hora, la Roja ya ten¨ªa el duelo a su antojo mientras De Gea pasaba el choque en chanclas, salvo por un cabezazo al poste de Ampadu.

El segundo tiempo dio paso a una Espa?a con m¨¢s cuerda con la pelota. Con m¨¢s monocultivo del bal¨®n que fuego en el ¨¢rea de Hennessey. La Roja se puso a los pies de Rodri, preciso y geom¨¦trico. Y tambi¨¦n al comp¨¢s de Ceballos y Suso. El primero, un jugador que por estilo en carrera y gestualidad con el bal¨®n evoca al argentino Ver¨®n. Y como aquella Brujita, igual de irregular por ahora, clarividente a veces, enredado otras. Suso, el milanista, que dispone de una zurda distintiva, congeni¨® mejor con el equipo desde su ubicaci¨®n por la derecha.

Con la pelota cosida por Espa?a, Luis Enrique ech¨® el lazo al banquillo y se fueron sumando a la causa jugadores de variada graduaci¨®n. M¨¢s o menos consolidados como Koke y Aspas, novatos como Jonny y aspirantes a fidelizar con el grupo como Kepa y Bartra. El zaguero del Betis se gan¨® redondear la goleada con un estupendo cabezazo. El tanto terminal de Vokes puso el cierre a un partido muy amistoso que tuvo un doble efecto para Espa?a: le permiti¨® calentar en Cardiff sin sobresaltos de cara al duelo oficial del lunes en Sevilla ante Inglaterra y, al tiempo, poner en rodaje a este grupo tan mixto, con reclutas con pasado, presente y quiz¨¢ futuro. Sobre estas bases transita el equipo al hilo de Luis Enrique, que vence, vence y vence mientras rastrea lo que hay. La verdadera realidad est¨¢ por ver.