El Baskonia arrolla al Darussafaka
El equipo turco, uno de los m¨¢s flojos de la Euroliga, aguanta s¨®lo un cuarto y medio (82-56)
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Al Baskonia le cost¨® ganar el partido lo que tard¨® en calentarse el Fernando Buesa Arena. Frente a uno de los equipos m¨¢s flojos de la Euroliga, que aguant¨® casi hasta el descanso, el equipo de Pedro Mart¨ªnez le dio una buena tarde a su afici¨®n, acostumbrada a la taquicardia en el inicio de la competici¨®n. En una jornada festiva, que anim¨® a los seguidores vitorianos a acercarse hasta el pabell¨®n, el Darussafaka se march¨® a Estambul con 26 puntos de desventaja, una paliza que no fue mayor porque el Baskonia levant¨® el pie del acelerador en los minutos finales.
Hay hambre de baloncesto en Vitoria. Hace tres d¨ªas se agotaron en diez minutos los mil abonos para seguidores del equipo azulgrana que quieren acudir a la Final Four en casa, a¨²n sin saber si su equipo estar¨¢ presente. La ilusi¨®n les empuja. Necesitaban una respuesta firme del equipo.
Mientras el rival turco se mostr¨® s¨®lido, al Baskonia le cost¨® encontrar el sitio en la cancha, aunque su esfuerzo defensivo impidi¨® que sus oponentes cogieran ventaja. El equipo de Vitoria cerr¨® el primer cuarto con unos porcentajes de tiro p¨¦simos, y no tanto por la agresividad turca sino por errores infantiles en posiciones f¨¢ciles. Ni siquiera los tiros libres entraban. La misma t¨®nica de los partidos anteriores de la Euroliga, aunque se adivinaban chispazos, como el espectacular mate de Voigtmann, ejerciendo de palomero en un contragolpe.
El Darussafaka, ganador de la ¨²ltima edici¨®n de la Eurocup, vio como al comienzo de la temporada le cortaban el grifo del dinero que le hab¨ªa subido varios escalones, as¨ª que tuvo que amoldarse a su nuevo estatus, pero mantiene su orgullo. En Vitoria se plant¨® con firmeza casi hasta el descanso, pero con la fatiga para tratar de mantener la intensidad, a los turcos se les empez¨® a ver el cart¨®n. Oguz Savas, un armario ropero que recuerda en su estampa al carism¨¢tico l¨ªder estudiantil de los 90, Joe Pinone, intent¨® sostener la estructura turca el mayor tiempo posible, pero la aluminosis resultaba evidente. El cemento se resquebrajaba entre las manos. Una canasta de Poirier empez¨® a poner distancias en el marcador, antes de la pausa. Al descanso, la ventaja baskonista era ya de ocho puntos (38-30), y a la vuelta, aquello fue ya otro partido.
El tercer cuarto mostr¨® las evidentes diferencias entre un equipo y otro. El Baskonia, muy mejorado, pas¨® por encima del Darussafaka. Ni siquiera le hizo falta sacar el rodillo. Con un fondo de armario mucho m¨¢s solvente, Pedro Mart¨ªnez hizo los retoques justos en los momentos oportunos. La defensa turca se transform¨® en el caos, mientras que la de los vitorianos empezaba a convertirse en una muralla inexpugnable. Shengelia y el resto de las torres baskonistas eran, en la segunda parte, un muro que ning¨²n turco pod¨ªa saltar. El parcial del tercer cuarto (26-11), habla por s¨ª mismo de lo bien que se aplicaron los hombres de Mart¨ªnez a la hora de defender. De hecho, esa intensidad se vivi¨® durante todo el partido. Los turcos no pasaron de 16 puntos en ning¨²n parcial, ni siquiera cuando el partido era ya una cuesta abajo para los de casa. No se permitieron relajarse ni entonces. Aflojaron, s¨ª, en la canasta contraria, donde intentaron rizar el rizo, pero ni por un momento permitieron los baskonistas que los turcos creyeran en s¨ª mismos.
Frente a uno de los equipos flojos de la competici¨®n, el Baskonia dio la cara, aunque Pedro Mart¨ªnez no se relaja: ¡°El siguiente partido tambi¨¦n debe ser as¨ª¡±.
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