El f¨²tbol, una industria de 4.000 millones que ¡°o crece o muere¡±
LaLiga, cuyo crecimiento casi triplica al del resto de la econom¨ªa nacional, teme un frenazo cr¨ªtico por la disparidad fiscal respecto a las otras grandes competiciones
El f¨²tbol es el bal¨®n que rueda, que se estrella en el poste, que entra en la porter¨ªa en el tiempo de descuento... Y tambi¨¦n la valla publicitaria a pie de campo, la camiseta del equipo que se regala por cumplea?os, los billetes de avi¨®n o de tren de los aficionados que acompa?an al club, la c¨¢mara a¨¦rea y la tecnolog¨ªa que lleva las retransmisiones a hogares de todo el globo, las quinielas y apuestas, el marketing que vende sue?os (y marcas), los medios que cuentan las noticias de LaLiga en quioscos y webs... El f¨²tbol espa?ol funciona fuera del c¨¦sped como una industria que, seg¨²n sus estimaciones m¨¢s recientes, genera ingresos por m¨¢s de 4.000 millones y supone un impacto equivalente al 1,07% del producto interior bruto (PIB).
Lo que Javier Mar¨ªas describi¨® como una regresi¨®n a la infancia ¨Cy sus valores¨C, el f¨²tbol, es el modo de vida de 231.918 familias en Espa?a, o lo que es lo mismo: casi una persona y media de cada cien trabajan directa o indirectamente para el f¨²tbol, y su crecimiento anual, situado de media en un 8%, casi triplica al del resto de la econom¨ªa espa?ola. Es, de acuerdo con la consultora KPMG, la mejor promoci¨®n de fronteras hacia afuera de la imagen de Espa?a despu¨¦s del turismo; y expertos de ICADE la describen como la m¨¢s potente industria del entretenimiento, la m¨¢s consolidada y, a¨²n, con vivas posibilidades de expansi¨®n (el peso de la Premier League inglesa, cuentan, es de en torno al 1,2% del PIB).
Las mismas fuentes explican, de hecho, que crecer ser¨¢ la receta para paliar la desigualdad entre clubes tit¨¢nicos y los m¨¢s modestos, a la vez que un imperativo para ser sostenibles y subsistir. ¡°El pastel puede ser m¨¢s grande y dar m¨¢s para todos¡±. Con concisi¨®n resume el porqu¨¦ Javier G¨®mez, director general corporativo de LaLiga. Lo llama ¡°el c¨ªrculo virtuoso¡±. Que el f¨²tbol espa?ol no baje el pist¨®n depende en gran medida de lo que se percibe por los ingresos de televisi¨®n, que al tiempo est¨¢n vinculados a los patrocinios, que indefectiblemente van ligados a los jugadores que la competici¨®n tiene. Si traes a los mejores jugadores, si permanecen en equipos espa?oles, aumentar¨¢n los ingresos frente al resto de competiciones y podr¨¢s seguir fichando buenos jugadores, a las siguientes estrellas planetarias. ¡°La gente paga por ver los equipos donde juegan Messi, Griezmann, los mejores. Lo peor de que se vayan no es solo que dejen de estar, es que pasa a tenerlos otro, y tras su estela se van enormes audiencias¡±, indica G¨®mez. ¡°No hay otra posibilidad en el f¨²tbol. Competimos contra las otras Ligas de F¨²tbol Profesional, con otros deportes, con el ocio en general. O crecemos o morimos¡±.
Y la lucha no es equilibrada, de acuerdo con su criterio. ¡°Hemos de ser mucho m¨¢s eficientes en todo lo que hacemos, equivocarnos menos, porque el resto de grandes ligas profesionales gozan de ventajas que nosotros no tenemos¡±. A pesar de que actualmente cuatro de los seis mejores clubes de la UEFA militen en LaLiga. ¡°Es ahora, es justo ahora, cuando tenemos la oportunidad de engancharnos. Si la dejamos pasar, cuando queramos darnos cuenta tendremos que asumir que es demasiado tarde¡±.
Jugar contra 12
Los agravios a los que se refiere G¨®mez en la comparativa con las otras grandes competiciones dom¨¦sticas europeas: la Ligue 1 francesa, la Serie A italiana, la Bundesliga alemana y la Premier League inglesa, tienen que ver, sobre todo, con la ausencia de homogeneidad entre los pa¨ªses en materia de regulaci¨®n fiscal. ¡°Para nosotros es como jugar contra 12¡±. Aunque las diferencias que marcan la desventaja de LaLiga no tienen tanto que ver con el porcentaje del salario que se les retiene en concepto de impuestos en uno u otro lugar como con los atajos o excepciones a las que los for¨¢neos que llegan para jugar en esas ligas pueden acogerse y que no existen ¨Cni esos ni otros an¨¢logos¨C en Espa?a. Lo han estudiado, en colaboraci¨®n con el bufete Garrigues, y extraen este an¨¢lisis. En Inglaterra, las rentas de m¨¢s de 150.000 libras (188.265 euros) anuales soportan por norma una carga del 45%. En Italia, de entre el 38 % y el 43%. En Francia es de un 45% para las rentas superiores a 151.000 euros y, en Alemania, quienes ganan m¨¢s de 250.000 euros al a?o tributan al 45%. Pero en todas existe una letra peque?a a la que atender. En Espa?a el tipo m¨¢ximo del Impuesto sobre la Renta de Personas F¨ªsicas (IRPF) es del 45% y a ¨¦l se acogen el 85% de los asalariados con rentas altas.
En 2005 entr¨® en vigor en todo el territorio nacional una ley que, con el objetivo de atraer a profesionales internacionales destacados, cient¨ªficos, profesores, gentes de la cultura, permit¨ªa que al firmar un nuevo contrato no se les exigiera una tributaci¨®n mayor al 24%. Discriminaci¨®n positiva. Fue la popularmente conocida como Ley Beckham. En 2014 se excluy¨® a los deportistas de esa norma.
Sin embargo, en Francia los extranjeros pueden disfrutar (con determinados l¨ªmites y condiciones) de una prima que permite que el 30% de su salario total, durante ocho ejercicios, est¨¦ exento de tributaci¨®n. En Italia, desde 2017, las personas que trasladen su residencia fiscal all¨ª pueden escoger dejar fuera de su declaraci¨®n de la renta cualquier bien o patrimonio sito en el extranjero y, por las ganancias que su Hacienda entienda que son fruto de trabajos fuera de sus fronteras, tendr¨¢n que pagar una contribuci¨®n ¨²nica de 100.000 euros anuales. ¡°Cristiano Ronaldo sirve de ejemplo¡±, ilustra G¨®mez. ¡°Los beneficios de toda aquella actividad que realice o tenga efecto fuera de Italia, todo lo que no est¨¢ relacionado con su desempe?o partido a partido en la Juventus de Tur¨ªn, le cuesta solo esos 100.000 euros¡±.
La Premier League posee una normativa semejante a la del pa¨ªs transalpino, aunque ni siquiera exige ese pago ¨²nico. Descarga de la responsabilidad de cualquier tributaci¨®n por los beneficios procedentes del extranjero para los all¨ª afincados por motivos laborales. Inglaterra contempla que haya trabajadores que alquilen o compren una vivienda en suelo brit¨¢nico por razones de empleo, porque quien les contrata est¨¢ all¨ª, pero que prefieran mantener su domicilio permanente a efectos fiscales en su pa¨ªs de origen. Quienes as¨ª procedan solo tendr¨¢n que declarar y pagar por lo ganado dentro del pa¨ªs. Adem¨¢s, Inglaterra admite que del total de lo declarado un 80% sea el salario, sujeto al tipo correspondiente, y el otro 20% vaya en concepto de derechos de imagen. A estos ¨²ltimos se les aplica una retenci¨®n media del 40%, menos en ocasiones, si se constituye una sociedad con encargo de gestionarlos por el jugador.
En Espa?a esto es a priori posible (en otra relaci¨®n porcentual, 85% sueldo y 15% derechos de imagen). Sin embargo, un cambio de criterio en la interpretaci¨®n de la Agencia Tributaria ha generado, seg¨²n LaLiga, inseguridad, dado que se ha impuesto a jugadores que procedieron de esa forma ¨Cno tributando todo su salario como IRPF sino un 15% como derechos de imagen explotados por sociedades radicadas en Espa?a¨C sanciones de hasta el 200% del valor que supuestamente dejaron de ingresar. Casos de esta ¨ªndole son los que han enfrentado y enfrentan todav¨ªa contra la Hacienda P¨²blica a jugadores como Xavi Hern¨¢ndez o Xabi Alonso. Es, seg¨²n G¨®mez, "muy distinto de los que han constituido entramados empresariales y sociedades opacas en para¨ªsos fiscales; esos han cometido delitos, y hay que distinguirlo¡±.
La comisi¨®n y los honorarios que un club le paga al agente que representa a un jugador cuando se materializa el fichaje se consideran, de acuerdo con Hacienda, retribuci¨®n del jugador, y por tanto ha de tributar como si fuera IRPF de su salario. Eso, seg¨²n los c¨¢lculos que hacen desde LaLiga, abre de nuevo una brecha frente a otras competiciones. Estiman que dichas comisiones suponen que, por ejemplo, si un intermediario ha acordado recibir un pago de diez millones, eso le cueste 20 a un club espa?ol, mientras que a uno de la Premier le supondr¨ªa solo 15 y tanto en la Bundesliga como en Italia, al no estar contemplado gravamen sobre ello, no var¨ªe de los diez convenidos entre las partes.
Con determinados pa¨ªses, entre ellos Argentina o Brasil, naciones tradicionalmente exportadoras de jugadores, la Agencia Tributaria espa?ola mantiene la interpretaci¨®n de que los derechos federativos que han de pagarse por adquirir a un jugador de un club de all¨¢, tributen en Espa?a. Ello encarece la operaci¨®n para el club vendedor for¨¢neo porque, de no cumplir con el requerimiento del pago de ese 25%, la Hacienda local estar¨ªa facultada para proceder a embargarle la cantidad de sus cuentas o incluso de su patrimonio. Explica G¨®mez que por ello los clubes suelen negociar los traspasos contando ya con ese incremento, y es cada vez m¨¢s dif¨ªcil evitar que finalmente los clubes que venden elijan otros destinos para los jugadores donde no se les cargue este gravamen. Y eso castiga a Espa?a cuando hay equipos de Inglaterra, Francia, Alemania o Italia compitiendo por el mismo jugador.
La aplicaci¨®n de la reforma fiscal propuesta por PSOE y Podemos aumentar¨ªa dos puntos porcentuales la imposici¨®n sobre rentas de m¨¢s de 130.000 euros y cuatro puntos porcentuales adicionales las de m¨¢s de 300.000, que quedar¨ªan en torno a un 51% de IRPF. Desde ICADE los expertos alertan de las consecuencias que traer¨ªa. ¡°Habr¨ªa, sin lugar a duda, una fuga de estrellas, que se marchar¨ªan adonde estuvieran mejor tratadas. Y esto desencadenar¨ªa una p¨¦rdida de competitividad que indefectiblemente acarrear¨ªa un descenso de los ingresos. Y el devenir de esta industria afectar¨ªa a otros sectores, porque as¨ª como genera actividad econ¨®mica en hosteler¨ªa, transporte o empresas de servicios e Internet y tecnolog¨ªa, en todas las cosas aleda?as al f¨²tbol en que los aficionados gastan sus ahorros, puede provocar una desaceleraci¨®n¡±. El sindicato de jugadores Futbolistas ON hace hincapi¨¦ en que se tome en consideraci¨®n la corta duraci¨®n de sus carreras, en que ese salario ahorrado durante pocos a?os debe administrarse durante el resto de sus vidas y, por ello, solicitan no ser tratados ordinariamente. ¡°No todos son Messi o Griezmann ni ganan como tal¡±.
¡°En que cobran salarios exorbitantes comparados con la gente de a pie, estaremos de acuerdo. Y en que tienen que pagar y contribuir tambi¨¦n¡±, testimonia Javier G¨®mez. ¡°Pero al final el inter¨¦s de todos los espa?oles deber¨ªa residir en que la Hacienda p¨²blica recaude, en neto, en t¨¦rminos absolutos, m¨¢s dinero¡±. En la temporada 2018/19 LaLiga pagar¨¢ 1.314 millones en impuestos. De todos los ingresos de LaLiga, el 52% es masa salarial y sus trabajadores tributan al tipo m¨¢ximo de IRPF. En 2020, 260.859 empleos depender¨¢n del f¨²tbol. El derrumbe paulatino o brusco del rascacielos del f¨²tbol reverberar¨ªa y dejar¨ªa r¨¦plicas m¨¢s all¨¢ de los clubes y de la competici¨®n, seg¨²n las fuentes consultadas. Supondr¨ªa otro c¨ªrculo, pero este de debilidad.
El estudio del bufete de abogados Garrigues confirma las estimaciones de LaLiga en cuanto a que, en materia fiscal, pierde pie con respecto al resto de las principales competiciones internacionales. A este h¨¢ndicap habr¨ªa que a?adir la irrupci¨®n de nuevos actores que, seg¨²n G¨®mez, han provocado una inflaci¨®n en el mercado, los que LaLiga llama ¡°clubes Estado¡±, equipos que como el Manchester City o el PSG est¨¢n en manos de grandes fortunas de los Emiratos y que han ido sorteando las restricciones del Fair Play Financiero. Una normativa que, seg¨²n G¨®mez, incumplen al computar como ingresos generados aportes de capital privado terminantemente prohibidos en el balance de cuentas. ¡°Distorsionan el mercado, aumentan la desigualdad y desvirt¨²an las competiciones. Son otro obst¨¢culo important¨ªsimo m¨¢s al que el f¨²tbol espa?ol tiene que hacer frente¡±.
Las relaciones de interdependencia en el f¨²tbol no parecen quebrantables: la f¨®rmula por la cual el talento trae a la vez el ¨¦xito deportivo y los beneficios econ¨®micos. Las Ligas europeas se miran de reojo entre s¨ª. Pero, contra la desigualdad, habr¨ªa que actuar. Dice G¨®mez: ¡°Tiene que haber una mejor y m¨¢s justa estructura de reparto del dinero en Europa. Es obvio. Pero para la homogeneizaci¨®n del criterio fiscal y el establecimiento de unas normas comunes tendr¨ªa que intervenir directamente la Uni¨®n Europea¡±. Algo que el director general corporativo de LaLiga no contempla, que observa harto improbable. ¡°Solo pedimos, por tanto, que en Espa?a se nos trate igual fiscalmente que al resto de ligas¡±. Porque los que van en cabeza no van a tirar piedras contra su propio tejado. Porque en el f¨²tbol europeo, en paralelo, los clubes juegan partidos para ver qui¨¦n es el mejor con el bal¨®n y las Ligas compiten para ver qui¨¦n gana la carrera econ¨®mica. Pues la alternativa a crecer es morir.